ESCITALOPRAM

70 6 2
                                    

12

El doctor se quede en el silencio de la enorme habitación, y mientras Tobias no estaba el aprovechó para sacar su almuerzo, almuerzo que se esforzaba demasiado haciendo a pesar de saber que en la cafetería le podrían entregar algo igual de bueno y...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El doctor se quede en el silencio de la enorme habitación, y mientras Tobias no estaba el aprovechó para sacar su almuerzo, almuerzo que se esforzaba demasiado haciendo a pesar de saber que en la cafetería le podrían entregar algo igual de bueno y gratis...

El hombre se sentó con cuidado en su escritorio mientras empezaba a comer de forma lenta, manchándose un poco los bigotes con las migas del pan que su sándwich soltaba, miraba por las ventanas de la enorme oficina, tenía muchas cosas que pensar, necesitaba analizar situaciones y acabar de entender las variantes de lo que estaba ocurriendo...
Apartó su sándwich y sobre la mesa colocó algunos de los expedientes de Tobias, meses de investigación, meses de interrogatorios, de progreso y fracaso, todo resumido a una carpeta con el ancho de apenas un libro de 200 hojas, lo suficientemente grande para ser considerado un buen resumen, pero tal vez no lo suficiente para acabar de entender como pensaba la cabeza tan retorcida de aquel muchacho... por que a sus ojos Tobias tenía un comportamiento alterado... aveces se portaba decente y otras veces como un completo maniático, cosa que realmente no sería complicada con otros pacientes con los trastornos de ese chico... el problema era que valla Tobias era bueno fingiendo y alterando la situación a su beneficio, y aún peor, no estaba seguro de si creerle un mentiroso compulsivo....

Leyó las hojas en silencio, tomaba de su tasa de café a la vez, cada renglón desde el principio, hasta que recordó algo que vio en alguno de los expedientes más viejos que tenía sobre el muchacho, su madre seguía viva...

Busco entre los papeles hasta que encontró los datos de la mujer, había información suficiente como para comunicarse con ella, Correos electrónicos, teléfonos... todo lo que la corte le proporcionó puesto a que la mujer aportaba con algunos gastos del hospital para asegurar la estadía de su hijo...

Se estiró un poco para tomar el teléfono de la mesa, lo jalo lo suficiente para que el cable se estirara pero no para jalar toda la confección y tirar sus cosas del escritorio, de trono un poco los dedos y marcó el número proporcionado en la tabla de información que se le fue asignada...

Un tono... dos tonos... Tres tonos...

"Hola, disculpe que no pueda responderle, si deja un mensaje de voz regresaré la llamada lo antes posible" "pip,pip,pip"

_Hola señora Rogers, habla el doctor Robert Paterson, De la universidad del derecho médico, soy el doctor que está a cargo del caso de su hijo, por favor comuníquese conmigo lo antes posible-.

Espero a que la contestadora dejara de grabar y luego colgó, suspiró de forma suave y se recargo un poco para atrás en su asiento, escuchó atentamente el reloj de la pared, faltaban 15 minutos...

_Anda, comételo, no queremos tener que volver a ponerte intravenosa, ¿sabes lo difícil que es encontrar tus venas?-. Realmente esa solo era una excusa de los enfermeros, Tobias tenía la piel tan pálida que parecía transparente, se le marcaban demasiado las venas y normalmente no sería un problema... el problema era que Tobias mordía y no suficiente con eso los tics hacían que se moviera y acabara lastimándose a él y a los demás.

LO QUE QUEDA DE MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora