72º Cap - Dogan envía a Gizem de regreso a Denizli

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Al día siguiente, Dogan y Gani hablan con Rifat sobre Emel.

- Tu prometida ya debe haberte contado lo que pasó ayer.

- Sí, dijo.

- No te preocupes, Dogan y yo ya hemos hablado con Emel.

- Esta no es la primera vez que la señorita. Emel hace tal cosa.

Dogan se lleva la mano a la barbilla.

- ¿Cuándo empezó esto Rifat?

- Tan pronto como Öznur puso un pie en esta casa.

- Sabes dónde está el problema, ¿no?

- Lo sé, Ahrra. EM. Emel cree que le gusto.

- No trates de engañarme, Rifat

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- No trates de engañarme, Rifat. Sé muy bien que a ti también te gusta.

- Soy un empleado, señor, y sé que está prohibido para mí.

- ¿Entonces no la amas?

- No voy a mentir Ahrra. Sí, la amo, pero asfixié este amor dentro de mi pecho, porque es imposible, señor.

- Lo siento Rifat, pero Emel no asfixió a la suya.

- Ni siquiera la paliza que recibió cuando era adolescente hizo que te sacara de sus pensamientos.

- Al contrario, Gani, esto sólo empeoró aún más lo que sentía.

- Si lo prefieres, puedo hacerlo y llevarle mi renuncia a tu padre, ahora mismo Ahrra.

- No, no prefiero nada. Si hubiera escuchado de ti aquí en esta sala, que amabas a mi hermana y que lucharías por ella, hasta las últimas consecuencias, me habría puesto a tu lado. Primero como cuñado y segundo como Ahrra.

- Tu padre nunca permitiría nuestro matrimonio con Ahrra y ahora tampoco puedo lastimar a Öznur y su familia.

Desde la puerta de la cocina, Öznur escucha a todos llorar en silencio, porque ahora sabe por qué Emel la trató tan mal en esa casa.

Emel estaba enamorada de su prometido Rifat y ciertamente no la dejaría en paz mientras viviera.

- Tú eres el que lo sabe, Rifat.

- Es mejor que todo siga como está, mi Ahrra.

- ¿Estás seguro, Rifat?

Dogan le pone la mano en el hombro.

- Absoluta Ahrra.

- Será horrible casarse con Öznur sin amor.

- Ella nunca sabrá que no la amo.

- Te desagradará con el paso de los años. Piénselo detenidamente.

Al oír a Gani decir esto, Öznur corre a su habitación para que nadie la vea llorar.

Matrimonio forzado con una AhrraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora