CAPITULO 21 | parte 2

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- que haces amor? - preguntó al verlo, agachándose a su altura

- te fuiste - respondió con la voz agitada

- no Matu fui al baño - agarrando sus manos que temblaban





Mateo estaba como ahogado, las manos no eran lo único que le temblaba, todo su cuerpo estaba inquieto, de a poco le iban cayendo algunas lágrimas, y Martina no podía evitar largar algunas ella también, no entendía lo que le estaba pasando, pero odiaba verlo así.





- mi amor tranquilízate estoy acá - abrazándolo

- dame las pastillas que están en la mesita de luz - dijo después de tocer, la respiración se le estaba yendo

- eh? no, que pastillas?

- pásame las pastillas Martina

- nononono respira conmigo - agarrándolo de las mejillas

- no puedo - negó después de volver a toser

- si podes, dale estoy acá, respira conmigo





Martina puso la mano en el pecho de Mateo, e inhalo, el le copió, como también le copió el suspiro que largó después. Parecía imposible pero de a poco su respiración se fue tranquilizando, y gracias al tacto de la chica, el cuerpo le fue dejando de temblar.





- viste que podías - dijo sonriendo volviéndolo a abrazar

- te amo - susurró

- yo mas mi amor - sin separarse





Se volvieron a acostar, igual que antes, Mateo abrazado a ella, con su cabeza escondida en su pecho, y nuevamente se durmió gracias a los mimos que esta dejaba en su pelo.

Apenas lo sintió dormido, hizo un leve movimiento hacia atrás, para poder llegar a la mesita de luz, el pedido de las pastillas le había quedado dando vueltas por la cabeza.

Abrió como pudo el cajón, no estaba cerca, ya que no quería despertar al chico, y metió la mano adentro intentando agarrar lo que le pareciera que fueran pastillas, ya que no veía el interior. Tocó lo que parecía ser un blíster, así que lo sacó, al verlo pudo ver que era clonazepam, pero eso no era lo que la había preocupado, su preocupación fue por la bolsita que sacos sin querer, supo inmediatamente lo que era, no había muchas opciones, que mas puede ser un polvo blanco?

Dejó nuevamente las dos cosas arriba de la mesita, y volvió a su tarea de acariciarle el pelo a Mateo, no lo iba a despertar para pedirle explicaciones, pero no podía evitar hacerse la cabeza, aunque la bolsita parecía estar completamente cerrada, le daba mucha pena pensar que podría haber vuelto a recaer en eso que tanto quizo salir.

Pensó que no iba a poder dormirse por no parar de pensar, pero el cerebro por fin se le fue apagando de a poco, y se durmió. A las horas la alarma del celular de Mateo los despertó a ambos.




- buen día hermosa - dijo el chico sonriendo al verla

- buen día - sé refregó los ojos devolviéndole la sonrisa

- por dios que bien que dormí - soltó en un suspiro mirando hacia el techo - vos? - ahora mirándola a ella

- *asiente con la cabeza y le da un beso* bien





El chico sonrío y volvió a besarla, Martu no tardó mucho en querer hablarle sobre lo que había visto a la noche.




- Matu

- mmh? - preguntó entre sus labios

- que es esto? - dándose vuelta a buscar las cosas

- amor - soltó en un suspiro pasando sus manos por su cara

- amor nada Mateo, que es esto? - volvió a preguntar al borde de las lagrimas

- no lo toque, te juro

- no me mientas, faltan pastillas, y anoche me pediste

- a la coca, no la toque, ni se porque la compre - la miró unos segundos en silencio - las pastillas me ayudan a dormir, y a calmarme, no tome muchas tampoco, estoy mejor desde que nos volvimos a ver

- no las necesitas, anoche te calmaste, y no tomaste ninguna

- anoche me calmaste vos Martina

- no podes volver a caer en esto Matu - parándose

- donde vas? - parándose él también

- si decís que no lo tocaste nunca, no te va a importar si lo tiro

- las pastillas no - agarrándola del brazo

- Mateo

- las pastillas no Martu porfavor, no entendes que vivo un infierno cuando no estas? es lo único que me duerme

- sabes la cantidad de gente que se murió por sobredosis de esta mierda?

- de que sobredosis me hablas? no las tomo para drogarme, me calman la ansiedad, los médicos la recetan

- *suelta un suspiro y pasa sus manos por su cara* no quiero esto para vos, no quiero esto para nosotros - empezando a llorar

- ya se mi vida, créeme que yo menos - agarrándola de las mejillas - pero después de la pelea me voy a ir a buscar hasta a los militares si hace falta para sacarte de ahí adentro




Dentro de una semana Mateo tenía una pelea denuevo.




- yo se que va a estar todo bien, pero así no - levantando los paquetes

- *suelta un suspiro* tíralo

- tomá - dándole las pastillas - tómalas bien, porfavor

- gracias - sonríe de lado




Martina le dió un beso, para después dirigirse al baño y tirar por el inodoro el otro paquete.




- me cambio y me llevas? - volviendo a la pieza

- estas enojada?

- *sonríe* no mi amor - posicionando una de sus manos en su mejilla - pero me tengo que ir - dándole un beso

- *suelta un suspiro* ya sé

- y vos te tenes que preparar para la pelea - agarrándolo de la nariz - que tenes que ganar eh, yo hincho para mi profe

- *suelta una carcajada y la agarra de la cintura* no te voy a decepcionar entonces

- nunca me decepcionas - dándole un beso

- tengo que ir a almorzar con mi hermana - habló entre sus labios - me acompañas a buscarla? así la saludas?

- *sonríe* bueno




Así fue, se subieron al auto y el chico manejó hasta la casa de Emiliana, la buscaron y después fueron charlando hacia la casa de Santino, al llegar la chica se despidió de ambos, y se bajó del auto para dirigirse al tapial.





- me ponen nerviosa che - dijo al haber intentado subir y fallar




Mateo se rió y se bajó del auto, para caminar hacia ella y ayudarla uniendo sus manos para que ella la pise, y logre subirse.




- chau hermosa - le dijo mirando hacia arriba

- chau hermoso, gracias





Mateo le guiñó el ojo y volvió al auto, la chica bajó el tapial, pasó escondida por el patio del vecino, y al pasar el último tapial llegó hasta la ventana, y la pasó, soltó un suspiro al estar adentro, pero al darse vuelta no pudo seguir igual de tranquila como estaba.





- Santino! - dijo con los ojos abiertos como platos

SOLO POR VOS | PARTE 1 y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora