C:07 | ESO NO FUE MUY ESTUDIANTE DE DERECHO DE TU PARTE.

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Medio abrí los ojos tratando de no escandilarme con la luz, por un segundo ni siquiera recordaba dónde estaba, o más bien, creí que seguía en Reed y era uno de esos días en los que Linssy tenía que obligarme a salir de la cama.

De hecho, estuve algo así como cinco minutos esperando a que Linssy viniera a despertarme, pero luego mi cerebro se encargó de traer todo de vuelta: yo saliendo del aeropuerto, la llamada, pelear con Noah, ver a Asher, no saber dónde está Ale, cada persona en Hera inventando cosas distintas sobre mí, mi almuerzo con Shane, lo raro que fue eso último, evitar a Noah, volver al trabajo, que Eckerd me retuviera como si fuera un ladrón, la señora Beth, Julie engañándome y usandome de carnada para llevarme a las carreras, mi beso con Noah, nuestra discusión, y….

Espera.

¿Beso? Mierda, eso no… no era parte del plan…

Del golpe hasta se me quitó el sueño, pero no podía ni abrir los ojos, estaba aferrada a esconderme en mi burbuja y hacerme bolita para no tener que enfrentar ni la décima parte de todas las cosas estúpidas que había hecho ayer.

Estiré mi brazo del otro lado de mi minúscula cama, moviendolo como un parabrisas casi por instinto, para asegurarme de que no hubiera ningún intruso (Noah) en ella.

No estoy segura de si sentí más decepción que alivio al confirmar que no había nadie además de mí, porque en definitiva no estaba preparada para la confrontación que representa despertar juntos en las circunstancias actuales, pero…

Vale, desintoxicarme por completo de Noah iba a tomarme más que un mes, estaba clarísimo.

Me pasé las manos por la cara, y el cuello, batallando conmigo misma, y con la ansiedad que empezaba a acumularse en mi pecho.

«Si nadie me mata por esto lo haré yo misma».

Mantenerme alejada de Noah no podía ser tan difícil, me torturé mentalmente intentando obtener una respuesta de porqué actué de esa forma, lo malo es que ninguna de las respuestas me hacía menos culpable.

Pasaron al menos siete minutos hasta que fuí lo suficientemente valiente para abrir los ojos, y de hecho, la luz sí estaba encendida.

Fruncí el ceño, era obvio que de algún lado tenía que venir la luz si en mi habitación no habían ventanas, pero… ¿Quién encendió las luces?

Parpadeé tratando de aclararme, pero no recordaba muchas cosas de anoche, solo recordaba las cosas que me hacían querer asfixiarme a mí misma con una almohada, como por ejemplo que me permití tontear con Noah porque «cinco minutos de respirar el mismo aire no le hacían daño a nadie» y cuando me dí cuenta nos estábamos besando en público.

Negué con la cabeza, reprobandome a mí misma e intentando recordar cada cosa después de eso.

A ver… le pedí a Noah que se largara, pero luego ví a Miles acercarse y recordé que Noah no podía saber lo que Julie pensaba hacer, así que lo arrastré conmigo hasta que encontramos a Asher y a Eckerd.

Vale, podía recordarlo.

Julie nos dejó tragando polvo a todos mientras yo tenía que lidiar con Asher y Noah, y puede, puede que el alcohol que había consumido tuviera que ver con mi decisión de usar a Eckerd para darle celos a Noah.

En mi defensa, sabía que no iba a pasarle nada a Eckerd, y si le daba otro motivo para enfadarse a Noah, lo de Julie no sería tan grave.

Los ocho minutos y medio que tardó el circuito fueron los ocho minutos y medio más largos de mi vida, principalmente porque Asher decidió aplicarme la ley del hielo y abandonarme a mi suerte y además, Noah tenía clavada la mirada en mi nuca, y solo la desviaba para mirar a Eckerd.

SÍ A TODO CHALLENGE #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora