capítulo 9 La señorita juicio

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Todos se había quedado en un silencio total miraban con asombro lo que acababan de pasar Lincoln había lavado el lápiz en el cuello de Johnny.

Y derepente se escucharon gritó y la sangre de Johnny salía a borbotones pero el cuerpo de Lincoln no podía más y se dejó caer en el suelo mientras sentía la sangre de Johnny que avía salpicado en su mano y rostro era cálida y reconfortable se sentía tan cansado que solo cerró sus ojos.

HORAS DESPUÉS, Lincoln mantenía la vista torpemente en el suelo mientras caminaba por el frio corredor de paredes de cemento en compañía de Ginny Potter, la directora adjunta. Lincoln tenía la mano envuelta en gruesos vendajes, y notaba las palma embotada y adolorida.El corazón le latía con fuerza, por no saber que pasaria con el después de lo que hizo, pero su rostro permanencia impasible y frío, disimulando las violentas emociones que lo sacudieron anteriormente. Se detuvieron frente a una puerta de acero ancha. A nivel del suelo había un rejilla.

Sin previo aviso se escucharon unos pasos. Lincoln se Voltio, adivinado que la persona desconocida era el encargado de la sección de incomunicación. Era una mujer joven de cuerpo delgado con piel negra, que tenía en su pelo 2 ganchos para el pelo en forma de Cuerno eso sumado asu pelo blanco sorprendió a Lincoln.

 Era una mujer joven de cuerpo delgado con piel negra, que tenía en su pelo 2 ganchos para el pelo en forma de Cuerno eso sumado asu pelo blanco sorprendió a Lincoln

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- Lincoln te dije que tenía que seguir mis regla pero decidiste romper las... Ya habías alcanzado el 2 grado; ahora tendrá que volver a empezar desde cero. Dijo Ginny

Luego de decir eso Ginny comezón a alejarse.

La encargada de incomunicación alargó la mano para tocar la cabeza de Lincoln,y empezó a hurgar entre el cabello.
Lincoln se encogió de hombros y solo miro al piso recordado lo que Sara le avía hecho cuando llegó a el reformatorio piece.

-¿Te pitas el pelo de blanco? -pregunto la mujer sin dejar de registrar.

Lincoln guardo silencio, y la mujer le hizo un gesto enojado por no recibir una respuesta a Lincoln Luego abrió la puerta y le hizo un gesto a Lincoln para indicarle que entrase. Al otro lado de la puerta se veía una pequeña celda, con un colchón gris, delgado y sucio, en medio del suelo. Se veía también una jarra de plástico, con la correspondiente taza de plástico,así como un antiguo y rajado orinal de loza que parecía sacado de un hospital abandonado. Lincoln nunca había visto nada semejante y frunció un poco el ceño, aunque sin decir palabra.

-Bien chico te voy a explicar una cosa cuando me hables te referirás hacia mi como señorita Juicio o solo juicio entendido...

Juicio se detuvo a darse cuenta que Lincoln no le estaba restado antecio y solo veía la celda y proseguir a decir:

-Algunos no les gusta el orinal y se ensucia en el suelo. Entonces los obligó a limpiar con la lengua. A otros no les gusta el colchón, conque se lo quito y duerme en el suelo.

Se Voltio para salir, pero al llegar a la puerta se detuvo para decir:

-Siempre digo lo mismo: el juicio siempre llega y los culpables sufrirán y los inocentes disfrutará.

Dichas están palabras, cogió la puerta y la cerró, produciendo un sonido tan fuerte que sobresalto a Lincoln. Seguidamente pasó el cerrojo.

Lincoln permaneció inmóvil oyendo alejarse los pasos de la mujer que se hacía llamar juicio.

Con una vaga curiosidad indiferente paseó los ojos por la celda.

Las paredes estaban llenas de garabatos. El primero que llamo la atención de Lincoln fue la France :


VivAn eL AmoR y la Amistad

Escrito con grandes mayúsculas desiguales. Amor,se repitió conteniendo un sollozo.

¿Que sabrían de eso aquellas personas?

Luego leyó otra inscripción:

«Beber, fumar,joder y luego morir»,

Lincoln no le prestó mucha antecio y solo siguió leyendo:

«Julia + Rick».

¿Quiénes serian?, se preguntó Lincoln.

«Este sintió es un infierno»

Lincoln sonrió sin ganas. Muy cierto, pensó. Otra pared decía :

«Los empleados de este sitio son unos imbécil».

La mayoría, dijo Lincoln. Bien idiotas tenían que ser para trabajar en un lugar semejante. Se acercó lentamente a la ventana y apoyo su mano vendada sobre la tela metálica que había clavado por dentro.

¿A Que viene esto?, se preguntó distraído.

¿Acaso no bastaban los barrotes Po fuera?

Lincoln se apartó y empezó a pasear arriba y abajo como un animal enjaulado. Al pensar en ello se detuvo y se dejó caer sobre el colcho, agotado, sintió ganas de llorar, pero las lágrimas nunca llegaron. De súbito, una oleada de rabia y de frustración brotó de su interior.

Lincoln comezón a golpear furiosamente el colchón con los puños, sin préstale atención a que se estaba haciendo daño.

- ¿Por que yo? ¿Por que yo? -grito Lincoln con sus voz llena de rabia.

Luego se acurrucó adoptado la postura fetal, y cerro los ojos. Con un poco de suerte conseguiría dormír... y con mucha suerte, pensó, a lo mejor no volvía a despertar jamás.

 y con mucha suerte, pensó, a lo mejor no volvía a despertar jamás

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viviendo un infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora