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El día domingo había llegado y Luz estaba lista para alentar a su mejor amigo, ahí estaba, junto a su compañera de trabajo, ambas se encontraban observando con suma atención el partido cuando en un momento se acercó Ignacio, ellas no lo habían reconocido, él estaba con una campera pese a las altas temperaturas, un sombrero de pescador que le tapaba sus ojos, y a eso debía sumarle que estaba vestido de negro, imposible no notarlo, ellas estaban en un palco, como siempre ella iba a alentar por su mejor amigo, uno que se negaba a dejarla en la tribuna, aunque para ella resultaba más emocionante compartir con todos los hinchas.

—¿Todo bien?— preguntó el recién llegado a Milagros, su hermana. Ella lo miró y asintió, en cambio Luz lo miró detenidamente.

—¿Ignacio?— preguntó recordando el nombre del hermano de su mejor amiga.

—¿Todo bien?— le preguntó despreocupado.

—Si, no sabía que ibas a venir— comentó Luz desconcertada al ver al hermano de su amiga.

—Si, vine a ver a un amigo—comentó quitándole importancia.

—¿Si?— preguntó —¿Quién es?—él la miró y sonrió, sabía que una vez que le dijera el jugador ella iba a cambiar sus facciones.

—Es Martín, juega en el equipo de violeta y blanco— ella sonrió y asintió.

—No lo conozco, pero que bueno es venir a ver a tu amigo— dijo con honestidad.

El partido tuvo sus altas y bajas, como consecuencia el equipo del amigo de Ignacio ganó. Luz no estaba enojada con el resultado, ella comprendía muy bien que a veces se ganaba y otras se perdía.

—¿No entrenabas hoy?— le preguntó Milagros a su hermano.

—Más tarde, jugamos el miércoles— dijo restándole importancia.

—¿Jugas?— le preguntó Luz al escuchar el intercambio de palabras, él asintió.

—Si, soy jugador de fútbol—respondió, pero aún así ni con esa respuesta ella logró recordarlo.

—¿Salimos a comer?— comentó Milagros, Luz no parecía muy segura.

—Dale, te vas a divertir— la animó Ignacio.

—Es que mañana trabajo— se excusó.

—Te llevó a la vuelta hasta tu casa— ofreció Ignacio, él quería que ella fuera y que tal vez lo reconociera.

Luz terminó cediendo ante la insistencia de Ignacio, los tres salieron del palco, habían cámaras que esperaban hacer notas con los jugadores, nadie notó que Ignacio estaba allí y que vió el partido del cuadro rival por excelencia,

—¿Puedo preguntarte por qué estás vestido así?— preguntó Luz, desde que lo había visto llegar no paraba de pensar en porqué él parecía esconderse de alguien, pero ¿De quien?

—Es normal, sino lo reconocerían y no puede permitirse eso en este partido— comentó Milagros, Luz seguía sin entender

—¡Hermano!— los tres escucharon una voz un tanto conocida para los tres, se dieron vuelta y Luz no podía creer lo que estaba viendo frente a sus ojos. Era el chico rubio que la había molestado en el partido anterior, pero eso no era todo, estaba vestido con la indumentaria del cuadro que estaba jugando, no podía creer lo que estaba frente a sus ojos.

—Martín— comentó Ignacio mientras ambos se saludaban.

—Esto es increíble, no sabía que ibas a estar— dijo Martín desconcertado, habían hablado pero no sabía que Ignacio iba a ver el partido.

—¿Vamos por algo?—Preguntó Ignacio y el jugador asintió.

—Voy a demorar unos quince minutos aproximadamente, ¿Me esperan?— preguntó mirando a Milagros, pero su sonrisa fue desfigurandose al ver a la persona que estaba al lado de la hermana de su mejor amigo. —Deben estar jugandome una broma— dijo sin un ápice de gracia.

—No, creeme que no sabía que iba a verte—dijo Luz un poco borde.

—Así que te gusta ver como nosotros— dijo depositando su brazo en el hombro de su mejor amigo —le ganamos a tu novio—. Ese comentario cambió el rumbo de todo

—¿Ustedes?—. preguntó desconcertada.

—¿Ya te olvidaste rojita?— Comentó Martín con una sonrisa dibujada en su rostro. Eso hizo un click en la memoria de Luz, Ignacio era el hermano de Milagros, pero no solo eso, era el jugador del equipo rival de Gonzalo, el chico que le había ganado a su mejor amigo en el partido anterior.

—¿Vos?—. Preguntó Luz mirando a Ignacio a los ojos, no daba crédito de quien estaba frente a ella, ¿Cómo no pudo reconocerlo? Esto era vergonzoso.

—¿Hola?— dijo con aparente inocencia Ignacio, pero ella no estaba tan cómoda al conocer la verdadera identidad del hermano de su compañera de trabajo.

—Esto tiene que ser una broma, ¿Por qué no dijiste quien eras?— preguntó Luz, no se la veía para nada cómoda.

—No quería que te sintieras incómoda— se encogió de hombros, en parte era verdad pero también quería que ella lo conociera mejor y no como el jugador que se burló en la cara de su novio luego de ganarle un partido importante.

—Ahora ya me siento así—dijo con seriedad— No voy a ir con ustedes—. dijo mirando a Ignacio y Martín, se dió vuelta para ver a Milagros —Nos vemos mañana en el trabajo— susurró.

El ambiente estaba tenso, nadie decía nada, Luz comenzó a dar pasos hacia la salida, por alguna razón sentía que le habían visto la cara de tonta, él la había reconocido y prefirió guardar silencio, era frustrante.

—¡Luz!— escuchó la vos de Milagros. —Para, por favor—dijo cansada de correr —En verdad no se que pasa entre ustedes, pero yo no tengo nada que ver, ¿Podemos ir a comer algo?— pidió con sus manos enlazadas, pidiendo por favor.

—Él sabía quien era y me tomó el pelo este tiempo— dijo perdiendo su paciencia.

—Ignacio suele ser bastante inmaduro, no sabía que ustedes se conocían— añadió.

—Lo vi una vez y créeme que me bastó para toda la vida—Comentó la pelirroja.

Milagros no entendía nada de lo que estaba pasando, ¿Por qué su compañera se negaba a compartir con su hermano? Ya se habían visto y no parecía que fueran a llevarse mal, según ella había gato encerrado, cómo es que su hermano no le había dicho nada que la conocía-

—Lo entiendo, pero íbamos a tomar algo— le recordó Milagros.

—Tu hermano es jugador de fútbol ¿Por qué no me dijiste?—. Preguntó Luz cruzándose de brazos.

—No es algo que le digo a la gente, muchos se acercan porque quieren entradas o una foto con él, no es tan fácil ser su hermana— dijo rodando los ojos. —La gente suele acercarse a mí por eso, no por ser docente. — rió.

—No me acercaría a vos porque tu hermano juega al fútbol— comentó, MIlagros la miró avergonzada por haberle dicho eso unos minutos antes.

—Lo siento...—Susurró.

Luz asintió, pese a que se sentía enojada y burlada por Ignacio y su amigo, Martín, ella iba por Milagros, además buscaría la forma de vengarse del pelinegro. 

¿Rivales?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora