CAPITULO 6

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Ya habían pasado esas dos semanas acordadas para que Martina y Mateo se dejen ver como "pareja" por primera vez. La primer idea había sido que los vean irse juntos de un boliche, pero eso iba a hacer que la vean como una más de todas las mujeres con las que se lo vió al artista a la salida del baile; así que surgió la segunda idea, que los vean en una merienda, algo mucho más romántico.


- tenes que mostrarte feliz - dijo la chica sentándose en la mesa del lugar

- *suelta un suspiro* todo tengo que hacer? - el se estaba sentando en la silla de enfrente

- deja de quejarte - después de una carcajada - tenes que comer y charlar un rato nomás

- charlar de que?

- no se, contame algo de tu vida - ofreció simpática

- eso no está en el contrato - respondió el chico serio


La mesera los interrumpió para dejarles las cartas y volvió a irse.


- emm Mateo - habló Martina preocupada

- que?

- es muy caro - susurró - vayamos a otro lugar

- pedí lo que quieras, no mires el precio

- *suelta un suspiro dejando la carta en la mesa* no se, no entiendo nada


El joven antipático la miró aguantándose la carcajada, aunque una leve sonrisa se le escapó.


- que no entendes?

- no te rías - se quejó al darse cuenta de sus facciones

- no me reí - respondió todavía haciéndose el duro resistiendo la carcajada - que no entendes? - volvió a preguntar

- los nombres raros de las cosas, por que están en otro idioma?

- porque es italiano el lugar - contestó

- *se ríe* italiano? donde me trajiste


Hace un rato se estaba quejando, y ahora se está riendo, Mateo no podía evitar sentir la necesidad de reírse con ella, y se sorprendió de el mismo, porque no era gracioso lo que estaba pasando, pero había una gracia en Martina que hacía que de alguna forma si lo sea.


- vos proba la comida y después me agradeces - habló todavía serio, estaba muy enfocado en no perder su postura

- bueno no se, pedime vos lo que quieras

- segura? - preguntó y ella asintió sonriendo - que queres? dulce o salado?


La chica alzó los hombros, en realidad quería los dos, pero le daba vergüenza decirle.


- los dos, queres? así probas - ofreció el chico como si le hubiese leído la mente


Martina accedió con una leve sonrisa y lo quedó mirando mientras el observaba la carta concentrado, quedó muy sorprendida por ese último gesto de el, en ningún momento la juzgo ni la trató mal por no ser de la misma clase que el, todo lo contrario, la ayudó, eso hizo que la joven se pusiera a pensar; y si lo prejuzgó? si su frialdad es una armadura y no es por agrandado?.
Cuando la chica volvió de disociar notó que todavía seguía mirando al cantante, el cuál justo levantó la mirada, haciendo que ambas choquen por un rato, sin que ninguno la corra.


- me vas a responder o no? - habló Mateo rompiendo el silencio

- que cosa? - preguntó confundida

- lo que te pregunté Martina, para tomar queres jugo de naranja o algún café? - repitió la pregunta que ella nunca había escuchado

- jugo de naranja está bien


La mesera volvió a tomarles el pedido, el se encargó de pedirle todo, ella solo miraba haciéndose la que entendía.


- venís seguido acá? - quizo sacar tema de conversación cuando la mujer se fue

- venía - respondió el joven

- hasta que cambiaste la taza de café por el vaso de vodka? - largó en una carcajada



Mateo la miró serio, ella dejó de reírse al ver la cara de el.


- *suspira* era un chiste - se justificó - si algún día te hago reír me aumentan el sueldo?? - siguió jodiendo, está en su naturaleza

- no creo - mirando para abajo para ocultar la leve sonrisa que se le había escapado


Martina se dió cuenta de eso y también sonrió, no le dijo nada porque sabía que se iba a poner mas serio todavía, pero en el fondo quería entender porque es tan duro.


- contame vos un poco de tu vida - habló el chico rompiendo el silencio que de había formado

- yo?? - preguntó sorprendida, no podía creer que se esforzó en querer sacar tema de conversación - qué queres que te cuente?


El alzó los hombros y la quedó mirando esperando a que hable, a ella le intimidaba mucho su mirada y no entendía porque, pero no podía mantenérsela por mas de un minuto, así que agachó la cabeza y se puso a jugar con su pulsera un poco nerviosa.
Antes de que ella pueda hablar la mesera volvió a interrumpir para traerles la comida.


- tan rápido? - preguntó sorprendida con los ojos abiertos como platos al ver todo lo que traía - graciassss - le dijo a la mujer antes que se vaya


No escuchó a su acompañante decir lo mismo y lo miró mal, pero el no le prestó atención, estaba acomodando la comida.


- y? - preguntó expectante a ver si a ella le había gustado lo que le eligió

- esta buenísimo - dijo casi inentendible por la boca llena


El chico no pude evitar soltar una leve carcajada, hacía toda la tarde que se la estaba guardando, y aunque la ocultó muy rápidamente la chica llego a notarla, sonrió al verlo, el la vió sonreír.
Comieron y hablaron de boludeces, en realidad habló Martina, el la escuchó, todo iba bastante bien, hasta que a la joven se le ocurrió probar la porción de torta que Mateo le había pedido.


- esto tiene coco? - preguntó después de carraspear la garganta

- si y dulce de leche

- soy alérgica Mateo - dijo preocupada después de ya haberla tragado

- que? - confundido


La chica volvió a carraspear la garganta, notando que ya le estaba costando respirar y el cuerpo le empezaba a picar, y arder.
El artista la vió toser y se empezó a preocupar.


- no puedo respirar - dijo como pudo


Mateo no dudó ni un segundo en pararse y agarrarla en brazos.


- después te pago - le dijo a la mesera al cruzársela en el camino


Fue lo las rápido que pudo hasta el auto y manejó hasta la clínica mas cercana mientras llamaba a Lorena.

SOLO POR VOS | PARTE 1 y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora