C:11 | FLORES VOLADORAS.

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Después del pequeño pleito con Said los rumores de que había vuelto con Noah estaban de vuelta por los pasillos de Hera.

Ahora no solo era la villana interesada que supuestamente le había sido infiel a su novio, sino que ahora también había un club de personas que me odiaban por manipular a Noah para volver.

Era enfermizo, la cantidad de cosas que había escuchado no tenían ningún sentido. ¿Por qué siempre todos los rumores apuntaban hacia mí? ¿Era porque yo era la nueva? ¿Porque no era nadie en Hamsville antes de que Noah hiciera público nuestro “noviazgo”?

Ya llevábamos como un mes y medio separados, la mitad del tiempo que estuvimos juntos, ¿Cuándo iba a parar?

No era como que me importara mucho, pero en realidad estaba enojada.

Las chicas de mi clase no eran amables, así que realmente no tenía amigas, y los chicos eran desagradables así que ni siquiera les daba oportunidad de acercarse. Era tan grave que estaba haciendo equipo con Miles para todos los trabajos de la facultad. Sí, con Miles.

Aún si decía la verdad nadie iba a creerme o conseguirían una forma de ponerlo en mi contra de vuelta, así que si quería detener esto no había otro camino que tomar más que seguirles el juego.

Entré a mi habitación y cerré la puerta con pestillo, me saqué la gorra del uniforme del café y la tiré en la cama, empezando a desvestirme todo lo rápido que podía frente al espejo.

Las marcas en mi cuello y clavícula eran casi imperceptibles ahora, se veían más como una alergia que otra cosa.

Cuando dejé caer mi camisa me quedé frente al espejo un rato, mirando mi torso parcialmente desnudo. Al final si me hice ambos tatuajes, el de la costilla dolía al hacer algunos movimientos pero era tolerable —o eso intentaba hacerme creer a mí misma—.

El de la muñeca ni siquiera me molestaba.

Al final ese día no me hice todas las perforaciones, Asher me detuvo antes de que me enterraran la aguja en el ombligo, y después de que entré él y Linssy me hicieran entrar en razón sobre el hecho de que era demasiado para hacerlo todo de golpe terminamos acordando volver después.

Así que ahora tenía un nuevo aro en el labio reemplazando el viejo, las orejas como un colador y dos tatuajes.

El próximo paso era robar un banco.

Me dí una ducha rápido y me alisté, pensando en qué nuevos chismes sobre mí habrían mañana en los pasillos de Hera después de lo que estaba por hacer hoy.

Asher estaba del otro lado de la puerta, en la sala, esperando a que saliera de mi habitación para saltar sobre mí con una de sus paranoias, pero no lo juzgaba. No podía creer estar diciendo esto, pero… después de todo era bastante entendible.

Todo comenzó cuando esa mañana antes de ir al trabajo recibí una llamada de Shane pidiendo que por favor lo acompañara a un lugar al salir del trabajo.

El problema no era precisamente ese, el problema de Asher era que antes de colgar la llamada; acepté.

Al principio dudé bastante, pero a medida que iba uniendo puntos…

Respiré hondo mientras rogaba por no terminar la noche arrepintiéndome de esto y me ponía el primer suéter gigante que encontré en mi armario y que probablemente le había robado a Asher, y luego proseguí a ponerme unas mallas de gimnasia, completé con zapatillas deportivas y me dí un repaso en el espejo, manteniendo mi cabello recogido en una pinza y apretando mis mejillas para no verme tan pálida, ya que eso era lo único que pensaba hacer por mí misma ese día.

SÍ A TODO CHALLENGE #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora