universidad

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Primer día de universidad para Oliver, corría de un lado a otro de la casa buscando su estuche, su mochila, iba a medio vestir y despeinado.
Yo le estaba haciendo el desayuno para quitarle eso de encima.
Corría poniéndose sus pantalones haciendo que se tropezara y callera al suelo. Sonreí y me acerqué a él para levantarlo.
- Relájate anda - se puso de pie con mi ayuda le arreglé los pantalones y la camiseta, le peiné y le dije que fuera y se preparará lo que necesitara para hoy. A cambio me dio un pequeño beso en los labios.
Desayunó deprisa y cogió todas sus cosas le di un beso en la puerta y le pedí que me fuera informando de todo. Y eso hizo. Dios, me fue contando hasta cuándo estaba meando, cuando fue a comer casa cosa que pasaba me la contó. Me pareció bastante tierno, estaba cumpliendo un sueño.
En ese momento caí, todos seguían con sus vida, todos tenían una vida, yo no tenía nada solo pasar tiempo con Oliver y trabar, ahora lo primero habría veces que no podría hacerlo pues Oliver tenía diferentes horarios. Suspiré sin darle muchas más vueltas.
Oliver llegó a las horas muy feliz por la puerta, me levanté a recibirlo con un beso que se transformó en una guerra de quién daba más picos y después en una carcajada por parte de ambos.
Comimos y me contó aún más cosas que no me había contado por mensaje. Lo veía tan feliz y emocionado que solo podía mirarlo en silencio sonriendo como un estúpido.
- Además unas chicas quieren ir a tomar algo conmigo - finalizó con cautela.
- ah, que bien, así harás amigos
-¿ No te importa?
- ¿Por qué debería?
- Pues...porque están intentando ligar conmigo....
- Ah...pues no vayas
Frunció el ceño.
- pero si voy te da igual
- Si, es tu decisión, además confío en ti.
- hm... - lo vi removerse incómodo en la silla odnd estábamos comiendo.
- Si quieres....diles que tienes pareja
- eso iba a hacer, Tyler, me gustaría decir que tengo novio, hombre, no pareja.
- ah... Pues hazlo, si así no se te acercan las tías esas.
Sonrió
- ¿Puedo? - preguntó levantándose y poniéndose junto a mi.
- pues claro, si quieres te hago un chupetón para que ya den cosas por echo - bromee, el rió pero luego me miró fijamente.
- No me parece mala idea - pasó sus piernas al rededor mía de forma coqueta sonriendo sentándose sobre mi con amabas pierna a los lados , puso sus brazos en mis hombros y acercó su cara.
- ¿enserio? - murmuré dejándole un rastro de besos en la mandíbula bajando por su cuello hasta la clavícula, mordí ahí levemente poniendo mis manos en sus caderas. Pasé mi lengua con lentitud hasta su oreja y mordí su lóbulo con suavidad, soltó un jadeo, se acercó a mi oído.
- vamos a la cama - murmuró escondiendo su cabeza en mi cuello mientras yo masajeaba sus glúteos e impulsaba mis caderas para general fricción. Sonreí agarrándolo de los muslos y levantándome de la silla con el en brazos. Entrelazado sus piernas alrededor de mía para más seguridad y fuimos a la habitación. No nos dió tiempo a cerrar la puerta pues nos estábamos besando con desesperación e intentando arrancarnos la ropa. Tiré a Oliver a la cama y me desnudé.
Sin más detalles follamos hasta la hora de la cena.
- Oliver, no podemos seguir así, me vas a matar - dije mientras hacía la cena y Oliver estaba tumbado semidesnudo en el sofá.
- Es que, ya te dije que es mi manera de liberar estrés- No pude evitar reír- ¿en una semana es tu cumpleaños, te gustaría algo en especial?
- Nah ya tengo todo - dije mirándole, el me sonrió.
- Tonto, podemos hacer una pequeña reunión aquí en el piso con tus amigos del trabajo.
- Bueno, puedo aceptar eso.
- Solo lo haces porque te lo digo yo ¿verdad?
- Sip. Ya está la cena.
- eres un imbécil, traela no puedo moverme.
- eso significa que lo he hecho bien - sonreí llevándole el plato.
Rodó los ojos.

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La semana fue más o menos así, Oliver iba a la universidad y yo a trabajar y cuando Oli tenía clases por las tardes pues no nos veíamos en todo el día, la verdad es que yo me sentía bastante solo ya que cuando no estaba en clases estaba estudiando y yo simplemente le miraba o veía alguna serie.

La mañana de mi cumpleaños empezó muy, muy bien. Dormía desnudo en la cama de Oliver como de costumbre era sábado por la que ninguno tenis nada que hacer. Me desperté al sentir un cosquilleo en la parte baja de mi abdomen levanté mis caderas en busca de aquella cosa que me hacía sentir tan bien, abrí los ojos y miré bajo la manta como pude ya que una mano se aferraba a mi cuerpo y una boca daba pequeños mordiscos en mis glúteos. Cuando conseguí mirar, Oliver tenía dos dedos dentro de mi quietos mientras mordía y besaba al rededor. Cuando se dio cuenta de que estaba despierto y comenzó a moverlos lentamente.
Gemí contra la almohada arqueando la espalda, encontró el punto exacto que me hacía gritar y inició un movimiento rápido hacía allí. Agarre la almohada con las manos y la mordí para callar un gemido que había sonado mucho más agudo de los que quería. Eso dio vía libre a Oliver para mover los dedos aún más rápido haciendo abriendo y cerrandolos, haciendo círculos. Yo comencé a frotarme contra la cama. Cuando sus movimientos se volvieron más frenéticos, me corrí sobre las sábanas arqueando la espalda y agarrando el pelo de Oli para que parara.
Sacó los dedos y de acercó a mí oído.
- Felicidades Tay....- murmuró mordiendo suavemente.
- Jo-joder.... - apoyé la frente en la almohada.
- este es el primero de muchos regalos así que duchate y prepárate.
Asentí aún jadeando.
Gracias a Oliver nunca odie el día de mi cumpleaños, siempre hacia algo que mejoraba el día, ahora era diferente antes todo lo hacía de manera casi fraternal pero ahora, más específicamente hoy, no era nada que unos hermanos hicieran o vamos eso espero.
Cuando me recupere completamente del orgasmo salí de la habitación hacía el baño. Lo primero que noté fue que mi habitación estaba cerrada y que Oliver había dejado en la puerta una camisa azul y unos vaqueros. En una ocasión normal hubiera escupido a esa ropa, pero seguramente a Oliver le iba a gustar así que me la llevé al baño para ducharme.
Me vestí con la ropa que me dió Oliver me miré al espejo y hice una mueca de asco. Parecía tonto pero todo sea por Oliver ¿no? Suspiré saliendo del baño y fui al salón donde el rubio me había dejado el desayuno.
Me senté y poco después se unió Oliver que sonreía demasiado, era inquietante, alomejor estaba planeando matarme o algo.
- ¿Te a gustado? - lo miré confuso.
- el desayuno..o....
- ambas - sonrió más, si es que podía.
- ehm....si, oye Oliver ¿estás bien?
- estoy perfectamente, la gente vendrá a las cinco porque mañana algunos tienen que trabajar y no se quieren quedar hasta tarde, aún que habrá alcohol para quien quiera cogerse un pedo.
- Vale, odio esta ropa Oli, déjame ponerme otra cosa porfavor.
Soltó una carcajada, así que eso era.
- Quería ver cuánto aguantabas así vestido - volvió a reir- menos de una hora, increíble.
- imbécil.
Terminé mi plato y lo lleve al fregadero. Oliver me seguía con la mirada, mordió su labio inferior y efectivamente tuvimos una ronda de sexo, que, según el, era para ayudarme a desvestirme.
Nos tuvimos que duchar de nuevo pero está vez me puse mi ropa normal.
A las cinco vinieron mis "amigos" bebimos reímos hasta las doce que se fueron la mayoría. El resto prácticamente los echó el rubio pues quedaban algunas sorpresas para darme.
Fuimos en metro hasta aquella azotea, la cual denominamos nuestro lugar. Nos besamos abrazados mientras reíamos levemente.
- Tay, sabes que lo de esta mañana no era el regalo verdad....
- pues no, no lo sabía - sonreí.
- vámonos, te prometo que te va a encantar.
agarró mi mano y caminamos lentamente hasta la parada de metro. Nos sentamos al final del todo yo en la ventana.
Empezaba a refrescar así que le di mi sudadera a Oliver que comenzó a quejarse del frío. A cambio se acostó en mi hombro aún dándome la mano.
Llegamos a casa, justo en la puerta el rubio me pidió que cerrara los ojos. Obedecí.
Me guío hasta una puerta que deduje que era la de mi habitación ya que estaba cerrada.
- Ábrela y no abras los ojos hasta que yo te diga - murmuró en mi oído. Asentí. Entramos cuidadosamente a la habitación y cerró tras nosotros - ábrelos....
Abrí los ojos, me deslumbre un poco pero cuando conseguí enfocar la vista mis ojos se cristalizaron.
- Oliver....
El mencionado me abrazó por detrás apoyando su cabeza en mi hombro.
- Sabía que te gustaría....
Oliver había convertido la habitación, en tan solo una noche, en un estudio de arte. La. cama seguía en su sitio justo debajo de la ventana enfrente de la puerta pero ahora hacía de sillón. El armario y el escritorio se habían convertido en una estantería con algunas cosas de arte, un lienzo y una mesa con una silla que parecía bastante cómoda.
Oliver volvió a hablar.
- Llevabas años sin pintar, amabas hacerlo y simplemente lo dejaste. Pensé, que si alomejor tenías un incentivo volverías a hacerlo.
Le abracé.
- Eres...eres el mejor Oli, dios te quiero tanto.
Rió.
- no lo he hecho solo, dale las gracias a tus amigos. Cuando tengamos mas dinero te compraré un lienzo y más pinturas lo prometo.
Yo solo pude asentir, las lágrimas amenazaban por salir así que escondí mi cabeza en el cuello del rubio.
Murmuré varios te quiero en su cuello mientras lo abrazaba con más fuerza.
- Porfavor dios no me quites nunca al Tyler cursi - Rió acariciándome la espalda.
Me separé de el levemente y acerqué mi cara a la suya.
-Vamos a la cama... - murmuré dejando un pequeño beso sobre sus labios.
- tenemos una aquí - me dió un empujón sentándome en la que era mi antigua cama.

Nos despertamos desnudos sobre la cama/sillón con las piernas enredadas. Oliver ya estaba despierto cuando abrí los ojos. Miraba el teléfono, seguramente me había estado haciendo fotos, últimamente estaba muy pesado con las fotos, no las subía pues aún no queríamos "salir del armario" pero las hacía.
No lo iba a admitir pero una de mi fotos favoritas era una en la que Oliver se estabas lavando los dientes y yo fui a molestar y la hizo.
La tengo de fondo de pantalla y sonrio cada vez que la veo. Odio estar enamorado.
- Buenos días - saludó Oliver nada más me removí en la cama.
- Hmm - dije en modo de respuesta, lo cual hizo que Oliver riera.
- vamos a desayunar fuera, no quiero cocinar.
Asentí pegándome a su cuerpo y dejando besos sobre su cuello.
-¿ Y si mejor te desayuno a ti ? - dije poniendo mis manos en sus caderas. Oliver soltó una carcajada.
- Luego, que tengo hambre de verdad.
- aaaaaahg - me estiré en la cama - pues voy a vestirme.
Al levantarme sentí un gran dolor en la espalda baja jadee y fruncí el ceño, el mal humor se me pasó cuando Oliver hizo exactamente lo mismo. Nos miramos y reímos.
- no puede ser - murmuró.
- Creo que anoche nos pasamos - respondí.
- mejor - dijo besándome la mejilla.
Nos vestimos pero al final nos dió más pereza ir a una cafetería que cocinar así que desayunamos en casa, Oliver se puso a estudiar en la mesa del salón y yo me senté justo a su lado con mi cuaderno y un par de lápices y empecé a dibujar. Llevaba años sin hacerlo, dios, lo echaba tanto de miedo.


Two boysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora