¿casa?

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Llamé a Marcus en cuanto Oliver quedó dormido esa noche. Le conté por encima lo que había pasado desde el principio y accedió a ayudarme sin problema.
Tuve suerte de que tuviera a dos amigos en la misma universidad uno de ellos compartía algunas clases con Luc así que aprovechamos.
Quedamos esa misma noche un bar que cerraba tarde, obviamente sin que Oliver se enterara. Quería hacerle pagar sin que el quedará salpicado.
Empezamos porque el amigo de Marcus que estaba en su clase empezará con los rumores. Los mismos que con Oliver pero, añadiendo que pegó una paliza a unos chicos solo por ser gays y que de joven le gustaban los que eran más pequeños que el (yo)
A la semana el rumor se había esparcido por la universidad, Oliver me preguntó si yo tenía algo que ver y yo solo me encogí de hombros.
- Tyler joder, ¿eres consciente de lo que estás haciendo?
- seh
- y estás orgullo.
- por supuesto - le miré y me sonreí. Estaba sentado en el sofá mientras el cocinaba.
- joder, como se entere que has sido tú estoy muerto.
- no si yo lo mato antes.
- imbécil -Sonreí burlonamente.- lo que estás haciendo se podría considerar bulling.
- lo que ha hecho es mil veces peor y encima nosotros no estamos esparciendo ninguna mentira.
Terminó de cocinar y puso un plato de algo que sinceramente no parecía muy apetecible. Nuestras habilidades en la cocina eran nefastas pero mi comida por lo menos está comestible.
- ya, pero no me gusta esto de "vengarse"
- me la suda Oliver, lo has estado pasando mal por el además no es la primera vez que te hace sufrirá tanto, se merece sufrir lo mismo o incluso más.
Oliver suspiró resignado y se sentó junto a mi para comer. Revolví un poco lo que había en el plato con una mueca.
- no te gusta, a que no.
- pues...no parece muy apetecible, pero siempre acaba estando bueno lo que haces.
- hm...
Le di un beso en la mejilla y comencé a comer.
-¿ ves? Ni tan mal.
-hm...
Le llegó un mensaje, se quedó mirando fijamente el teléfono con el ceño fruncido.
- ¿Luc? - pregunté.
- Peor - se quedó callado un rato - tu...padre, dice que lo tienes bloqueado, y....cito textualmente; " la puta de su madre está en el hospital no durará mucho más. dile que aún que el desagradecido de mierda se haya ido su madre quiere verlo" -Respiré hondo - Tay....que vas a hacer.
- N-no se, es mi madre pero.... porqué quiere verme - Oliver se encogió de hombros - lo pensaré después, ahora vamos a comer .
Hice una mueca que debió ser una sonrisa y comimos en silencio. Pasaban muchas cosas por mi cabeza, la discursion con Oliver, más todo lo que le estaba pasando, no le había contado aún que había salido del armario con Marcus qy ahora mi madre estaba en el hospital.
La verdad es que no tenía apego a ella pues el la mayor parte del tiempo que pasaba con ella era gritándome o pegandome. Pero, alomejor iba, si se iba a morir por lo menos le daría en el gusto.
- Oli, ¿no te dije que bloquearas a mi padre?
Bajó la cabeza.
- Lo hice pero empezó a llamar y lalmar y llamar. Me agobie y lo desbloquee.
- Joder Oli.
- ¿vas a ir entonces?
- Si...le daré un gusto antes de que la palme.
- Te acompaño.
- No. Tu tienes que ir a la universidad iré y volveré solo serán tres días.
- no hace falta que lo hagas tú solo
- lo sé, pero quiero hacerlo.
Oliver asintió y beso mi mejilla
- porfavor avísame si pasa algo malo.
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El camino fue largo, más de lo que me hubiera gustado, pase por los mimos lugares que cuando llegamos a Brooklyn. Solo que esta vez tuve que aguantar despierto más tiempo.
Llegué a casa a las diez de la noche, respiré hondo y aparqué el coche lo más cerca que pude.
Subí las escaleras a mi antiguo apartamento despacio. Cuando estuve frente a la puerta mis manos comenzaron a temblar, toqué.
Minutos después mi padre abrió la puerta en camiseta de tirantes blanca y calzoncillos, tenía unas ojeras marcadas y barba de varios días.

- Has venido. - murmuró con tono grueso
- si - respondí y respiré hondo, antes de poder continuar mi padre me dió un bofetón, seguido de otro, después me agarró del cuello y me metió dentro de la casa. Intenté defenderme. Pero él era más fuerte. Siempre lo había sido. Me pegó hasta que estuvo satisfecho y me dejó tirado en medio del salón.
- Mañana iremos a ver a tu madre, no se qué quiere esa puta de ti, pero cualquier gilipollez y estas muerto - escupió yendose a su habitación.
Comencé a llorar en silencio, si me oía iba a ser peor, me agarré el pecho mientras mis manos temblaban. Me dolía cada parte de mi cuerpo dejo bastantes marcas por todas martes. Me tapé la boca para sollozar.
Agarré la mesa para apoyarme y poder llegar hasta mi cuarto. Llegué a a trompicones y cerré la puerta. Me permití llorar sentando en la cama.
Siempre fue así, fui el desahogo para ambos, ninguno nunca me quiso, fui insultado, pegado durante años.
Me relajé un poco y aproveché para escribir a Oliver. Hablamos un rato, hasta que él se fue a dormir ya que tenía clase.
Yo no podía estaba demasiado alterado.
Aproveché para ver mi antiguo cuarto, todo seguía igual los libros, papeles del instituto. Algunos juguetes de cuando era pequeño. Mi cajonera con ropa. Abrí cajón por cajón para aprovechar y coger ropa para llevármela a Brooklyn.
Rebuscando encontré algunos comics que escondía para que mis padres no los tirarán, algunas fotos con Oliver, me llevé una sorpresa al abrir el último cajón, solo había una capa de ropa interior y el resto eran libros y un montóncito de revistas, porno. Solté una risa nasal y puse una mueca y  segui buscando, encontré una caja de lata, fruncí el ceño y la abrí. En cuanto pude ver lo que contenía la volví a cerrar.
Pensé Que lo había tirado todo, pero no, la caja estaba llena de cosas que usaba cuando me metía Bolsas con droga jeringas cucharas mecheros pipas. Ponía mi mano en el fuego a que lo había tirado todo. Guarde la caja y me senté sobre la cama respiré hondo y me metí bajo las sábanas.
No dormí nada, me dolía todo el cuerpo y el pensamiento de tener la caja tan cerca se me había metido en la cabeza y me mantuvo en vela toda la noche.
La mañana llegó me intenté acurrucar en la cama pero mi padre abrió la puerta con fuerza.
- Desayuna, te quiero listo en una hora iremos al hospital, cuando volvamos hablaré seriamente contigo.
- hmm
- ¿Que?
- Si...- murmuré
- Si, que - dijo cabreado - mírame.
Me giré hacia el.
- Si, papá.
- bien
Salió de mi habitación, suspiré y me levanté como pude.
Me puse algo de ropa y salí al comedor, mi padre me había hecho el desayuno, fruncí el ceño.
- ¿esto es para mí ? - pregunté.
- ¿Ves a alguien más en esta casa? Es tuyo.
- Gracias...
Comí en silencio, mandé un par de mensajes a Oliver para decirle que ya estaba levantando.
Salí junto a mi padre a un coche completamente nuevo, olvidé que le había robado el suyo.
Me senté de copiloto, mi padre arrancó, yo respiré hondo.
- Diga lo que te diga tu madre -comenzo - no le creas ni una palabra, eres mi hijo.
Lo miré
- ¿Que?
Negó con la cabeza y apretó con fuerza el volante
Mordí mi labio inferior nervioso mientras veía como nos acercábamos al hospital.
- tu madre está en la quinta planta en la habitación 522, sube, te espero en el parking.
- bien - salí del coche nervioso, necesitaba a Oliver, necesitaba su apoyo, necesitaba que agarrara mi mano ahora mismo. Entre al hospital lentamente y subí hasta la quinta planta, respiré hondo. Antes de entrar a la estancia donde estaban las habitaciones la cajita dentro de mi cajón volvió a aparecer en mi mente. Intenté quitar esa idea de mi cabeza.
Llegué a la habitación, entre lentamente, mi madre estaba en la cama tumbada tenía unas gafas de oxígeno puestas y varios sueros y medicamentos conectados a su brazo. Era una habitación individual su cama estaba pegada a la ventana. Ella estaba recostada para la ventana mirando por ahí.
- Mamá - dije para llamar la atención.
Ella se dio la vuelta algo alarmada.
- Tyler - dijo cuando me vio - has venido - murmuró bajo. Pude ver bien su cara, estaba pálida tenía un ojo morado y el otro tapado con un parche atraves del pijama el cual era de manga corta pude ver varias heridas y tenía media cabeza rapada y vendada.
Abrí los ojos asustado y me acerqué a ella rápidamente.
- Q-que.... - murmuré mirándola - que ha pasado - Sus ojos se llenaron de lágrimas y bajó la mirada, estaban sin vida - fue papá - sentencie.
Ella asintió.
- Papá te pegó....
- Siempre lo ha hecho - respondió ella - desde que te fuistes empeoró, estaba enfadado y yo era la persona que tenía más cerca.
Respiré hondo, no pensaba sentir culpa.
- Que....que era lo que querías decime.
Me miró.
- Eres un desagradecido, después de todo lo que hicimos por ti, nos robas y nos dejas. Me dejas, con tu padre, sola .
- Nunca hicisteis nada por mi, no es culpa mía que te casaras con un hombre abusivo, es más, no fuiste la única a la cual pegaba y lo sabes.
- No es justo, tu padre no era así cuando nos casamos. Fue poco después de que nacieras tu.
- Eso no es mi puto problema, yo no pedí nacer - Ella me miró.
- Lo sé, pero....
- Mamá, que mierda querías decirme.
- El no es tu padre - apreté los puños - se enteró hace unas semanas, por eso estoy aquí, los médicos no tienen mucha fe de que pueda salir de esta, por eso quería decírtelo.
- Como que no es mi padre, que mierda quieres decir - la caja volvió a aparecer en mi mente.
Ella comenzó a llorar.
- Fue un error, no debiste....no debiste haber nacido.
- ¿Que? ¡¿Ves normal, que me haya hecho un puto viaje de tres días para que me digas que no debería haber nacido ?! - empecé a levantar la voz. Ella se encogió en la cama - en serio pensé que te ibas a disculpar por toda la mierda que me has hecho pasar.
- Nunca me disculparia con un desagradecido como tú, nos abandonas y todavía esperas que te pida disculpas, eres un error Tyler bastante es que hice el esfuerzo de criarte. Deberías agradecer a ese hombre al cual has llamado papá toda tu vida.
- Quien es mi verdadero padre.
- No lo sé, yo estaba borracha ni si quiera recuerdo quién fue o como fue.
Una lágrima calló por mi mejilla.
- Me voy, me voy para siempre incluso si consigues vivir, no me vas a volver a ver jamás, ahora si que tendrás razones para llamarme desagradecido.
Salí de la habitación echo una furia cogí mi teléfono y llamé a Oliver. Tardó en contestar.
-  ¿Tay? - dijo del otro lado. Solloce en cuanto escuché su voz, estaba saliendo del hospital cuando eso pasó - Tay que pasa, que ha ocurrido.
- Pensé que se disculparia- dije en un sollozo, me metí en un callejón para que nadie me viera en ese estado - N-no... Me ha llamado desagradecido....mi padre...- me cortó un gemido ahogado.
- Respira, Tyler, tranquilo porfavor. Cuéntame desde el principio pero necesito que te relajes.
Obedecí, le conté todo mientras encendía un cigarro.
- No quiero ver a mi padre - murmuré agotado.
- Normal Tay... - dijo Oliver desde el otro lado del teléfono- mierda, Tyler cariño lo siento mucho....- murmuró.
Sorbi por la nariz y sonreí ladinamente.
-¿Cariño ? - dije en tono burlón
- Osea - lo oí balbucear algo- N-no quería decir, es decir - reí levemente - se me ha escapado, es que no estoy en lo que estoy y no sabía que decir y lo he soltado bueno me voy adiós - colgó. Empecé a reírme cuando volvió a llamar, lo cogí.
- Hola - dije divertido.
- hey, que, como estás.- contestó Oliver.
- mejor, gracias a ti, cariño - reí
- vete a la mierda.
Solté una carcajada y derrepente nos quedamos en silencio. Hasta que yo hablé.
- Te echo de menos.
- yo también....
- intentaré salir esta tarde, en dos días estaré allí, ¿si ?
- si porfavor
- tengo que ir con mi padre, luego te llamo....cariño
- que te jodan, luego hablamos, te quiero - colgó y me reí.
Me di la vuelta y me quedé paralizado.
- ¿Con quién hablas hijo?
- Con nadie, nos vamos ya - intenté pasar por su lado pero el puso una mano en mi pecho y me empujó hacia la pared.
- ¿Te quieres ir esta tarde para ver a quién?
- No importa pa...- lo miré - no importa....
-¿ no me llamás papá? - preguntó acercándose a mi
- Yo... - fijé mi vista al suelo - lo siento.
- la zorra de tu madre me pone los cuernos, tiene un hijo de un gilipollas al cual me tomo la molestia de criar y no es capaz de llamarme papá.
- nunca te has comportado como un padre de todas maneras- le reté. El agarró mi cuello con fuerza dejándome sin respiración.
- Apartir de ahora , me vas a seguir llamando papá, vas a subirte en el coche - agarré su mano para que me soltara pero apretó más alrededor de mi cuello - vamos a llegar a casa y vas a ser un niño bueno, ¿Está claro?
Me soltó
- ¿Q-que...? - me dió un guantazo. Y me agarró la cara
- responde, ¿ Vas a ser un niño bueno? - me dio un cabezazo contra la pared, asentí - con palabras.
- Si....
- Si, que.
- Si papá....- murmuré asustado.


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