Un Pequeño Mal Entendido (Parte 1/3)

1K 52 0
                                    

Sentía miedo, y mucho, y todo era por tan sólo imaginarme a Murdoc agarrandome del cuello de la polera mientras que con su otra mano golpeaba mi rostro, dejando sangre en el piso.

No, no más, debo detener todo esto, pero, sé que si me ponía a la defensiva, terminaría perdiendo igual.

Se escuchaban pasos, pasos que provenían de los pasillos, sabía que se trataba de Murdoc, realmente agradezco haber puesto una silla en la perilla de la puerta, ya quiero ver a Murdoc tratando de entrar, je.

- ¡Abre pronto, Pot! -dijo con su típica voz de "Te mataré si no lo haces", dándole unos cuantos golpes a la puerta para verse más "rudo". ¿Por qué hacerlo? Si con su rostro y voz ya era suficiente.-

El peliazul guardó silencio, no quería hablar, el conocía muy bien a su compañero, bueno, sólo su parte "bruta".

Los resultados de aquel lider fueron una puerta rota, gracias a los golpes que había dado en ella, y un chico asustado a punto de orinar, así literalmente.

Tomó con una mano el cuello de la polera del vocalista, Stu ya sabía que pasaría, terminaría en el piso suplicando por su vida, pidiendo perdón por cosas que no cometió.

- ¡¿Por qué lo hiciste?! -preguntó alteradamente el endemoniado, mientras hacía que su contrario retrocediera lentamente hasta chocar con la pared, quedando frente a frente de el.- ¡Responde!
- Mu-Murdoc, por favor...No...No me hagas daño...
- ¡¿Qué demonios te pasa?! ¡Yo sólo quiero que! ...

Antes de que este acabará de hablar, unos fuertes pasos se escuchaban, ya era obvio que alguien se aproximaba.

Murdoc puso su mano en la boca de Stuart para que se callará, pero era demasiado tarde, Noodle se estaba dirigiendo a aquel cuarto.

- ¡2D! ¡Murdoc! ¡El desayuno ya esta!...-se sorprendió al ver a sus compañeros en esta situación. No sabía que hacer. Guardar silencio y largarse o simplemente separarlos.- ¿Listo?...Em...¡El desayuno ya esta listo!.-repitió esta vez ya decidida, marchándose automáticamente de la habitación.-
- ¡Por el amor a Satanás! ¡Todo esto es tu culpa, Pot!
- No fue...No fue mi intención...Yo...
- ¡Calla! ¡Continuaremos esto más tarde! -gritó para poder repetir el mismo acto de la japonesa, sólo largarse.-
-Pero...Aggg...

On Melancholy HillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora