Estábamos en la última hora de la última clase de mi último curso en el instituto. Iba a entrar a la universidad pero la verdad no era algo que me interesara mucho.
Oliver estaba a mi lado como siempre. Nos conocimos con tres años en un parque, le quité su juguete el me gritó yo le pegué, el me pegó y desde entonces somos inseparables. Descubrimos al día siguiente que éramos vecinos y lo más importante que íbamos a la misma clase.
Y eso mejores amigos, la verdad odio las cursilerías, pero el las ama así que Dice que somos almas gemelas pero en amistad o algo así.
En fin, tocó la sirena y salimos de clase, juntos fuimos a nuestro bloque de pisos en el que yo vivía en el tercero y el el segundo.
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Vale, una vez contado esto, me presento, soy Tyler, en esta historia tengo dieciocho años, pero ahora mismo soy bastante mayor. Os quiero contar cómo mi vida cambio drásticamente por una decisión de último momento decidida en tan solo unos segundos.
Como os he dicho Oliver y yo éramos inseparables, pero también cada uno tenía sus grupo de ""amigos"". Ambos teníamos vidas de mierda, sus padres hippies y los míos subnormales. Por culpa de esto y las juntas a los quince años ingresé en un centro de desintoxicación, el estado obligó a mis padres a meterme ya que a esa corta edad era adicto a todo.
Es gracioso que salí a los pocos meses de estar allí, ya que mis padres no pagaban así que Oliver fue a recogerme. Nos abrazamos como nunca y le prometí que jamás volvería a tomar ningún tipo de droga, el incluso lloró.. También dentro de allí conseguí una maquinilla y rapé todo mi pelo, y así se quedó durante muchos mucho años.
El por el contrario tenía unos padres que estaban siempre fuera por lo que su casa estaba llena de chicas o de metaleros borrachos. Mejor dicho sus amigos.
Siempre que salíamos de fiesta el era el que más ligaba, ya que tenía una labia increíble y yo estaba centrado en no recaer más que en pillar a una chica y tirarmela.
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Habían pasado un par de horas desde que habíamos terminado las clases, me aburría de escuchar a mis padres pelear y sabía que tarde o temprano estarían follando así que bajé a casa de Oliver.
Tenía llave de su piso y el del mío, así que entré sin llamar. Mala idea. Oliver estaba en el sofá en calzoncillos con dos chicas rubias semi desnudas sobre el.
Los tres se sobresaltaron con mi llegada.
- Joder Tay podrías tocar - dijo incorporándose levemente
- ¿Tay? - una de ellas preguntó
- Tyler, ni se te ocurra volver a llamarme así - dije mirándola mal.
- ¿Te vas a quedar Tyler? - preguntó la otra mordiendose el labio.
Mire a Oliver el cual negó con la cabeza seriamente.- No, ya me iba perdonar
Me di la vuelta pero antes de irme Oliver me paró en la entrada, sigo sin entender como llegó allí tan rápido.
- Vuelve más tarde, no quiero dormir solo y yo con estas no me quedo.
Reí y asentí abriendo la puerta.
Salí de allí y me empecé a agobiar, que mierda iba a hacer, no tenía amigos desde lo del centro y la única persona que tenía se estaba tirando a dos tías. Mire a ver cuánto dinero llevaba, le había cogido a mis hace poco bastante dinero, así que aproveche para irme a comprar un libro y así hacer algo con mi vida.