44º Cap - Dogan y Kiraz se casan

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En su casa en las montañas, Haydar y Hülya disfrutan del aire fresco lejos de la ciudad.

Haydar pasa dos días maravillosos al lado de Hülya, la mujer que le hacía rejuvenecer.

- Espero que hayas disfrutado los dos días que pasaste conmigo.

- Amaba a Haydar. ¿Cuándo volveremos aquí otra vez?

- No siempre puedo dejar a Denizli. ¿Has olvidado que tienes una familia allí? No te preocupes, siempre reservaré tiempo para los dos.

 ¿Has olvidado que tienes una familia allí? No te preocupes, siempre reservaré tiempo para los dos

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Abrazándola, Haydar la besa en la mejilla.

Hülya está triste porque sabe que Haydar siempre volverá con su esposa.

- Pensé que íbamos a quedarnos un poco más.

- Lamentablemente no podré, los deberes me esperan.

- Dime algo Haydar.

- Sí, ¿qué quieres saber?

- Si me amas como dices, ¿por qué no dejas a tu esposa para que podamos vivir juntos?

Haydar la gira hacia él, sonríe y le acaricia la cara.

- Las cosas no funcionan así, querida.

- ¿Y porque no? Si nos amamos, ¿qué nos impide estar juntos?

- ¿Cómo murió su marido y amante Hülya?

Hülya recuerda esa escena que nunca abandona su cabeza.

- ¿Podría pasarme esto a mí?

- Exactamente. Por eso necesito mantenerte lejos de Denizli.

La esposa de Haydar no estaba dispuesta a perderlo y si sospechaba que Hülya era su amante, sin duda la quitaría de en medio.

En la puerta de la universidad, Dogan se sorprende por la decisión de Kiraz.

- ¿Estas hablando en serio? No estás bromeando, ¿verdad?

- Nunca bromearía contigo sobre eso.

- ¿De qué estás hablando que no entiendo? ¿Dijiste que aceptabas casarte con él?

- Eso es exactamente lo que escuchaste, acepto casarme con él.

- Ahora sal de aquí y no vuelvas a perseguir a mi hermana, de lo contrario no seré responsable de mis acciones.

- Escucha Kiraz, no puedes hacer algo así. Te están obligando, lo sé.

- Antes me obligaban, pero ahora lo hago porque quiero, porque estoy perdidamente enamorada de este hombre.

- Kiraz mirando a los ojos de Dogan.

- No dejaré que te cases, puedes esperarme.

- Bueno, tú...

Matrimonio forzado con una AhrraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora