Capítulo 9: La misma luna

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"¡Uno!"


Se escuchó en el aire el ondear del látigo y después Jean sintió el ardor del golpe sobre su espalda, dejando una línea de sangre en su piel.


"¡Dos!"


Gregor disfrutaba contando para que el soldado ejecutor volviera a levantar el látigo.


Jean apretaba los dientes y sus puños apretaban las cuerdas que lo sujetaban a cada pilar en donde lo habían atado para recibir su castigo, después de perder a una de las prisioneras más valiosas que su ejército había tenido.


"¡Tres!"


Gregor empezó a fruncir el ceño, molesto por no escuchar a Jean quejarse en lo más mínimo. De no ser porque podía ver en su espalda y hombros tensarse, habría pensado que no sentía dolor alguno.


La mente de Jean se encontraba ausente, con imágenes de una encantadora mujer de oriente pasando frente a él.



"¡Cuatro!"


Mikasa cruzaba su mente con cada golpe.


"¡Cinco!"


Mikasa sonriéndole.


"¡Séis!"


Mikasa desnuda en sus brazos, su voz, su calor...


"¡Siete!"


Envuelta en una sábana en su balcón...admitiendo su voluntad de quedarse con él.


"¡Ocho!"


Sentada en la piedra en las afueras de Donan...sonriéndole y pidiéndole "No dejes que me lleven"


"¡Nueve!"





Y Mikasa burlándose de él, en algún lugar de Eldia, por haberlo convertido en El Bufón de Marley.


El Rey, Willy Tybur, había ordenado diez azotes, por su terrible error y por haber proclamado un falso compromiso. Jean aceptó el castigo sin chistar. Sus soldados se habían ofrecido para recibir una parte del castigo, pero Jean avanzó al patio donde tenían la picota como si la idea le hubiera dado gusto.


Los azotes finalizaron y con la mirada perdida, Jean se levantó despacio...su espalda y pantalón salpicados de sangre.


—¡Átenle las manos!—ordenó de nuevo Gregor



El día anterior Jean no había puesto resistencia alguna, no quería violencia dentro de Donan o poner en riesgo a sus propios soldados.

Pero en esta ocasión y a pesar de sus heridas, Jean se giró y en unos segundos tenía al soldado en el suelo con la atadura alrededor de su cuello.

—Tócame de nuevo...y quedarás colgando de este mismo poste—habló en su conocido tono tranquilo y frío. Elevó la mirada hacia Gregor que ya empezaba a retroceder con miedo.

—Pronto serás juzgado por traición—lo amenazó Gregor de lejos

—Hasta entonces...ya he cumplido mi castigo, te veo en los pasillos—respondió Jean y empezó a caminar hacia la habitación que fungiría como "su celda" al menos hasta que Willy ordenara lo contrario.



Willy Tybur había sido nombrado Rey en medio de una de sus feroces peleas contra Eldia, habían luchado juntos hombro a hombro después de encontrarse con Jean en la frontera cuando aún era un adolescente.

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