En la ciudad de Denizli en Turquía, hay una sociedad que sigue patrones tra! dicionales, siendo x,dirigida por un Ahrra de un Cla:n.≠:
Estos Ahrras son descendientes de un pueblo kurdo, que en el pasado vivió de manera muy estricta, aceptando los a...
Dogan sale de la habitación y Akin enojado golpea la puerta.
- Maldita sea
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- En realidad Akin supo, que a partir de ese momento, se libró una guerra entre él y Dogan por el amor de Kiraz.
- Akin ha estado observando a Kiraz durante mucho tiempo, pero como profesor no podía pedirle que fuera su novia, porque eso no era ético en la universidad y no podía permitir que la gente pensara mal de él o de Kiraz.
Seis meses serían suficientes para que Kiraz fuera suya, pues ese era el tiempo que le quedaba para terminar su carrera.
Todo sería más fácil para Akin, si Dogan no hubiera aparecido en sus vidas y encima llegó con la noticia del compromiso con Kiraz tomándolo por sorpresa.
Los Ahrra de Denizli estaban enamorados de la mujer que Akin había conocido por primera vez y que quería para sí mismo.
Aparentemente, Dogan tenía una ventaja sobre el profesor, no solo porque era un Ahrra, sino porque había despertado en Kiraz, un sentimiento que estaba llevando a Akin a la desesperación.
- Todo sería más fácil si la Ahrra no se hubiera interpuesto en su camino, ahora Akin tendría que conquistarla y ese Dogan no lo detendría.
Un fuerte amor estaba naciendo dentro de Dogan, el cual no trataba de ocultar, lo que hacía que el maestro se preocupara cada día más.
Kiraz había llenado el espacio vacío dentro del corazón de Ahrra, pues siendo una mujer hermosa, segura y decidida, había dejado a sus pies a un hombre poderoso como Dogan.
Acostada en la cama del dormitorio, Kiraz sonríe al recordar a Dogan, después de todo, él había venido a su encuentro no para llevarla de vuelta, sino para protegerla del peligro. Lo que hace que Kiraz suspire enamorado, solo imaginándolo besándola.
Kiraz deseaba tanto estar en sus brazos que Dogan ni siquiera podía imaginar cuánto lo deseaba.
Pero sus principios éticos impidieron que Kiraz se arrojara por completo a los brazos de Dogan.
Tan pronto como escucha el golpe en la puerta, Hülya corre a abrir, sabiendo ya que sería un mensaje de Haydar.
- Günaydin (Buenos días) Srta. Hulia. Trae un mensaje de mi Ahrra.
