Stolas y Blitz se miraron a través de la mesa, la cena se enfriaba mientras sus palabras se convertían en dardos envenenados. La tensión se había acumulado durante meses, una niebla espesa que amenazaba con ahogar su matrimonio.
Ocho años juntos, cinco hijos que eran su mayor tesoro, y sin embargo, se sentían más distantes que nunca.
Stolas, con su porte regio y mirada melancólica, cargaba con el peso de dos mundos. Sus responsabilidades como Príncipe del Infierno se habían duplicado tras la muerte de Andrealphus, y Stella, consumida por la apatía, se desentendía de sus deberes.
Blitz, por su parte, había convertido I.M.P. en un éxito rotundo, su fama como exterminador de humanos resonaba en el Infierno. Pero el éxito tenía un precio: largas horas de trabajo, viajes constantes y la constante exposición al peligro.
La comunicación se había convertido en un lujo escaso. Las discusiones, antes acaloradas y apasionadas, se habían tornado frías y punzantes. Ambos se sentían incomprendidos, resentidos. La sombra del divorcio se cernía sobre ellos, un fantasma que les helaba la sangre.
El miedo a la separación era un tormento constante. Stolas temía perder a su familia, la única luz en su existencia. La imagen de sus hijos, Baél, Leonor, Spirot, Caín y Cailyn, con miradas tristes y perdidas, lo atormentaba, no quería que ellos sufran lo que su hija Octavia había pasado.
Blitz, por su parte, se aterraba ante la soledad. La idea de un futuro sin Stolas, sin su calor, su sarcasmo, su complicidad, era insoportable.
Ambos sabían que algo tenía que cambiar. No podían seguir así, ahogándose en la rutina y el resentimiento.
Sus hijos, los cinco frutos de su amor, observaban con tristeza cómo la distancia y la tristeza se apoderaba de sus padres. Los juegos compartidos, las historias nocturnas y las cenas familiares se habían convertido en un recuerdo lejano.
Ahora a causa del trabajo de sus padres, los niños eran cuidados por su hermana Octavia y su novio Laurent, ya que Loona, Moxxie y Millie formaban parte de I.M.P.
***
-Ajam- Tosió Octavia incómoda. Stolas y Blitz reaccionaron asustados. No dijeron nada y comenzaron a comer.
-Disculpa Stolas, pero te vez como la mierda... ¿que hiciste ayer?- preguntó Loona mirando al búho ya que tenía ojeras notorias. Stolas se sorprendió y agachó la mirada.
-Trabajo- susurró mientras metía una cucharada de comida en su boca.
-¿Y tú Blitz? También te vez como la mierda- preguntó Loona mientras miraba a Octavia con preocupación.
-Estuve trabajando en el papeleo para tratar de tener menos trabajo la próxima semana- dijo el imp sin expresión mientras tomaba su café rápidamente.
-¿Hoyd podedmos leed un cuento mami o nos puededs cantad? ¿Mami?- preguntó Cailyn dos veces ya que Stolas se estaba quedando dormido, aun no pronunciaba bien. Stolas reaccionó asustado.
-¡¿Qué?! Digo... veré si saco tiempo... ¿si cariño?- respondió Stolas mientras le daba una sonrisa a su hija y se ponía bien.
- Y hablando de sacar tiempo... ¿Irán a nuestra boda cierto?- preguntó Octavia sosteniendo el brazo de Laurent.
Blitz asintió dudoso y Stolas dio una sonrisa nerviosa. -¿Papá?- preguntó Octavia sintiendo que iba a llorar.
El teléfono de Stolas comenzó a sonar y este suspiró pesado. -Permiso, disculpen- pidió Stolas levantándose de la mesa para salir de la habitación.
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Just Look My Way |Stolitz|
Fanfic-¿Qué debo hacer para que me mires Blitzy? ¿Cuántas veces he sido rechazado por ti? y aún sigo esperándote...- Solo Mírame~ ----------° ¿Quién pensaría que su vida se llenaría de tantos problemas? Pero una cosa es segura... El tiempo... será su may...