C:03 | OPCIÓN NO DISPONIBLE

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Vale, creo que realmente lo subestimé.

Al menos en mi cabeza; esta parte de volver no parecía tan caótica. De hecho, era la que menos me preocupaba.

Había perdido tres semanas de clases presenciales, y ahora tenía un examen detrás de otro, además de un trabajo extra el cuál obviamente no había hecho  (y para el cual tampoco tenía grupo), y ojalá, pero no, no era todo, ni de cerca.

Asher estaba en las mismas, yo estaba evitando a Julie como si mi vida dependiera de ello, por no decir que le daba toda la vuelta a la universidad con tal de no pasar por el estacionamiento o la facultad de Noah, Ale había desaparecido del mapa sin dar ninguna explicación de ningún tipo, y ahora también tenía que evitar a Miles, Vanessa, Radley y todos los otros amigos de Noah cuyos nombres nunca me había esforzado en memorizar.

Eso me dejaba oficialmente sin vida social, y peor que eso, me dejaba sin un lugar donde almorzar en la cafetería.

Y no estaba exagerando, de alguna manera siempre que llegaba estaba atiborrada de gente, pero nunca me había preocupado de eso porque casi siempre me sentaba con Noah y su grupito de descerebrados, pero ahora mismo prefería comer en el baño a eso.

Solo que aún no llegaba a ese extremo (creo).

Los rumores sobre mi ruptura con Noah parecían cuchillos en el aire y por alguna razón todos iban en mi contra, había escuchado de todo, que lo engañé, que solo salía con él porque tenía dinero, que tenía que ver con las fotos que filtró el desconocido que ya no era desconocido desde que descubrí que era el hermano de Ale, y las pocas personas que sabían que Shane y yo tuvimos algo se habían armado toda una historia.

Ah, también había quién aseguraba que todo tenía que ver con el show que hice cuando discutí con Ale en la cafetería, pero casi la mayoría apostaba a que tenía que ver con Shane, principalmente porque lo vieron arrastrarme hasta un salón vacío y luego me vieron desatar un puto infierno con él y Asher siguiéndome como si estuviera a punto de matar a alguien.

En resumen, mi segundo primer día de clases fue bastante entretenido, las pocas personas que me hablaban o me ofrecían sentarme con ellas en el almuerzo solo querían saber el chisme, y me costó sacarme a las personas de encima más que cuando todos se enteraron que Noah y yo estábamos juntos.

Aunque siendo sincera, me dolía más que —por culpa del secuestro exprés del que fuí víctima cuando Shane me contó todo no pude elegir mis materias del próximo semestre yo misma—, ahora tenía que seguir viendo clases con el profesor de los tres mil divorcios que toda esta situación.

Respiré hondo sintiendo las decenas de miradas sobre mí mientas sostenía mi hamburguesa y una gaseosa en la mano y le repetía por tercera vez a la mujer que me estaba atendiendo que no quería ningún postre por más promociones que hubieran.

¿Me estaban mirando? Por supuesto que sí, ¿Intentaban disimular? En lo absoluto.

Sabía lo que estaban haciendo, sabía que querían que me rompiera, que diera una señal de algo, lo que fuera, cualquier cosa que pudieran usar para seguir alimentando los rumores, pero también sabía otra cosa; que no estaba dispuesta a darles eso.

Así que me esforcé en caminar igual que siempre, como si la vida no me pesara en absoluto ahora mismo.

Si esto iba a ser una guerra de cuchillos, iba a llevar una espada.

No iban a lastimarme, no podían. Mi círculo de personas que podían lastimarme siempre había sido bastante pequeño y ahora lo era más, que las palabras de personas que no me importaban me alcanzaran era imposible.

SÍ A TODO CHALLENGE #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora