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Empiezo a resolver las preguntas que me sé del examen. Sorprendentemente me sé varias, y las voy resolviendo. Unas con más trabajo que las otras pero las voy resolviendo. Al final solo me falta una. Tiene tres incisos y tengo que marcar la respuesta correcta. Solo quedamos seis personas en el aula. Y por más que intento recordar no lo logro.

Genial, ya tengo menos cinco puntos y ahora voy a dejar una pregunta sin responder...

—El segundo inciso. —dicen a mi lado. Levanto la cabeza y...

Rayos.

Es ese hombre otra vez. ¿Es posible?, ¿Por qué los demás parecen no verlo?. ¿Estoy loca?.

—Nos vemos pronto, Venus —agrega antes de desaparecer. 

—¡Espera!—grito intentando detenerlo pero es en vano.

—¡Señorita Gray!—me regaña el profesor. —¿Olvida que está en un exámen?.

—Mmm no profesor—respondo.

Enseguida marco en segundo inciso de la pregunta. Porque para dejarla en blanco mejor marco el que me dijo el hombre al que acabo de imaginar ver.

Ok, ahora sé que estoy muy, muy loca.

Le entrego el exámen al profesor y salgo bajo una mirada altanera por su parte.

Andrea me espera afuera del aula.

—¿Cómo te fue?—pregunta en cuanto salgo.

—Pues... Es un poco raro, creí ver al tipo de la otra noche—caminamos por el pasillo—y me dijo la respuesta de la última pregunta que me faltaba.

—Vale, y ahora la verdad.

—Te estoy diciendo la verdad. —me defiendo—Creo que me estoy volviendo loca. —respiro hondo.

—¿Por qué lo dices?.

—¿Te parece poco que vea al hombre con el que tuve sexo en todas partes?.

—Vsle, entiendo ese punto. ¿Y estaba bueno?.

—Buenísimo. —respondo.—¿Pero a qué viene eso?.

—Quizás crees verlo porque quieres verlo. —se encoje de hombros como si fuera la respuesta la respuesta más lógica.

Y sí, sí que es la respuesta más lógica. Quisiera volver a verlo, pero no puedo. Y además Jade y yo hemos vuelto a ser una pareja exclusiva. No puedo fallarle. Aunque esté pensando a cada segundo en él y en sus labios sobre mi piel. No puedo volver a verlo, y no creo que lo haga, ni siquiera sé cómo se llama.

—Venus, —me llama la atención mi mejor amiga.

—¿Qué?—la miro.

—Ahí viene.—me hace un gesto con la cabeza para que mire al frente y veo que Jade se dirige hacia nosotras con un ramo de flores y una caja de bombones en sus manos.

—Amor—me da un beso en los labios.

Me esperaba esto. Siempre pasa lo mismo, se enoja, me hace daño, se disculpa con flores, y lo perdono. Esto se ha vuelvo algo repetitivo y tóxico, eso dice Andrea. Pero yo creo que todos podemos enojarnos aveces, lo importante es que se disculpa cuando se le pasa el enojo.

—Creo que el profesor de: me largo porque no quiero ver esto, me está llamando. —inventa mi amiga y se marcha lo más pronto posible a sentarse en un banco del patio.

—¿Qué tal?. —pregunta Jade luego de que Andrea se fuese.

—Todo bien.

—Te traje esto. —me entrega las flores y los bombones, yo los cojo. —Son de chocolate, tus favoritos. —me toma la mano—Quiero disculparme por lo que te dije ayer. No quise decirlo, solo estaba enojado.

Yo Tu Demonio. Tú Mi InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora