Capítulo 7

590 61 8
                                    

Pedri sabía que el argentino le seguía, no dio ni un momento la vuelta durante su trayecto hasta que finalmente se encontraba delante de la puerta y su lobo se relajó de golpe al percibir el aroma del nuevo.

—Abre—dijo bruscamente y al ver que el más alto no se quería mover volvió a exclamar:—¡Qué abras, joder!

Y el contrario cedió con una sonrisa burlona en el rostro, probablemente también porque no quería causar más escándalo que podría traerles en problemas.

El alfa entró en la habitación, buscando a por lo que vino en la oscuridad. Tomó aire, soltando este en un suspiro silencioso cuando vio que estaba bien, probablemente otra vez molesto con el, pero bien.

—Vámonos, Pablo. Que Emiliano tiene que descansar también.

-¿Tienes algún fetiche con irrumpir de forma poco amable en las habitaciones?-Decía Gavi un poco molesto por las acciones de su compañero.

-Además ¿Qué demonios haces aquí? ¿Vamonos? Pedro literalmente no he podido dormir en nuestra habitación porque o tu me dejas fuera y con la puerta cerrada o me echas.

-No me voy a ir, Emiliano dijo que no tiene problema en que duerma con él, asi que vete.-Dijo con cara de enfado, dicha cara solo causó una diminuta risa de parte de Emiliano.

-Anda, vete y deja de hacer escándalos, yo de aquí no salgo ni aunque me cargues.-dicho eso se volvió a echar en la cama y se tapo con las sábanas.

—Solo por ti, Cachorro.—le siguió el rollo de manera sarcástica, acercándose a la cama para quitarle las sábanas de encima—. Estaba enfermo—aclaró—, y no es mi culpa de que te hayas olvidado de las llaves, bobo.

—Así que vamos, no te comportes como un niñato, que ya es tarde.

Fue lo último que le dijo, esperando a que Gavi finalmente se levante por si solo y que no tenga que cargarlo como había mencionado anteriormente.

-Olvide las llaves, pero vine a tocar la puerta como cuatro veces, y se que me oíste.-Dijo debajo de las sábanas.-No pienso ir a ninguna parte, y para no molestarte como siempre dices, voy a pedir el traslado y seré el compañero de Emi.-Dijo con molestia.

—Bueno... Tu lo quisiste así, por terco.

Y aunque sus músculos seguían protestando tomó a Gavi por las piernas y jaló de ellas hasta que el chico se encontraba al borde de la cama. Parecía una escena sacada de una película de terror.

A continuación lanzó al chico sobre su hombro en una rápida maniobra, sin que este se pudiera zafar de su agarre.

—Buenas noches, Emilio. No nos vuelvas a joder, gracias—se despidió el canario sin siquiera volver a dirigirle la mirada al salir de la habitación.

—Compórtate, cachorro o tendrás serios problemas en esta institución—le volvió a recordar a lo bajo, para que solo el le escuchara.

Con un chillido de sorpresa, Gavi intento no cae al suelo y con golpes en la espalda empezó a gritar mil groserías.

-¡Sueltame! ¡Maldición Pedro! ¿Quién te entiende? Hoy en la mañana me echaste y ahora me obligas a ir contigo.

-Quiero estar con Emiliano, suelta.-Con quejas y un par de golpes Gavi fue lanzado a la cama del perro hermitaño de Pedro.

-¿No se supone que no te caigo bien?

—Te estás montando tus propias películas. Ya te dije, estaba enfermo y no esperaba verte aquí en mi terr—. Nada, simplemente no le des tantas vueltas.

—Creo que si me cayeras mal no te diría que te mantengas alejado de Emiliano—soltó como si fuese lo más obvio.

El alfa se quedó parado a un lado de la cama con los brazos cruzados, observando al chico.

—Así que venga, vete a tu cama a dormir, que mañana tenemos que ir a clases.

Gavi no dijo nada simplemente se levantó y fue a su cama, no entiende las actitudes de su compañero, vale estaba enfermo, pero nadie que este enfermo actúa como un completo imbécil.

Bien él ya se esforzó mucho para que Pedro y el tuvieran una buena convivencia, ya no más.

Seria el otro quien empiece a hacer un esfuerzo, Gavi solo va ha ignorar su presencia, ya no más manzanas ni sándwiches.

Y ni loco va a dejar de ser amigo de Emiliano.

Con esos pensamientos se acomodó sin dar ni las buenas noches y durmió lo que quedaba de la noche.

Alpha Beta Omega Donde viven las historias. Descúbrelo ahora