🖤Capitulo Diesciseis🖤

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El amor del diablo

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Jungkook despertó de su estado, esta vez fue más rápido y menos doloroso, había estado sintiéndose un poco más liviano, sentía que cuando hablaba de sus recuerdos y dolores con Nam, algo dentro de su mente se aliviaba.

_ Si cargas con todos esos pensamientos y te cierras, estos causan estragos en tu mente Jungkook, tú no tienes la culpa de muchas cosas, tu mente se cerró a lo que tu padre te decía, tuviste una infancia dolorosa, y tormentosa, créeme no sé cómo sigues vivo.

Jungkook tenía un dolor aún más grande en su corazón, había algo más horrible que decir.

Pero no se atrevía, tenía vergüenza, rabia y se sentía culpable.

Jungkook se puso de pie temblando, esos recuerdos estaban bajo la piel y picaban por salir después de mucho tiempo, ahora había una necesidad de hablar, de contar, de deshacerse de todo lo malo que guardaba en su mente y en su corazón.

No había ventanas accesibles y sintió que le faltaba el aire.

_ Necesito hablar, pero aquí no puedo

_¿Quieres salir al patio? _ Le dijo Nam tratando de retener a Jungkook y que no se arrepienta de hablar

Jungkook salió de la habitación, ahora le parecía extraño, las luces, los pasillos, ver a todas esas personas, medias locas y enfermas, bueno, él estaba medio loco y enfermo, de que se sorprendía. Jungkook había pasado un tiempo sin ningún tipo de droga, solo relajantes y ansiolíticos y lo estaba llevando bastante bien, tenía sus ataques de ansiedad de vez en cuando, pero el tratamiento que Nam le daba era efectivo. Su cabeza ahora más lúcida, con menos tormentos que en toda su vida lo hacía sentir un poco mejor.

Se sentó en su banca preferida bajo el pequeño ciruelo, observó las ramitas en floración, la brisa le dio frescor a su cuerpo, se había sentido extraño.

 Tampoco había sentido esas inmensas ganas de follar con alguien. Al único que quería para eso era Jimin. Trato de deshacerse de esos pensamientos, le dolía más que lo que tenía que decir.

Nam se sentó a su lado... solo a la espera.

Jungkook pensaba que los psiquiatras tenían mucha paciencia, él era un bruto irrespetuoso e insolente, sin moral, y Nam se sentaba a su lado y lo esperaba todo el tiempo del mundo, al menos Nam era así...

_ Un par de años antes de que mi madre muriera, tuve una pelea muy fuerte con mi padre, escuchaba sus gritos desde mi habitación, la llevaba arrastrando del cabello por el pasillo hacia su dormitorio, trate de arrebatarle de los brazos, ese día era el cumpleaños de él. 

Quería llevarla al dormitorio para que tuvieran sexo 

Jungkook trago grueso, _ ella no quería, la tome del brazo y se la arrebate diciéndole que ella no quería, y si quería sexo, que se buscará alguna puta de las tantas que tenía.

Él no quiso y me tomó del cabello, a esa edad yo era un flacucho sin fuerza, odiaba mi cuerpo, quería ser grande para poder matarlo de una vez.

Nam se encogió con el pensamiento, sentía como Jungkook temblaba por el recuerdo y su voz se quebraba de vez en cuando

Jungkook respiro un par de veces más.

_ Esa noche hicimos un trato... él me jodía la boca y dejaba de violar a mi madre, todo con mi padre era negocio _ dijo Jungkook con una sonrisa triste

Nam dejo de escribir, sintiendo un escalofrío en su cuerpo, _¿cuántos años estuviste así?_ Dijo Nam un poco desconcertado, pero era una de las cosas que se imaginaba. Jungkook lo miro con aquel rostro de niño sin esperanza, estaba desapareciendo el que miraba con odio, ese hombre cruel e inmoral estaba desapareciendo de a poco, sus ojos hoy no tenían brillo.

Maldito JeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora