|El rescate 3/5|

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Después de varias horas, 16 horas para ser específicos. El príncipe Stolas se despertó con dificultades para ver, su vista se puso borrosa, nublada, no podía ver nada a causa del cansancio notorio en su cuerpo, con el paso de los segundos aquella vista borrosa empezó a tener sentido. 

Estaba en una habitación completamente a oscuras, la única luz era la de una lámpara ubicada en una mesa de noche que logró ver con dificultad. Sus manos, sus piernas, todo su cuerpo temblaba. Tenía sueño a pesar de haber dormido varias horas pero a la vez no quería dormir. No podía moverse bien, pero no se rindió. 

Con su mano derecha invocó un rayo de luz y la alzó y se sostuvo con su mano izquierda. Gracias a esto, el cuarto se iluminó y vió todo a su alrededor, su ser se exaltó al ver todo aquello que lo rodeaba.

Estaba en un cuarto de tortura, pero no cualquiera, ¡uno de tortura medieval!, y todo era hecho con material angelical, asustando al príncipe. -Te-.. tengo que salir... ten-go que sali-r de aquí- dijo susurrando el príncipe para si mismo mientras intentaba levantarse. 

Tan distraído estaba que al levantarse, varias máquinas se desconectaron haciendo que este caiga al piso. También, se dio cuenta de que estaba atado a unas cadenas angelicales y estaba empezando a perder oxigeno. No podía hablar, no recordaba bien en donde estaba, no era una habitación del castillo, si no, la hubiera reconocido al instante.

Y a causa de su agotamiento y falta de oxígeno, su rayo de luz se apagó rápidamente. El se empezó a desesperar ¿Así terminaría la vida de alguien tan bondadoso?, por eso dicen que al ver las flores del jardín siempre nos llevamos las flores mas bonitas en vez de las mas dañadas, de las más podridas. 

Cuando trató de levantarse, vio mucha sangre correr por sus piernas. -...a-... ¡¿abusaron de mi?!- susurró el príncipe completamente asustado mientras nuevamente caía al suelo.

Vió su vida culminar en ese instante, ¿que pasaría con Octavia? ¿su madre? ¿se quedaría con la custodia de su hija y la obligaría a casarse por compromiso?, ¿Blitz?. -Bli- Blitz- susurró con sus último aliento mientras sollozaba por el miedo. 

Sus ojos estaban por cerrarse del todo, sus pulmones no daban más, su cuerpo se enfriaba y su corazón se apagaba rápidamente. Y ya en el suelo vio una luz, un portal y una silueta que rápidamente iba hacia él, a causa del agotamiento no veía ni escuchaba bien. -¡Stolas! Stolas estoy aquí ¿si?. No te vayas ¡por favor!- dijo aquella voz mientras lloraba y lo conectaba.

Esa no era la voz de su imp. La voz le era familiar pero no estaba en su mejor momento como para pensar en eso. -¿Qui- quién... -e-eres t-tu?- preguntó Stolas mientras trataba de respirar bien. Su acompañante no le respondió y siguió conectando aquellas máquinas que le daban vida dejándolo estable en cuestión de segundos. 

-Hola Stolas, ¿Cuántos dedos ves?- le dijo aquella silueta mostrándole 2 dedos. El príncipe hizo su mayor esfuerzo para ver y con cansancio le respondió. -¿17? Es- espera... las manos-... no tienen 17- de-dos- respondió el príncipe con tono de alterado. 

-¡Hey! ¡hey! no te alteres. Te han administrado mal los medicamentos y por eso estas muy cansado, yo te ayudaré a recuperarte en cuestión de exactamente 1 dia y medio- le dijo su acompañante casi susurrando.

-¿Quién eres?- preguntó el príncipe logrando ver algo. -¡Perdón! Cierto... no puede ver- dijo aquella silueta mientras se levantaba y prendía la luz. -¿Mejor?- preguntó agarrando su mano mientras la acariciaba. 

No tuvo respuesta por parte de Stolas, ya que con la ayuda de la luz logró ver quién estaba frente a él... era Laurent. -¡¿QUÉ HACES AQUÍ?! ¡ALEJATE DE MI!- dijo alterado el príncipe mientras trataba de encender un rayo de luz, pero esto le era imposible. 

Just Look My Way |Stolitz|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora