|La verdad|

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¡Gracias por leer!


***


Octavia iba nerviosa en la limusina real, jugaba con sus dedos, miraba por todos lados por su temor de que algo le suceda a ella en casa de su madre. No la había visto por 2 meses y tal vez esté furiosa, eso pensó ella en su cabeza. La limusina se detuvo y ella supo que era hora de actuar. Sabía que su madre al verla tal vez se enojaría al instante ya que no estaba usando un vestido como era debido de una princesa Ars Goethia, y en vez de usar un vestido, ella estaba usando su típica ropa. Su gorro, su abrigo y pantalones holgados, y para ojos de la realeza eso era muy mal visto.

Pero ella firme bajó del carro y fue muy amablemente recibida por un sirviente el cuál le indicó que su madre la esperaba en el observatorio del castillo, ella le agradeció y siguió su camino. Todo lo que ella estaba haciendo en ese momento era por su padre, para conocer el centro de sus problemas y tener una buena charla, algo que tuvo que hacer desde mucho tiempo para que su padre no cometiera acciones como de casi "suicidarse" o "despreciarse a si mismo" e incluso "aguantar un matrimonio fingido" con Stella. Le debía una charla a su padre... y para aquello debía llegar al fondo del asunto.


***


Después de caminar un poco, Octavia llegó al observatorio del castillo de su tío y pudo ver una sombra a lo lejos que poco a poco cobraba luz, pero no de una bonita manera, más bien de una manera escalofriante. -¡Hola Octavia! Cómo estás... siéntate- dijo su madre señalando el asiento disponible. -Hola- dijo la chica búho desinteresada. -Y... ¿Cómo están las cosas en casa cielo?- dijo Stella sirviendo el té.

-Pues... todo normal- dijo la chica tratando de agarrar confianza la cuál no se producía por la negatividad del momento. -Bien... ¿y cómo está tu padre? ¿Igual de estúpido? o- fue callada por Octavia. -¡Podrías un segundo dejar de hablar mal de mi padre!- dijo la chica casi gritando.
-Ay ¡perdón! No es mi problema que sea una perra- dijo Stella en tono de burla mientras tomaba su té.

-¡Acabo de llegar! Y creo que ya me voy- dijo la princesa Octavia levantándose de su asiento. 
-¡Octavia Goethia! ¡REGRESA AHORA MISMO!- dijo Stella rompiendo su taza pero Octavia le cerró la puerta en su cara.

-Agh... no se puede hablar con esa mujer- dijo mientras caminaba a la salida. Octavia muy enojada caminó en dirección a la salida. También estaba enojada con ella misma ya que no tuvo la paciencia suficiente como para quedarse a soportar a su madre e incluso obtener las respuestas que necesitaba. O tal vez le preguntaría directo a su padre, pero este no le diría.

Caminó y caminó el gran camino, se subió a la limusina y se fué a casa muy pero muy enojada. 
Al llegar fue a su habitación y rápidamente se encerró y fue directo a su balcón a mirar el paisaje infernal mientras esta sollozaba por no tener respuestas.
-¡Soy una idiota!- dijo mientras se golpeaba la cabeza mutuamente. -Buenas tardes princesa~- dijo una voz algo conocida. 

-¿Tú? ¡¿CÓMO CARAJOS ENTRASTE AQUÍ LAURENT?!- dijo Octavia invocando una bola de fuego en dirección a él. -Vine por la puerta y perdone por... hacerla asustar pero creo que yo tengo las respuestas a lo que está buscando- dijo Laurent acercándose a ella con cuidado mientras la otra había llegado al fin del balcón. -

Just Look My Way |Stolitz|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora