Cap 21 - ¡¿Yo que?!

992 58 7
                                    

-Volvamos a casa...

-No iré contigo.- Dije dejando de abrazarlo.

-Layla..- Rogaba mi padre.

-Tengo una vida excelente, no quiero ser parte de algo peligroso contigo padre.- Dije calmada.

Este me miro sin entender.- Pero Layla, serías feliz, tendrías respeto, te daría lo que quisieras, por favor... vuelve conmigo.- Este dijo agarrando mi mano.

Saque mi mano.- No padre, también te extrañé pero tengo una vida que debo aprender a vivirla sola.

Este me miro algo serio y luego su vista se fijo en Tom.- ¿Es por el chico, verdad?.

Mire a Tom.- Papá, no es solo por el..- Iba a seguir hablando pero me interrumpió.

-Pero la gran parte es por ¿el?.- Preguntó.

Asentí sabiendo que el amor por Tom era inexplicable.- Lo amo padre...

Este asintió con una sonrisa.- Si esa es tu decisión, la respeto.- sonrió.- Pero, no puedo alejarte de mí, prométeme que me llamaras y estarás en contacto conmigo ¿si?.- Dijo agarrando mi mano.

Me dolía, me costaba, me hundía porque sabía que nos había echo mucho daño pero aún así era mi padre.

Le dediqué una sonrisa, lo abracé con las ganas del mundo.- Te extrañé tanto.- Dije derramando lágrimas.- No vuelvas a dejarme padre.

Este me abrazo mas fuerte.- No te dejaré.- Dijo haciéndome sentir su amor.

(...)

El sol de la mañana iluminaba mi cara, esta vez tenía mas trabajo por lo que ahora debía estar en la mañana en el garaje.

Me levante de mi cama, me metí a la ducha dejando caer el agua tibia en mi cuerpo.

Cuando salí me cambie con la ropa que siempre me ponía para trabajar.

Cuando salí, estaba en la puerta de entrada pero mi vista se fijo en un auto negro elegante.

Había un hombre de traje parado en el auto, inmediatamente se acercó a mí.

-¿Señorita, Layla Harper?.- Preguntó.

-Si soy yo.- Dije algo desconfiada.

-Es un gusto conocerla, su padre me envió para dejarla a su trabajo, soy su nuevo chofer personal.- Dijo de los mas serio.

Me sorprendí.- ¿Chofer?.- Dije sin poder creerlo.- Pero, puedo tomar un taxi.

-Lo siento, son ordenes del Jefe.- Dijo abriendo la puerta.- Suba.

Me invito a subir al auto no me quería quejar por lo que solo subí.- Gracias.- Dije tímida.

Todo el camino fue silencioso, solo veía en la ventanilla donde íbamos quería romper el hielo pero con ese hombre que daba miedo ¡Imposible!.

Cuando llegamos me despedí pero este me habló.- La esperaré cuando este lista.- Dijo en el auto.

-¡No!.- Dije asustada.- No te dejaré esperando, son horas de trabajo no puedes quedarte aquí.- Dije preocupada.

-Pero el jefe.- Lo interrumpí

-¡El Jefe nada!.- Dije molesta.- Soy su hija por lo que yo también mando.- estaba convencida.-Acompáñame no te dejaré aquí.- Dije cerrando la puerta.

Este se bajo del auto caminando a mi espalda todo el tiempo, cuando llegué encendí la luz.

-¡AAAAH!.- Grité al ver a muchos hombres en el lugar.- ¿Que mierda?.- Dije asustada.

Tu eres mía... [Tom Kaulitz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora