Capítulo 15

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—¿Te quieres calmar? Nos vas a poner en peligro a ambos si sigues así.

—¿Acaso te he pedido que vengas?—gruñó Pedri, comenzando a molestarse con la presencia del otro.

—Vine por Gavi, no por ti. Así que si quieres que volvamos con el sano y salvo tienes que calmarte.

Un lastimero gemido se escapó de los labios del alfa, se veía que estaba frustrado, no sabiendo como lidiar con todas estas nuevas sensaciones que parecían querer matarlo.

—No sé cómo, Emiliano, no sé cómo—repitió, su respiración agitandose al mismo tiempo en el que comenzaba a temblar.

Su lobo lo aterraba, aullaba de una manera ensordecedora, exigiendo ser liberado.

—Emiliano, ayúdame—básicamente suplicó, asfixiado.

Se agachó, sus rodillas al suelo, temiendo que su lobo iba liberarse en contra de su voluntad en cualquier momento. Le costaba ir en contra de él.

Tal vez después de todo si era un peligro para la sociedad.

Emiliano simplemente estaba ahí parado. Su mano yacía sobre el bolsillo en donde mantenía escondida su navaja, preparado para lo peor.

 Su mano yacía sobre el bolsillo en donde mantenía escondida su navaja, preparado para lo peor

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-¿Qué?-pregunto confundido ¿Irse con ellos?

-Él siente algo por ti, y dudo mucho que su lobo quiera separarse de ti.-Robert dijo eso, pero la realidad es que con cada minuto su propio lobo quería al joven como manada, incluso más que a Pedro.

"¿Dónde iremos hoy?"

"Deja de ser tan curioso, ya lo verás."

"Perooooo, Lewyyyy."

-Te equivocas, yo no soy esa persona.

-¿Ah, no?

"¿Vas a amarme siempre?"

"Voy a amarte incluso cuando ya no te recuerde."

-Él ama a otra persona, pero de todas formas no creo que se una a ti, y menos dejara que le toques un pelo a Ferran.- Dijo eso, y realmente era cierto, la forma en que Ferran lo trata, la forma en que Pedri recibe el afecto del otro...

Gavi sabía que solo contaba con Emiliano, el cazador ya se habría dado cuenta de su ausencia, pero Emi estaba herido ¿Qué podía hacer?

Gavi tenía que salir de esta solo, el lobo es más astuto e inteligente, sabe que un humano como él, no se atrevería a enfrentarlo, y eso es una ventaja.

-Pero tú si lo amas ¿Qué fue lo que un humano puedo verle a una bestia?

"¿Qué fue lo que viste en mí?"

"Todo."

-¡Pedri no es una bestia! -Gritó enojado.

-Pero es un hombre lobo ¿no?-Robert cada vez estaba más encantado con el humano.

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