Capítulo 1

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Esta historia fue escrita por dos personas, yo y mi rubia favorita rhewii así que los críticos también son de ella ♥️✨️

Pedri se podría pasar la madrugada maldiciendo a su hermano.

¿Acaso había hecho algo para que el mayor lo odiara? Porque simplemente no entendía como era capaz de dejarlo aquí abandonado, tan al norte de la misma Europa y tan lejos de sus queridas islas subtropicales. Se sentía perdido aquí entre tanto bosque e idiomas extraños que en su mente sonaban como puras incoherencias. Extrañaba el suave vaivén de las olas que lo arrullaban cada noche y sobretodo poder ver las estrellas con claridad y encontrar las constelaciones más hermosas. Pero aquí era nada más que un extranjero, un lobo solitario, quién había sido abandonado por su manada en sentido literal cuando más lo necesitaba.

En estos momentos yacía desnudo y con el cuerpo adolorido sobre la húmeda tierra de la selva, decidiendo sobre si incorporarse o seguir lamentándose por su patética situación. La incomodidad que sentía era obvia, pero no era por estar cubierto de mugre, sino por haber despertado solo nuevamente. Su lobo lloraba, triste por no haber encontrado a nadie con quién compartir su época de celo.

Soltó un molesto gruñido antes de incorporarse lentamente. Observando los numerosos rasguños y moretones nuevos que se había conseguido estos últimos días. Aún era incapaz de controlarse por completo, siendo demasiado joven y sin experiencia. Un pobre niño que fue arrojado a las garras de la jungla de asfalto sin piedad y sin un maldito motivo. Pero era ya tarde para lamentarse, llevaba ya tres años en aquella institución y no habían signos de que su hermano iba a volver dentro de poco. Y a Pedri se le estaban acabando las excusas de sus ocasionales "escapadas".

Con un suspiro se trató de quitar la tierra y hierba seca de su cuerpo antes de ir a dónde había dejado su mochila, llena hasta arriba con lo necesario. Sacó una botella de agua que le sabía a gloria, bañando su garganta seca hasta mandarse esta por completo en menos de treinta segundos. A continuación se dispuso a agarrar su ropa y vestirse con cuidado, no queriendo hacer sufrir sus músculos aún más.

El paseo de vuelta al internado se le hacia eterno. El canario pudo deducir que probablemente todavía eran apenas las cinco y pico, por lo que tendría un posible chance de que el conserje se haya quedado dormido, como habitualmente lo hacía, en su turno de noche. Se pilló más de una vez pensando en la ducha de media hora que se iba a tomar una vez que consiga entrar a su _«suite privada»_ ,como le gustaba llamar a su habitación. Era justo lo que necesitaba en estos instantes, algo de paz y tranquilidad y tal vez un sueño eterno.

 Era justo lo que necesitaba en estos instantes, algo de paz y tranquilidad y tal vez un sueño eterno

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A primera vista no está tan mal...¿Cuánto tiempo tenía que estar en ese lugar? Ni idea, no escucho todo el bla, bla, bla de su hermana. Uw el lugar tiene olor a perro mojado, se supone que aquí no aceptan mascotas.

Su "compañero" de habitaciones ni luces da, solo espera que no sea un rarito y que puedan llevarse la fiesta en paz...y de lo contrario su estadía ahí será tensa.

y de lo contrario su estadía ahí será tensa

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El canario pensó que era su día de suerte. El cansino del conserje se encontraba durmiendo de manera profunda, sus ronquidos eran lo único que evitaba que el lugar se asumiera en un completo silencio.

Continuó su trayecto por los largos pasillos, agradecido con el de arriba de que todos parecían estar sumidos en un profundo sueño, ¡incluso pudo evitar a los tediosos profesores de guardia!

Llegó a su habitación, el último dormitorio de la tercera planta en el ala izquierdo, que optaba por una vista asombrosa del lugar, desde el extenso bosque hasta el lago que servía como frontera para el otro castillo, de mayor tamaño, que albergaba a las muchachas.

A Pedri personalmente no le importaba que el internado no fuese mixto, pero sus compañeros a veces tenían la manía de lloriquear por la carencia de unas buenas tetas y culo, cosa a la que el tinerfeño no le podía ver nada especial.

Fue sacado de sus pensamientos cuando un extraño olor llegó a sus fosas nasales, lo que provocó que un suave gruñido se escapara de su garganta al no reconocerlo.

Abrió su puerta, pero no de una manera tranquila y silenciosa para evitar a toda costa despertar a la persona que se encontraba en este mismo instante en su habitación, sino metiéndole un portazo al cerrarla y prender la luz sin previo aviso.

Pedri nunca había sido un agradable anfitrión y nunca lo será.

-¡Hijo de la gran puta!.-¿Quién demonios metió un explosivo a las instalaciones? Cayó de la cama pegándose tremendo putazo.

-¡¿Nadie te enseñó modales animal?!-Grito levantándose del suelo y observando al intruso o mejor dicho "amigable compañero"

Normalmente, Pedri se hubiera reído. Pero después de pasar casi una semana sufriendo estaba sumamente harto y cansado de todo, por lo que nada más se le quedó mirando al "intruso" con cara de pocos amigos antes de adentrarse más en la habitación, ignorando al nuevo completamente y dejando su mochila a un lado de su cama.

-Buenos días a ti también.

Fue lo único que murmuró, su voz media ronca y afónica.

Se notaba desde lejos que el chico estaba en sus últimas, teniendo la pinta de un enfermo. Pero obviamente a Pedri eso no le importaba en este momento, aprovechando para agarrar ropa limpia y a continuación meterse en el baño de la habitación y cerrar la puerta detrás de el.

-¿Buenos días? ¿Cómo qué buenos días?-Decía siguiendo al chico y tomándolo del hombro.

-¿Tú eres tonto? ¿Quién demonios entra a una habitación así? Y pareciendo un vagabundo y oliendo como uno también.

Hizo una mueca de disgusto cuando el intruso le impidió darse su tan deseada ducha.
Apartó su mano, algo bruto, si se puede añadir. Pero es que al canario no es como que le guste mucho el contacto físico.

-¿Quieres bajar la voz?-gruñó, ya que el tono de voz del chico solo le alimentaba su creciente dolor de cabeza.

-Ni siquiera te conozco y ya me estás jodiendo. Métete en lo tuyo, y si me quieres hacer un favor, lárgate.

-Lárgate tú, eres un maleducado.-decía ofendido. ¿Quién se cree ese imbécil con olor a perro muerto?

-Y para tu información soy Pablo, tu nuevo compañero lamentablemente he de decir.

-¿Enserio me estás diciendo que te tengo que aguantar durante todo el año?-soltó un desagradable suspiro mientras se pasaba la mano por la cara. Poco más y le iba salir un tic en el ojo.

-Bueno, Pablo, yo soy Pedri y ahora me voy a bañar antes de que acabe cometiendo un homicidio. Como dato, duermo desnudo-fue lo último que mencionó antes de finalmente encerrarse en el baño y tomar su ansiada ducha.

¿D-Desnudo? ¡¿En que clase de sito de locos lo mando su hermana?! Refunfuñando volvió sobre sus pasos, ese imbécil lo despertó muy temprano para su gusto.

-¡Hey, Pedri al menos ten la decencia de no despertar a medio instituto! -Le gritó desde la cama, si lo escucho o no ya no es su problema, lo único que quiere es volver a dormir y de preferencia despertar y ya notar a su "amigable compañero" cerca.

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