🖤capitulo doce🖤

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El diablo no ama

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Jimin preparaba un café en su nueva casa, ese día después de salir del departamento de Jin, Jungkook le pidió que se fuera a vivir con él, Jimin accedió a todo, tratando de idear algo para ayudar a Jungkook, cada día que pasaba junto a él era lo mismo, sexo, mucho sexo, comida y más sexo. Dentro del departamento había varias habitaciones, algunas vacías, no había fotografías, tampoco cuadros, solo muebles de color negro y paredes grises, la cocina la habían terminado de equipar hace dos días porque Jungkook no cocinaba, pero le llamo la atención una habitación que tenía con llave, Jungkook guardo silencio y se hizo el desentendido cuando le pregunto que había en esa habitación

Jungkook lo llevaba a la clínica y lo esperaba ahí sin entrar, a veces se escabullía para ir donde Jimin y besarlo o toquetearlo, y luego se iba.

Había tenido una conversación con los tres, Taehyung, Namjoon y Jin.

Namjoon le dio algunas ideas, y Jimin estaba pensando en realizarlas.

Los tres preocupados por Jungkook, tratando de sacarlo de su mundo irreal dónde él era dueño y señor, Jimin había probado con cuestionar algunas cosas simples y ver cómo reacciona a eso, era difícil, se alteraba rápidamente ante la palabra no, y Jimin debía ceder la mayoría de las veces.

Distinto era cuando el sexo terminaba, se quedaba a su lado, lo acariciaba y lo besaba y a veces lo miraba con ojos iluminados y profundos, no podía mantener esa mirada por mucho rato, pero Jimin sentía que Jungkook sentía vergüenza, sus mejillas se ruborizaban, pero ese estado no duraba mucho, solo desviaba la mirada o se encajaba en el cuello de Jimin.

A veces sentía que Jungkook quería decir algo, pero finalmente no decía nada.

Sintió la mano de Jungkook deslizarse por su estómago, y un beso en su cuello, Jimin cerró los ojos, amaba a Jungkook, su piel se erizaba como la primera vez bajo su toque.

No sabía que era posible desear tanto a alguien.

Se giró y se encontró con el rostro perfecto de Jungkook, con su cuerpo desnudo, porque siempre iba desnudo en la casa, así tenía acceso a su cuerpo siempre.

Jimin solo llevaba un bóxer y Jungkook se lo sacó de un solo tiro mientras se arrodillaba y deslizaba su lengua por el pene medio despierto de Jimin.

Jimin apretó sus manos sobre el mueble y abrió sus piernas, era deliciosa la lengua rasposa de Jungkook sobre la extensión de su pene y sus ojos negros vidriosos mirándolos.

_ ¡Ah Jungkook! _ decía Jimin mientras enterraba sus manos en el pelo de Jungkook y embestía la boca despacio y suave a ritmo lento, era deliciosa la boca de Jungkook, la presión que ejercía en la extensión mientras salía y entraba con el paladar y la lengua lo volvía loco.

Este dio una última lamida y subió a la boca de Jimin.

Lo tomó del cuello _ quiero amarrarte.

Jimin se sube a horcajadas y Jungkook lo lleva a la habitación saliendo de la cocina.

Lo dejó sobre la cama y fue por una corbata negra de sus trajes, le amarró las manos y las estiró sobre su cabeza al respaldo, haciendo un nudo en él.
Tomó la cara de Jimin con su mano y le dio pequeños golpes con la palma de su mano, Jimin cierra los ojos y desliza su lengua sobre la palma mordiendo un poco sintiendo la salinidad en ella

Pese a conocer los instintos de Jungkook confiaba plenamente en él, nunca le había hecho daño en el sexo, no era violento, si fuerte, firme y exigente, pero no cruel y despiadado. A Jimin le gustaba duro de vez en cuando y estaba más que bien con eso.

Maldito JeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora