|Stolas v/s Blitz|

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Blitz y Asmodeo avanzaron con firmeza hacia el epicentro del caos. La biblioteca, ahora vacía y en ruinas, había servido de refugio temporal, pero el verdadero desafío esperaba en el corazón de la fortaleza, donde Blitz mantenía su dominio. 

Mientras corrían por los pasillos oscuros y desmoronados, el sonido de la furia de Andrealphus por buscar las gemas retumbaba a lo lejos. El castillo Ars Goethia estaba en ruinas, y los ecos de la lucha se mezclaban con los lamentos de quienes habían sido atrapados en el conflicto. 

Blitz podía sentir la presión creciente en su pecho; cada paso lo acercaba más al enfrentamiento final, al sacrificio que había decidido hacer. 

Asmodeo lo seguía de cerca, sus ojos reflejaban una preocupación que no podía ocultar. Aunque el pecado estaba acostumbrado a los desafíos, la decisión de Blitz de sacrificarse había golpeado duro en sus entrañas. Sin embargo, entendía la gravedad de la situación y estaba dispuesto a apoyar a su amigo hasta el final.

El castillo estaba envuelto en una oscuridad palpable, iluminada solo por destellos ocasionales de magia que estallaban por el aire. 

Finalmente, llegaron a una gran sala adornada con símbolos pertenecientes a la familia Ars Goethia y un trono oscuro en el centro. En el trono, Andrealphus se reclinaba con una sonrisa cruel en su rostro, sosteniendo la gema del tiempo con una mano enguantada en un resplandor verde. 

-Solo... perdamos el tiempo hasta que Octavia venga, ¿si?- pidió Blitz nervioso.

-Espera, Blitz... ¿ese no es...?- Asmodeo señaló a Andrealphus junto a... ¿Stolas?

Los ojos de Blitz se iluminaron, pero Stolas no parecía reaccionar. Se suponía que Andrealphus estaba en la mente de Stolas y este, bajo el hechizo de Andrealphus, estaba de pie junto a su ex cuñado, su postura erguida y digna, pero sus ojos reflejaban una tristeza profunda, como si la luz en ellos hubiera sido extinguida.

-¡Blitz! ¡Asmodeo! - la voz de Andrealphus resonó en la sala, cargada de malicia. -Veo que han venido a morir de manera digna, ¿o no... Stolas?- sonríe señalando a Stolas, el cual asintió sin expresión. 

Blitz respiró hondo, tratando de mantener la calma a pesar de la creciente presión en su pecho. -Venimos por Stolas. ¡Déjalo ir, Andrealphus!-

Andrealphus rió con desdén. -¿Y qué me ofrecerán a cambio? ¿Una lucha de mierda? No pueden tocarme, y mucho menos si no tienen la gema del tiempo... ¿verdad Blitzy?- dijo sarcástico. 

Blitz apretó su puño molesto. -Maldito hijo de-...-

Asmodeo se adelantó, sus ojos fijos en el trono. -No estamos aquí para negociar. Sabemos que Stolas está bajo tu control, y estamos dispuestos a arriesgarlo todo para liberarlo hijo de puta-

Andrealphus se inclinó hacia adelante, jugando con la gema del tiempo. -Muy bien. ¿Qué tal una oferta más interesante? Si logran vencerme en un duelo, consideraré liberar a Stolas. Pero, si fallan... bueno, digamos que sus vidas serán el precio a pagar por su terquedad-

Blitz sintió el peso de la decisión en sus hombros. El duelo era una trampa, una oportunidad para Andrealphus de divertirse con su desesperación. Sin embargo, no podía dar marcha atrás. 

Su determinación era inquebrantable. -¡Acepto!- gritó Blitz decidido. -¡Hazlo! ¡Lucha contra nosotros si es lo que deseas!- 

-¡Blitz!- le regañó Asmodeo por su adelanto.

Andrealphus se levantó del trono, una sonrisa amplia en su rostro mientras se dirigía hacia el centro de la sala. La sala se transformó en un campo de batalla, con las sombras danzando a su alrededor, como si estuvieran esperando el enfrentamiento, pero estas rodeando solo a Stolas y a Blitz.

Just Look My Way |Stolitz|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora