Jeongin amaneció, en su forma de gatito, envuelto en su manta al lado de Soonie, que ya estaba lavando sus patitas. No se quería levantar, quería seguir acostado un rato más hasta que Minho se fuese a trabajar y él poder estirarse en su forma humana.
Si no se equivocaba, en un rato su humano se iría y él podría tomar su preciado café y mirar la televisión como cada mañana.
Decidió levantarse y limpiarse un poco con su lengua, se había quedado dormido el día anterior con los amigos de Minho y no tuvo tiempo de bañarse antes de dormir. Jeongin no quería ser un gatito maloliente. En el refugio, Mingi -que también era un felino- le había enseñado a bañarse con su lengua de la forma correcta para no oler mal por si algún día no podía convertirse en humano por un tiempo. Y Jeongin aprendía todo lo que Mingi le enseñaba.
Por lo que sabía, Mingi vivió como híbrido junto a un dueño que lo quería mucho y le enseñaba muchas cosas, hasta que su dueño falleció de viejito y Mingi quedó solo. El refugio no tardó en capturarlo.
Jeongin lo conoció a sus 14 años, y Mingi se convirtió en el hermano mayor que siempre quiso tener. Al haber sido el único de su habitación que había vivido en el exterior, tanto Jeongin, como Jungwon y Yeonjun querían saberlo todo. Mingi les enseñó nuevas palabras, les enseñó a escribir sus nombres, a preparar café por sí mismos y muchas veces les habló de qué hacer si algún día salían al exterior.
El escape, planeado por Mingi, había sido un plan que el mayor hizo durante un año. Estuvieron un año esperando ese día. Mingi, al ser mayor de edad, no necesitaba legalmente estar en el refugio, pero no sólo no lo dejaban salir sino que tampoco quería dejar a sus tres nuevos amigos.
La idea principal era escaparse durante el cambio de guardias y correr hacia la antigua vivienda de Mingi. Según lo que el mayor les había contado, su dueño anterior dejó la casa a su nombre antes de morir, y Mingi se los quería llevar a vivir con él. Decía que su dueño estaba en una asociación de cuidado de hibridos y seguramente sus amigos los ayudarían a poder asentarse legalmente, siendo Mingi el protector legal de los tres más pequeños hasta que cumplieran la mayoría de edad.
Jeongin no quería pensar mucho en eso, de lo contrario se deprimiría, fue el único que no pudo llegar a la vivienda de Mingi.
Estaba agradecido, igual, de haber encontrado un lugar donde quedarse dónde lo cuidaban y lo querían, pero el miedo a que Minho lo descubriera siempre estaba presente.
Bajó las escaleras, aún como gatito, para asegurarse de que Minho no estuviese en la casa y así poder transformarse.
No esperaba, bajo ningún concepto, que Minho estuviese acompañado de alguien más.
—Ven aquí, Bolita —le dijo, antes de que Jeongin echara a correr.
ฅ^•ﻌ•^ฅ
Minho durmió poco. El día anterior, junto a sus amigos, notaron que el aura de Bolita había cambiado abruptamente y se preocupó.
Se preocupó aún más cuando pasaron horas y Bolita seguía dormido.
Se volvió a preocupar, durante la madrugada, cuando despertó y lo encontró en el mismo lugar que horas atrás, aún dormido.
Minho tenía experiencia en gatos, y sí, los suyos dormían mucho, pero no así. Cuando los levantaba mientras dormían, siempre se despertaban, jugaban un rato y luego volvían a dormirse. Pero cuando levantó a Bolita, el gatito siguió dormido en sus brazos, y cuando lo acostó en otro lugar con su mantita, Bolita no despertó.
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k o n e k o [ jeongho ]
RomanceHermoso, millonario y codiciado, aunque en realidad sus amigos creían que iba a morir soltero y con cuarenta gatos. Así era la vida de Lee Minho, que da un giro con la llegada de un nuevo gatito a su hogar. Historia Jeongho, de mi autoría, no sé ca...