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Termine mi viaje, no pude estar en su funeral, pero ahora estaba parado enfrente de su lápida, mi corazón estaba alterado, pero mi espíritu me estaba dando fortaleza, sentía la conectar de mi espíritu con su Espíritu.

Toque el grabado de tu nombre en ella, estaba tan frío como lo estuvo tu corazón, lágrimas silenciosas rodaron por mi mejillas, sin embargo clamé a Dios, mi corazón se llenó de su calor sobrenatural.

—Dios ayudame a ser fuerte, deja que tu amor sane mi dolor, lléname a tal punto que tu solo sea mi centro, te necesito, sigue cambiando mi vida y enséñame que de hacer para ti, he vivido mi vida alejado de ti, ahora quiero estar pegado a ti.

Cerré mis ojos y esperaba su respuesta, el silencio era su susurro. Después de pasar una hora, fui a la casa de mis padres.

Estuve conversando con ellos hasta que mi mamá dijo que había algo que quería darme, pero no sabía si debía.

Camino hacia su cuerto y cuando regreso, traía consigo una libreta, me la tendió y leí su nombre, cuando levante el rostro hacia mí mamá, exprese en mi asombro:

—Es el Diario de Luna.

Mi corazón latía a mil por hora, no sabía si debía hacerlo o no, pero al menos podía saber por qué tanto tiempo se alejó de mi y de Dios.


Ainnnsss. Ha llegado a su Fin la narración de Ángel, en el final habrá uno o dos capítulos, de su futuro, sin embargo los invito a seguir leyendo el diario de Luna y de su corazón expuesto.

Mi único Error es Seguirte AmandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora