𝐀𝐏𝐇𝐑𝐎𝐃𝐈𝐓𝐄︴"Soy una mujer que sabe
lo que quiere y como conseguirlo".
Athina Steele, esta mujer ha sido admirada y deseada por muchos, siendo el sueño de quienes la rodean. Es ampliamente considerada como el epítome d...
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𝐸𝑛 𝑒𝑙 𝑐𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑎𝑛𝑡𝑒𝑟𝑖𝑜𝑟...
“Poco después, apareció un aldeano mucho más imponente que los anteriores, sosteniendo un martillo gigante y llevando una cabeza de vaca en lugar de la suya.
—¿Sigues siendo amiga de las vacas? —Leon bromeó, mientras ambos apuntaban sus armas hacia el individuo.
—Cállate de una vez. —Athina respondió con irritación ante la burla de Leon.”
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Leon y Athina rápidamente se pusieron en acción, enfrentando al aldeano de la cabeza de vaca con habilidad. Esquivaron sus violentos golpes de martillo, moviéndose con destreza y coordinación. Mientras el aldeano intentaba golpearlos, los agentes aprovechaban cada oportunidad para dispararle.
Las balas impactaban en el cuerpo del aldeano, haciendo que retrocediera momentáneamente, pero no parecía estar frenado por el dolor. Su ferocidad y tenacidad los obligaron a mantenerse alerta y en constante movimiento.
Mientras luchaban contra el aldeano con cabeza de vaca, de vez en cuando tenían que apartar la mirada para enfrentar a los aldeanos normales que se acercaban peligrosamente. Athina y Leon eran expertos en el combate y mantenían un equilibrio entre el enfrentamiento con el aldeano peculiar y la eliminación de los aldeanos comunes.
Sus armas se disparaban con precisión, derribando a los aldeanos normales mientras evitaban los ataques del aldeano con la cabeza de vaca. La combinación de habilidades de combate y reflejos rápidos les permitía mantener el control de la situación a pesar de la constante amenaza que representaban los aldeanos en el pueblo.
La lucha intensa continuaba, y Athina y Leon estaban decididos a avanzar hacia su objetivo sin importar los desafíos que enfrentaran en el camino.
Leon y Athina trabajaron en equipo, cubriéndose mutuamente y disparando al aldeano desde diferentes ángulos para confundirlo. La pelea se volvió una danza mortal, donde la precisión de sus disparos y la agilidad para evitar los golpes del aldeano eran cruciales para su supervivencia. Cada impacto les acercaba un paso más a la victoria mientras el aldeano finalmente caía vencido, dejando atrás su grotesca máscara de cabeza de vaca.
Una vez que lograron derrotar a todos los aldeanos, Athina y Leon se dirigieron hacia el mecanismo que necesitaban reparar para avanzar. Trabajaron juntos para colocar el engranaje faltante en su lugar, haciendo que el mecanismo volviera a funcionar correctamente. Cuando completaron la tarea, unas pesadas puertas se abrieron debajo de ellos, revelando un nuevo pasaje que los conduciría más profundamente en su misión.
