Tu eres mía... [Tom Kaulitz]

Cap 4 - Layla

-Hey! No toques mi auto idiota!.- Dijo el chico de trenzas mientras me tiraba al suelo.

-Tom... ya déjalo.- Dijo el chico con maquillaje.

Estaba en el suelo mientras intentaba levantarme sin decir nada, Alex me dijo que no les faltará el respeto.

-Debería castigarte por tocar mi auto..- Dijo acercándose mas a mí.

No le respondí y solo le entregué sus llaves mientras buscaba las demás.

-Responde cuando te habló imbecil!.- Dijo mientras tiraba fuerte de mi brazo, sentí como mi gorro se salía de mi cabeza por el tirón tan fuerte, me toque el cabello viendo que lo tenía suelto.

Mire al chico de trenzas con enfadó, su cara era extraña como si estuviera viendo un moustro.

-Eres la chica de la otra vez!.- Dijo el chico de cabello rubio.

-Suéltame!.- Saque mi brazo del agarre del de trenzas.- Que te pasa? solo toque un poco el auto no tienes porque enfadarte y tratarme así!.- Dije  tocando mi muñeca.

-Eres una chica?.- Preguntó sin poder creerlo.

Mire a todos lados pensando si esto era un detrás de cámaras hasta que mi vista se fijo en el de trenzas.- Si! soy una chica, que esperabas?.

-Creí que eras un chico.- su mirada cambió a una divertida.

-Hey bonita... es mejor que no te metas, no querrías tener problemas con nosotros.- Dijo Gustav.

-No quiero problemas con nadie,ten.- Le pase las llaves de cada uno.- sus llaves..

-Espera, espera...- Dijo el de trenzas.- no dejaré que hagas lo que quieras después de insultarme así.- se acercó a mi oído.- mas cuando es una chica bonita.- Susurro en mi oído con un tono de voz malvado, hizo que tragara saliva al escucharlo.

-Leyla!.- Llamó Alex.- Oh! señor kaulitz, disculpe el comportamiento de mí trabajadora no volverá a trabajar aquí si es lo que desea.- Dijo Alex lo mas calmado posible.

-Que?! El fue quien empezó.- Grité mirando mal al chico.

-Nunca dije que podían aceptar a mujeres trabajando, pero haré una excepción por ella.- Dijo mientras hacía una seña de que Alex se alejará.

Mire a Alex como se iba, volteé a ver de nuevo al chico.

-No me conoces verdad?.- dijo acercándose a mí.- además no pareces ser de aquí.- Dijo mirándome de arriba a abajo.

-Eso no te interesa.- Dije acercando mi cara a la suya.

El chico agarro mi cuello fuerte no dejando que retrocediera.- Escúchame bien perra.- Dijo acercándose a mi oído.- Tienes que conocerme, Soy Tom kaulitz, Jefe de las carreras y de este lugar, no te metas conmigo tampoco me insultes y mucho menos me hagas enojar.- Apretó mas mi cuello provocando que no pueda respirar.- Piensa antes de hacer alguna estupidez oh pagaras con tu vida.- por fin me soltó, ahora si podía respirar mejor.

-Tom... ya vámonos.- Dijo el chico con maquillaje.- Yo soy Bill Kaulitz, no me hables cuando quieras no toleraré que te me acerques.- Dijo mientras subía a su auto.

- A mí tampoco, soy Georg.- También subió a su auto.

- Bueno si quieres si puedes hablar conmigo, tengo tiempo para todos.- dijo Gustav guiñándome un ojo.

-Bueno... tu ya me conoces verdad?.- Su cara cambió a una sería.- Siempre consigo lo que quiero así que no juegues con fuego.- se subió a su auto sin antes dedicarme una mirada de advertencia.

-Idiotas...- murmure.

(...)

-Mamá tengo trabajo en la noche no puedo llamarte a esa hora, luego lo haré si? adiós.- Suspire mientras cortaba la llamada mi madre se preocupaba tanto que ya me cansaba.

Me metí en la ducha, dejando caer el agua en mi cuerpo pensando en todo lo que había pasado con ese tal "Tom".- Eres fuerte Layla, no dejes que ese Imbecil te diga que hacer.- Apreté mis puños mientras golpeaba la pared, ni siquiera sentía el dolor de la rabia que tenía.

Termine de ducharme poniéndome lo mismo de siempre, pedí mi taxi, agradecí y empecé mi rumbo de nuevo en ese trabajo.

-Layla!.- Gritó Alex  a lo cual fui limpiando mis manos de aceite.

-Si?

-Tienes que ir a ver los autos de los Kaulitz.- Dijo frustrado.

-Que? porque yo?.- Pregunté, no quería tener problemas con ellos.

-Porque te lo mandó! es tu trabajo.- ordenó alzando la voz.

Fui regañadientes a buscar las cosas mientras me sacaba la parte de arriba del traje quedando con la parte de abajo del traje como pantalones, agarre las herramientas y fui a las carreras mientras amarraba mi cabello en una cola de caballo.

Mientras mas me acercaba mas podía sentir los gritos molestos de Tom y podía ver las miradas de los demás.

-Quien carajos hizo esto?!.- Gritó Tom mientras se volteaba de golpe quedando frente a mí.

-Deja de gritar y hacer escándalo.- Dije sacando las herramientas.

-No me contestes perra! acaso tengo que advertírtelo otra vez?.- Dijo acercándose amenazante a mí.

-Solo quiero arreglar tu maldito auto.- Dije acercándome al auto mientras abría el capó pude ver las fallas la batería del auto estaba dañada.

-No dejaré que una chica repare mi auto, no sabes lo que haces.- Dijo enojado mientras quitaba mi mano de su auto.- no lo toques!

-Quieres que tu maldito auto se dañe! eso quieres?.- Acerque mas mi cara a la suya me mostraba com autoridad.

-Tom...deja que haga su trabajo oh no podremos continuar con la carrera.- Aclaró Bill.

Tom se quejó mientras soltaba su agarre, mire de nuevo el auto tratando de cambiar la batería, rápido fui a buscar una batería nueva, saque la antigua, con los cables, negativo y positivó, luego puse la nueva conectando el positivo y negativo, hice algunos ajustes al aceite el cual mancha mucho, sacaba el sudor de mi cabeza manchando un poco mi cara de aceite, hasta que mi trabajo estaba echo.

Cerré el Capó.- Ya esta, Todo tuyo.- Dije limpiando mis manos del aceite.

Vi como Tom entro al auto viendo si arrancaba se bajo rápido hacía mi.- Lo se hiciste cambios en mi auto dime que hiciste?.- Ordenó.

-Solo le hice cambios en la velocidad, ahora tienes más potencia dependiendo como lo manejes, pero aún así será mas rápido.- Dije guardando las cosas.

-Valla... me sorprende que una chica sepa de estas cosas, no hagas cambios en mi auto sin que te lo pida, escuchaste perra?.- Su voz era fuerte dominante mientras que dibujaba una sonrisa diabólica en su rostro.

No respondí nada y solo caminé de nuevo al garaje, escuchando lo que colmó mi paciencia.

-Porque no vas con las prostitutas? Te verías mejor siendo golpeada y usada. eso es lo que una mujer debe hacer, solo obedecer y callar su maldita boca.- Gritó mientras todos reían hasta las mismas mujeres, donde quedo su dignidad?.

Pare mí paso y me volteé hacía el, corrí tirándolo al piso, mientras lo golpeaba en la cara sin parar, me di cuenta que estaba sacando sangre así que me aleje.

-Que demonio.- Lo interrumpí.

-No!, Calla tu maldita boca, Basura como tu no debería existir en este mundo, yo no soy ninguna prostituta, soy una mujer que merece respeto. No vuelvas a faltarme el respeto no me das miedo , porque no vas y te metes tus palabras en el culo maldito idiota!.- Grité mientras me levantaba de golpe.- No dejo que hombres como tu me digan que hacer.- me acerque a el que estaba sorprendido.- Yo también consigo lo que quiero...- dije esto ultimo agarrando mis herramientas me quitaba mi liga del cabello dejándolo suelto, mientras caminaba al garaje.

-Es tu hora, llego tu infierno Tom Kaulitz...

Amo a Layla quiero ser ella
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