La joven Kajabami desea vivir una vida tranquila y pacífica o eso cree ella...
En busca de un lugar para vivir se topa con el reino de Alabasta, donde una vez más conoce la verdadera cara de la vida.
Emprende un viaje junto a una tripulación un tant...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¿Qué mierda me están diciendo?- Soltó una risa nerviosa.
La pelirroja miraba con incredulidad como aquella tripulación con la que estuvo conviviendo se miraban entre sí. El silencio sólo confirmaba lo que sospechaba.
-¿La ven capaz de hacer eso...?- Bufo incredulamente -¿Acaso no creen en mi palabra? Oigan...- Respiró ondo -Robin es capaz de muchas cosas, si... Pero ella no los abandonaría... Créanme-
-Abigail...- Nami calló ante la mirada de negación de Chopper.
-¡Ja!... ¿Somos estupidos para ti? Demonio Carmesín...- Roronoa se levantó y camino hacía la pelirroja -Robin es una pirata...-
-¿Y?- Se puso a la defensiva -Ustedes también lo son-
-Lo sabemos-
La expresión seria de Roronoa competía con la mirada de superioridad de la pelirroja. Dio un paso más alfrente quedando rostro con rostro, el estaba jugando un juego peligroso...
-Nico Robin es famosa por ir de tripulación en tripulación, mientras traiciona a los que le dan de comer- Escupió por fin sus palabras -Como un perro salvaje-
La mirada sombría de abigail lo decía todo, ese comentario la había enojado. La más alta bajó un poco su cabeza para pegar su frente a la del peliverde.
-Retira tus palabras-
-Solo dije la verdad-
-¿Acaso estas buscando hacerme enojar?-
-¿Lo estoy logrando?- Sonrió con egocentrismo.
Roronoa claramente podia ver su reflejo en aquellos orbes marinos. Un escalofrío familiar le recorrió su cuerpo pero siguió manteniendo su postura.
-"Puedo verme en el fondo del mar..."- Trago saliva.
-Si Robin tomó la decisión de irse es por algo... Algo debió pasar para que se fuera- Intento calmarse.
Ella sabía que no era buena idea enojarse en esa situación y más cuando ya había visto su mano en el grueso cuello del peliverde. Se alejo un poco dando dos pasos hacia atrás.
