CAPITULO 8 | parte 2

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4 semanas fueron las que Mateo se quedó en Miami, no fue para nada fácil, dormir sin Martina se le hacía casi imposible, se pasó madrugadas enteras en el estudio, durmiendo de día cuando ya no daba más, también le metió bastante al gimnasio, hacía ya un tiempo que no estaba practicando box y volvió a entrenar para tener la cabeza en otro lado; tuvo la oportunidad de encontrarse con otros artistas de la escena que estaban allí y salir un par de veces con ellos, pero nada interesante, en su cabeza solo estaba la idea de volver.

Por fin llegó el día, después de varias horas de vuelo, ya estaba en su departamento.





- mmm mepa que no hay nadie amigo - dijo Camilo entrando con una valija del chico





El lo había ido a buscar al aeropuerto, no sabía si Martina había hablado con su mamá sobre este tema, pero el no lo había hecho con Pedro, así que tuvo que acudir a su amigo.





- debe estar durmiendo, son las 6 de la mañana - respondió el protagonista despreocupado

- bueno, cualquier cosa me avisas - dándole un leve golpe en la espalda - nos vemos

- chau amigo, gracias





Mateo cerró la puerta y soltó un suspiro medio nervioso, quizo dirigirse enseguida a la pieza, para encontrarse nuevamente con su novia, pensando que ella estaba ahí, pero en el camino se detuvo, al ver arriba de la mesa el celular de la chica, con una carta abajo.





"necesitaba un tiempo para pensar, te dejo mi celu para que no me llames, te amo. Martina"






Se quedó unos segundos mirando la carta, había muchas cosas raras, porque dejaría el celu? el no es con la única persona que habla, tampoco era su letra, y era raro que haya puesto Martina, ella odia que le digan Martina.

Dejó el papel y agarró el celular, por la antigüedad de la relación claramente se sabía su contraseña, entró a whatsapp, por la cantidad de mensajes supuso que ya eran varios días los que habían pasado desde que lo dejó allí; tenía mensajes de Lorena sin responder y hasta los que les había respondido siempre había mantenido la mentira de que seguía en Miami, en el grupo de sus amigas preguntaron varias veces por ella, no hubo respuesta en ninguna, pero subiendo un poco mas en el chat pudo asumir por los mensajes que estas semanas se había quedado con ellas, por último entró a su propio chat, los últimos mensajes eran de hacía un mes atrás, pero, había algo escrito sin mandar.





"cuando volves? ya te extraño demasiado"






Si lo extrañaba, por que necesitaba tiempo para pensar? mas del que ya le había dado? era todo muy raro y aunque quería ignorar por completo sus pensamientos, le atormentaba muchísimo la idea de que Santino tuviera algo que ver.





- no se no entiendo nada - Pilar después de leer la carta por décima vez





El chico llamó a las amigas de su novia, necesitaba que alguien lo ayude a ver que estaba pasando.





- para mi necesitaba descansar de todo y se fue chicas no es muy difícil - Camila - saben como es Martu, capaz necesita estar sola

- hace cuanto se fue de tu casa? - preguntó Mateo ignorando lo que dijo la chica

- 4 o 5 días por ahí, pero ella estaba muy segura de venir acá a esperarte, me parece raro que diga que necesita más tiempo para pensar





El chico pasó sus manos por su cara, se estaba empezando a sentir culpable, si volvía antes capaz esto no pasaba.





- yo no entiendo como la dejaste volverse sola sabiendo lo que estaba haciendo el enfermo de Santino - lo acusó Candela

- no se, no se, ni me acordé del pelotudo ese

- pero les parece que Santino tenga algo que ver? es un boludito que está obsesionado, no creo que llegue al punto de raptarla - Jazmín

- justamente Jaz, obsesionado - respondió Pili - no se, si amenazo con todos esos mensajes que dice Mateo, a mi no me parecería raro qué haría una locura así

- hay que llamar a la policía - Sofia

- no para mi no, si es verdad lo que dice en la carta? estamos haciendo lío al pedo - Cami

- Mateo podes decir una palabra? me pones nerviosa - se quejó Jazmin




El chico estaba como ido, no podía parar de pensar lo peor y de echarse la culpa de eso.




- no saben donde vive el chabón ese? - soltó levantando la mirada del piso

- si no se mudo, si - respondió Pilar alzando los hombros

- vamos





Las chicas lo siguieron sin dudarlo, pero ir todos iba a ser un quilombo, así que solo fue el, con Pilar y Jazmín, las demás volvieron a sus casas, quedaron en que les iban a avisar cualquier cosa.

Mateo manejó por donde Pili lo guiaba, tenía la cabeza en cualquier lado, pero trataba de centrarse en la carretera, por un lado quería que esté ahí, porque sino no sabía donde carajo podía estar, pero por otro lado, si estaba ahí, le podría haber hecho cualquier cosa y lo sacaba de quicio tan solo pensarlo.





- que hacemos? vamos y le tocamos timbre? - preguntó Jaz desde la parte de atrás del auto

- no, nos quedamos sentados en la vereda esperando que salga - respondió sarcásticamente el chico mientras se bajaba del auto

- pero si no esta acá? quedamos como unos pelotudos - siguió hablando la chica mientras se bajaba ella también

- que me importa Jazmin, viniste a ayudar o a hablar boludeces? - respondió harta Pilar

- estoy nerviosa flaca, no me sale hacer otra cosa que hablar boludeces

- bueno podes callarte entonces? - se sumó Mateo también harto - porfavor - agregó al notar el mal trato




El también estaba nervioso y que hablen tanto lo ponía mas nervioso todavía, la chica había estado dandole a la lengua sin parar durante todo el camino.

Se acercaron a la puerta, Pilar tocó timbre, y después de esperar unos segundos sin obtener respuesta repitió el movimiento, pero otra vez no lograron nada; Mateo corrió un poco el cuerpo de la chica y se puso en su lugar, no fue tan sutil como ella, él directamente pegó su dedo al timbre, estaba dispuesto a quedarse por horas ahí hasta que alguien le abra.

SOLO POR VOS | PARTE 1 y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora