rutina

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Oliver iba tarde, para variar.
Oliver corría por el pasillo con los pantalones a medio poner, yo le hacía un sándwich de desayuno mientras Marcus comía cereales en el sofá.
Cuando Oliver consiguió ponerse los pantalones se acercó a mí lado con su mochila, me besó suavemente sonrió y cogió su "desayuno" para después salir corriendo del apartamento.
Suspiré mientras me sentaba a desayunar junto a Marc.
- Que turno tienes hoy - preguntó.
- Tarde.
- Menos mal, no sabes lo aburrido que es sin ti.
Marcus tenía turno de tarde fijo así que no siempre trabajábamos juntos.
- Solo te pido que me quites a la loca de encima. - El soltó una carcajada - es que no se entera que no quiero con ella y por más que le digo que tengo pareja dice que ella es mejor - solté exasperado.
- Dile que eres gay.
Fruncí el ceño pensativo.
- No es justo,¿ no le sirve solo con un no?
- A situaciones desesperadas medidas desesperadas Tyler, vivimos en un mundo de mierda.
- Y si...le pido a Oliver que venga y "salimos del armario"
- Es una buena idea.
Llamé a Oliver justo después, el accedió pero cambio tenía que ir a por el al día siguiente a la universidad para presentarme a sus amigos.
Cogí aire. Le conté el plan a Marcus que puso un mensaje en el grupo del trabajo para que los de esta tarde que no tuvieran cierre fueran a cenar y que trajeran a sus parejas.
Cuando lo envío vi como su mirada se entristecía.
Lo abracé y consolé durante un rato y nos vestimos para ir a trabajar. Oliver llegó media hora antes.
Estaba contento hablaba por los codos de lo emocionado que estaba me cubrió de besos y se fue a duchar.
La tarde de trabajo fue....en fin. Una loca siguiéndome todo el rato diciendo que suerte que ella no tenía pareja y que estaba deseando conocer a mi noviA para ver con quién tenía que competir. Cada vez que Marcus estaba cerca y escuchaba sus palabras ocultaba una carcajada tosiendo. El resto también se olía algo así que la ignoraron.
Subimos a ducharnos y prepararnos para las cena Oliver estaba incluso más nervioso que yo y Marc simplemente reía al ver cómo Oliver por voluntad propia iba a fumar al balcón.
Habíamos quedado en vernos todos los compañeros y acompañantes en un restaurante baratucho pero bueno en una hora así que salimos rápidamente.
Todos estaban arreglados y bastante guapos nos saludamos y presentamos. Casi todos venían con alguien, gente muy simpática, nadie cuestionó que mi acompañante fuera un hombre hasta....
-¿ Y tu con quién has venido? - escuché su irritante voz y suspiré.
- Con mi pareja. - por desgracia al puto sociable de Oliver le había dado por hablar con dos chicas, esas eran del turno de la mañana por lo que di por hecho que simplemente se habían acoplado.
- No la veo - murmuró mordiéndose el labio.
- Oli, ven un momento - le llamé, el cortó amablemente la conversación con las chicas para que se acercará a mi.
- No entiendo - rodé los ojos y bufé molesto, Oliver entendió y agarró mi mano sonriente.
- Aquí la tienes, mi pareja, Oliver.
Ella parecía desconcertada el resto del grupo no miró divertidos, ya que era bastante obvió el enamoramiento que la puta loca tenía en mi.
- Es un chico.- sentenció
- No jodas - respondí sorprendido y miré a Oliver- ¿eres un tío ? ¿Cuando tenías pensado decírmelo?
Oliver me pegó una colleja. Escuché la escandalosa risa de Marcus por detrás y los demás dejaron de prestarnos antencion.
- no seas borde Tay - dijo pegándose a mí
- No lo entiendo....- murmuró ella.
- Joder - gruñi, cabreado. - Vanessa, este es mi novio Oliver, Oliver mi compañera de trabajo Vanessa. ¿Entramos?
Tiré de Oliver hasta el resto del grupo que había comenzado a entrar en el restaurante. Ella no entró de inmediato, tardo diez minutos.
Oliver se sentó a un lado mia y ella al otro, todos hablábamos animadamente mientras comíamos menos ella que revolvía su comida en silencio.
Derrepente puso una mano en mi rodilla para llamar mi atención. La mire y quite la mano disimuladamente.
- Puedes...salir un momento porfavor - murmuró avergonzada- quiero hablar contigo.
Suspiré. Le di un beso en la mejilla a Oliver y le susurré que no tardaba y nos fuimos de la mesa avisando que volveríamos pronto.
Me guío hasta el callejón contiguo al bar, me apoyé en la pared.
- Venga, tengo hambre y no quiero dejar solo a Oliver. - Ella se acercó a mí en paso lento. - date prisa o me voy.  Acto seguido se abalanzó sobre mi besándome y agarrándome la entrepierna yo la aparte de un empujón cabreado haciendo que chocará con la pared de enfrente. - ¡Que cojones te pasa! - grité, limpiándome los labios con fuerza.
-Puedo cambiarte Tyler, dame una oportunidad...te quiero...
- Estás loca.
- Estoy loca por ti, soy mejor que el porfavor
Le agarré la barbilla con fuerza obligando a que me mirara.
- Nadie, absolutamente nadie en este puto planeta, es mejor que el, grabatelo en la cabeza, soy gay, maricon como quieras llamarme y, aún que no lo fuera , no me gustarías jamás porque eres una desesperada que en cuanto ve un pene corre detrás del. Aprende a quererte un poco.
Solté su cara con fastidio y me metí en el restaurante dejándola seguramente haciendo un berrinche. Me senté junto a Oliver y el me miró y se acercó a mí oído suavemente.
- ¿Todo bien ?
Asentí.
- luego te cuento.
- Vale - sonrió dejando un pequeño pico en mis labios.
La chica no volvió a aparecer, terminamos de cenar un poco ebrios, sobre todo Oliver que en el camino a casa  estaba excesivamente cariñoso, dando besos y frotando su nariz en mi cuello ,agarrando mi brazo acariciando mi cara e intentado agarrar mi culo.
Yo lo mantenía a ralla todo lo posible por Marcus, que se había adelantado levemente.
Derrepente se giró.
- Oye, puedo buscarme otro lugar para dormir, no me importa.
- ¿Que? No, por qué harías eso, Oliver estate quieto por dios - dije separándolo de mi cuello.
- para..., dejaros intimidad y todo eso.
- No hace falta, no vamos a hacer nada, está muy borracho - al escucharme Oliver y hizo un puchero.
- Pero yo quería...- murmuró.
- Pues no- regañé. Bufó y se soltó de mi para seguir andando por su cuenta - A veces me pregunto si estoy saliendo con un chaval de 19 años o con un crío de cinco.
Marcus rió, comenzando a andar junto a mí.
Al llegar a casa Oliver y yo salimos a fumar mientras que Marcus se iba a dormir, en cuanto escuché la puerta de Marcus cerrarse entorné la puerta del balcón y aprisione a Oliver contra la barandilla.
Este me miró sonriente.
- No estás borracho - murmuré en su cuello dejando besos ahí.
- Nop - dije inocentemente mientras agarraba el pelo de mi nuca - ¿te lo vas a volver a rapar? - preguntó mientras yo seguía devorando su cuello. Asentí. - Si...me pones más ah... - jadeó en cuanto metí mi mano en sus pantalones - me pones más rapado.
Sonreí. Comencé a besar sus labios fuertemente. Mientras lo masturbaba bajo la ropa. Cuando me separé y volví a su cuello, dió una calada al cigarro que se estaba consumiendo entre sus dedos. Mi mano se movió más rápido mientras yo empecé a frotarme contra su muslo.
Agarró mi cara como pudo para pasarme el humo y después juntar nuestros labios en otro beso desesperado. Me separé de el. Tenía las mejillas y labios rojos estos un poco hinchados y mojados.
Me coloqué de rodillas frente a el y baje su ropa interior levemente para dejar su miembro fuera. El se agarró a la barandilla con fuerza mientras que su otra mano terminaba el cigarro. Lo tiro lejos y agarró mi cabeza mientras yo lamían y chupaba. Oliver terminó gimiendo bajo sobre su mano y manchando parte de mi cara.
Nos recompusimos y fuimos a la cama. Cerramos la puerta. Por primer vez en mucho tiempo.
- Como has sabido que no estaba borracho.
- Se como eres borracho, además, mañana tienes universidad y no eres lo que se dice irresponsable.
Sonrió. Mordió su labio acercándose a mí.
- Tu no has terminado aún - susurró dulcemente contra mi oreja.
- Y que vas a hacer al respecto - jadeé sintiendo su mano dentro de los pantalones. Pero, no por la parte de mi pene. Sonreí.
- No hagas ruido Tay....
Bajo mis pantalones y se puso detrás de mi.
Llenó sus dedos de saliva y metió uno con cuidado. Gruñí. Después metió otro y luego otro comenzó un vaivén con sus dedos metiendo y candandolos y moviéndolos dentro de mi mientras su otra mano movía frenéticamente mi pene.
Calló todo gemido que pudo a ver salido con sus labios hasta que me corrí jadeante echando la cabeza hacía atrás para apoyarla en el hombro del rubio.
Nos pusimos cualquier cosa pues a la maña siguiente iban a irse a lavar. Limpiamos lo que pudimos y nos metimos en la cama.
Nos mirabamos en silencio hasta que Oliver decidió hablar.
- Aún tengo algunas conversaciones pendientes contigo.- Asentí. - pero como no quiero que nos pongamos tristes ahora.... Quiero sacar una cosa.
- Dime - me arrimé a el mientras acariviaba suavemente su pelo.
- Cuando....te llamé cariño...en aquella llamada.
Reí levemente, estaba sonrojado.
- Que pasa - incité a que siguiera.
- ¿Te gustó?
- Hasta me empalme.
- gilipollas - rió.
- Me...me resultó raro, Nunca nadie me ha llamado cariño y me resultó extraño.
- A mi si me gustó, llamarte cariño....y cuando te burlabas y me lo llamabas tú también. Sentía que se me.salia el corazón.
-¿ En serio?
Asintió
- Cariño.... - sonreí - sabía que te gustaban las ñoñerías... Sinceramente - me coloqué sobre el- yo prefiero Amor.... bebé.... - besé su frente.
- Amor....es bonito también.
- ¿Si? - bajé el pantalón que llevaba puesto y el mío también. Jadeó cuando comencé a frotar nuestros miembros ya desnudos. - ¿Te gusta amor ?
Gimió.
- S-si.... - lo besé. El me siguió el beso con facilidad. Agarró mi culo para incentivar mis movimientos. - Q-quiero... Joder...quiero metertela.
- por supuesto amor....- dije divertido. A el no le hizo gracia ya que con un movimiento rápido me tenía presionado contra el colchón y rozaba la puta de su miembro contra mi entrada. Ya dilatada de hacía un rato.
- Sigue...sigue llamándome así - comenzó a meterla con cuidado.
- Amor....- gemí ahogado y mordí mi labio inferior.
No voy a dar más detalles porque me da vergüenza. Pero hizmos el amor, lo más silencioso posible.
A la mañana siguiente Oliver y yo nos levantamos temprano para ducharnos y cambiar las sábanas rápidamente. El rubio fue a la universidad como de costumbre despidiéndose de mi con un beso más tierno de lo normal y yo desperté a Marcus ya que necesitaba coger mi ropa para preparame para recoger a Oliver después. Lo volví a dejar durmiendo ya que me quedaba mucho para empezar el turno y yo me senté a dibujar.
Las horas pasaban y yo me ponía cada vez más nervioso. Me peiné y vestí mientras Marcus comía en silencio en el salón.
Salí rápido del baño y respiré hondo.
- Tranquilo hermano, solo vas a recoger a Oliver de la universidad no a pedirle matrimonio.
Me atraganté con mi propia saliva y tosí.
- ¿Matrimonio?
Marcus echó la cabeza hacía atrás en una carcajada. Cuando se relajó se levantó hacia mi con una sonrisa.
- ¿Quieres que te lleve? Aún tengo tiempo.
- porfavor y gracias.
- Termino de comer y nos vamos.
Asentí sentándome junto a el.
En el trayecto en el coche fumé como tres cigarrillos, Marc me miraba divertido.
- Ponte colonia, no querrás oler a abuelo de cincuenta años con problemas pulmonares, hay en la guantera.
Obedecí moviendo la pierna con rapidez y mordiendo mis uñas.
Aparcó delante de la universidad y salí del coche.
- Tu puedes Tyler - rió - llámame si necesitas algo.
- gracias - sonreí y esperé se fuera. Me acerqué al campus y esperé en la verja de enfre de la puerta principal. Evite fumarme otro cigarro para no oler tanto a tabaco.
Me llegó un mensaje de Oliver .
"Estoy saliendo:D:D:D"
Sonreí enderezándome, vi que había varias personas igual que yo, seguramente esperando a que salieran sus amigos o compañeros, eso me tranquilizó.
Derrepente mucha gente empezó a salir del edificio principal. Yo miraba a todos en búsqueda de el pelo rubio de Oliver. Hasta que un chico se cruzó en mi mirada.
Pelo negro y ojos azules, estaba tapado con una capucha y con grandes ojeras y ojos hinchados. Luc.
El también me vio y se quedó parado mirándome fijamente. Respiré hondo. Vi como se acercaba rápidamente y se planto frente a mi. Vi sus ojos cristalizarse y me metió un guantazo.
Agarré mi cara y lo miré cabreado. Pude ver cómo se le había subido levemente la manga de la sudadera llevaba el brazo vendado fruncí el ceño.
- Te odio - dijo para después marcharse prácticamente corriendo. Sentí un nudo en el estómago y apreté los puños viendo cómo corría calle abajo. Apenas me dio tiempo a reaccionar.
Intenté recomponerme pero la preocupación y el cabreo se podría haber notado a kilómetros. Sobre todo si vives conmigo y pasas el día pegado a mi, como hizo Oliver.
Lo vi acercarse con un grupo de seis personas, sonreí en cuanto lo vi, sentí que el cabreo se me esfumaba cuando lo vi quitar la cara de preocupación.
Se acercó a mí a paso rápido y pasó sus brazos por mi cuello y yo por su cintura uniéndonos en un abrazo tierno.
- hola... -murmuró.
- hola....amor - murmuré yo haciéndonos reír.
No separamos levemente coloqué mis manos en su cadera y el en mi cuello. Nos dimos un beso. No me importó estar en mi público ni que la gente nos mirara.
Nos volvimos a separar y me miró fijamente.
- Que te pasa - preguntó acariciándome la mejilla con el pulgar suavemente.
- Luc - susurré, el hizo una mueca y suspiró.

Two boysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora