k o n e k o [ jeongho ]

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—Minho, ¿Estás seguro que no quieres tomarte unos días para tí? Te notamos muy cansado últimamente.

—Siempre me notan cansado, no tienes que preocuparte, estoy bien.

—Te conozco hace años Minho, no descansarías ni aunque te obligara.

—Estoy bien, de verdad, te lo prometo —dijo sonriendo, le alegraba que sus amigos lo conocieran tanto.

—De igual forma, piénsalo, quizás te puedes quedar en tu casa jugando con Soonie...

—¿Sólo con Soonie? —lo interrumpió, exaltado.

—Ehm... ¿sí?

—Christopher, respóndeme con sinceridad ¿Cuántos gatos tengo?

—...¿Uno?

—...

—...¿Dos?

—TRES GATOS CHRISTOPHER. HACE AÑOS SOMOS AMIGOS. AÑOS.

—Mi Minhito no te enojes... —respondió Christopher, tratando de calmar el evidente enojo— es la excusa perfecta, te quedas en tu casa, le sacas fotos a tus gatitos y nos haces un pdf con sus nombres para que los diferenciemos. Estoy seguro que no soy el único que no tiene idea de cuántos gatos tienes.

—La verdad es que con amigos como ustedes...

—Algún día me los voy a aprender, te lo prometo.

—Está bien, está bien —respondió Minho, sabiendo con total seguridad que lo que Christopher decía era una total mentira.

—Igual piénsalo Minho, descansa mañana, nosotros podemos encargarnos de la empresa.

—Voy a pensarlo pero no te prometo nada. Hasta mañana Channie.

—Descansa gatito gruñón.

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Suspiró, dejando su teléfono en la mesita de café frente al sillón y se recostó. No se sentía cansado físicamente, pero si notaba su desgaste mental en las últimas semanas. Hacía varios años que no se tomaba unas vacaciones para sí mismo y hacerse cargo de una empresa no le dejaba mucho tiempo de ocio.

De igual forma no se quejaba, realmente estaba satisfecho con su vida. Era un jóven de 28 años, inteligente y trabajador. Había levantado la empresa de sus padres que casi cae en bancarrota y la había posicionado como una de las mejores empresas de moda de los últimos años. Después de haber estudiado negocios en la universidad, se propuso con sus amigos salvar su empresa familiar y así lo hizo. Trabajó sin descanso y tras varios años, era uno de los CEOs más jóvenes y exitosos de Seúl.

Las revistas de chismes y las de negocios, siempre tenían algo de qué hablar sobre él. Las de negocios discutiendo sus pasos para llegar a dónde estaba, analizando sus estrategias y su liderazgo, alabando sus decisiones económicas que lo hicieron llegar a la cima y especulando las ganancias que tendrá LeeKnow&Cía en los años venideros. Y las de chismes subiendo sus fotos de portada, halagando su apariencia y tratando de averiguar quién podría robar el corazón del soltero más codiciado del país.