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Estábamos por el sexto semestre tu diseño gráfico y yo en psicología, ambos amabamos nuestras carreras, después de clases te llevaba a tu casa y antes de despedirnos, siempre había algo más para charlar, era algo que no quería cambiar.

Las cosas cambiaron cuando comenzaste el trabajo y la universidad estaba aún más agotadora, eran pocas las veces en que nos podíamos ver y cuando te veía parecías otra persona.

Faltabas a la iglesia, ponías alguna excusa sobre que estabas muy ocupada con las clases y dejaste el grupo de danza por tus supuestas ocupaciones, eso lo entendí hasta que me di cuenta que sólo eran excusas, no se trataban de las clases, ni de tareas, estabas teniendo una doble vida.

Eso me estaba doliendo mucho, nuestra promesa de estar juntos ya no la veía cerca, oraba por ti cada noche para que encontrarás una luz que te sacará de esa oscuridad, quería verte feliz, pero no creía que lo fueras, nos mentías a todos, deseaba que fueras sincera, sin embargo no lo eras.

Tu padre estaba muy preocupado, sabía que era un poco estricto contigo, pero te amaba, él había asistido a la iglesia cuando eramos niños, al pasar los años la abandono haciéndolo volver a su antigua vida.

Por tu lado, tratabas de ser una buena chica, amabas a Dios y a las personas de nuestro alrededor, la amabilidad era una de tus características y de eso me había enamorado.

Un día fui a visitarte sabía que estabas en casa, aún así le dijiste a tu padre que dijera que no estabas, en ese momento me deje llevar por mi enfado y sin esperar mas entre a la casa en tu búsqueda, al ingresar a tu cuarto, hablas por teléfono y sonreías como una vez lo hiciste conmigo, me miraste y tu sonrisa decayo.

Colgaste la llamada, me miraste avergonzada, pero eso no hizo que me calmara, te pregunte que te pasaba y recuerdo lo que dijiste...

—No es de tu incumbencia, esta es mi vida Angel

No lo creía, está no eras tú y eso me hizo sentir devastado, no eras la chica de la cual me habia enamorado, no lo eras. Te pedí disculpa y me fui.

En su momento creí que volverías, que te disculparías pero estaba equivocado, nunca lo hiciste. Te vi con las chicas que se burlan de nuestras creencias, luego comenzaste a salir con el chico mas popular de la universidad...

Después te vi fumar, nunca lo habías hecho, cuando me viste tiraste el cigarro, intentaste sonreirme, pero yo te ignoré, no quería verte así, así que lo mejor era alejarme y seguir orando.

Mi único Error es Seguirte AmandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora