LO CONOCÍA DE PIES A CABEZA, JUSTO COMO LA PALMA DE MI MANO, y aún así, me sorprendía el hecho de que ocasionara sentimientos tan diferentes a mi.
Al principio consideré la idea de que solo se trataba de una especie de adoración, donde no podía evitar sentirme agradecida por su amistad pero, aquello permaneció e incluso se volvió más fuerte, más de lo que podría imaginar, y en cuestión de tiempo, caí en cuenta de que aquello no se trataba de una simple amistad. Y que mi pecho parecía latir con fuerza, justo cuando él estaba cerca.Pedro y yo nos conocimos un viernes, justo aquella era la primera semana escolar y uno de sus sobrinos asistía a una de mis clases particulares.
Aquello se sintió un tanto cliché pero nunca imaginé el impacto que podría tener en mi persona.
Tampoco podía mentir, Pedro desde el inicio hizo que el ambiente se sintiera cálido y real.
Poco conocimiento tenía sobre su vida, era claro, y creo que eso permitió que se sintiera en confianza, que pasado de aquel día, recoger a su sobrino Bruno se había convertido en algo habitual, que terminaba en una charla de veinte minutos, hasta lo que nos habíamos transformado ahora.— ¿De nuevo soñando despierta? — preguntó Pedro, logrando sobresaltarme. Ni siquiera podía comprender mi propio estado. Tal vez era la maña noche, o simplemente el hecho de mirar la faltare ropa en su cuerpo. Aquello nunca me molestó, era bastante cotidiano mirar a Pedro sin camisa, sin embargo, durante los últimos meses, mirarlo sin ella se había convertido en mi perdición.
Algo aturdida negué con la cabeza, sonriendo con ligereza — Pero mira esas ojeras, ¿a caso no dormiste? — preguntó con cierta preocupación mientras me tomaba del rostro. Sus grandes manos se habían situado sobre mi piel, sintiéndola arder mientras su respiración chocaba contra mi rostro.Asentí con torpeza. Sin tener el valor suficiente como para mencionarle lo que había sucedido anoche. Tal vez aquello fue producto de mi imaginación, al menos con aquello trataba de calmar mi ansiedad pero sus palabras se interceptaban en mi memoria tan deprisa que, en cuestión de segundos, de nuevo, lo pensaba.
— ¿Todo bien? — preguntó, acortando cada vez más la distancia. No pude evitar tensarme ante ello mientras intentaba mantener una postura erguida sobre mi asiento.
— Sí... — murmuré, casi sin aliento.
Pedro sonrió, logrando derretirme por dentro.
— Agradezco que te hayas quedado. No hubiera podido soportar el saber que te has ido sola — confesó antes de alejarse. Permitiéndome suspirar, al notar que había dejado de respirar — Aún tengo esta jodida resaca pero, sé que pronto se irá. ¿Quieres café?.
Asentí mientras revisaba mi móvil, como excusa para no mirarlo y parecer extraña.
Escuchaba sus pasos alrededor de la cocina, sonriendo levemente ante tal notoriedad. Estaba tan acostumbrada a Pedro que podía interpretar cada uno de sus movimientos.— ¡Ay, por Dios! — grité con emoción, luego de mirar mi móvil, logrando que Pedro me mirara extrañado — ¡Lo he conseguido. Me han dado el departamento! — este sonrió, antes de dejar las tazas en la cocina y correr hacia mí.
Ambos sabíamos que vivir en Nueva York era un tanto estresante, en especial, cuando las rentas de los departamentos tenían alta demanda y una solicitud un tanto exigente.
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𝑪𝑹𝑼𝑬𝑳 𝑺𝑼𝑴𝑴𝑬𝑹 ━━ 𝘱𝘦𝘥𝘳𝘰 𝘱𝘢𝘴𝘤𝘢𝘭
Fiksi Penggemar❝ Y no puedo evitar amarte y odiarte al mismo tiempo ❞ Donde Pedro se encuentra entre la espada y la pared, tratando de decidir si seguir a su corazón o hacerle caso a la razón. ❝ Porque mirar tus ojos, se siente tan cálido, tan real ❞ PEDRO PASCAL...