S̴é̴p̴t̴i̴m̴o̴

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El menor se sale por completo y descarga casi con rabia dentro del mayor, subiéndose su propio ego a cada gemido desgarrador de gargantas que le es dedicado.

Las piernas de Taehyung empujan su cintura, obligándole a quedarse totalmente dentro de él, atrapando el cuerpo de Yoongi con sus extremidades, para mirarlo con un brillo malicioso en sus ojos.

- ¿Sabes que tengo faltas por no llamarme correctamente? – Canturrea moviéndose para rozarse en su punto dulce.

- Me dan igual las faltas que tengas – Gruñe dejando una embestida como puede.

Una de las manos de Yoongi le tapa la boca y la otra se apoya en su cadera, sacando fuerza para embestir y hacer el que el agarre del mayor se afloje, volviendo a arquear la espalda por las estocadas que son proporcionadas en su interior.

Jamás se ha sentido tan dominado y es una sensación que le gusta, aunque cree que es porque el que le hace sentir así, es Yoongi.

Cuando el menor ve que su jefe no se va a quejar más le libera la boca para escucharle gemir debidamente y afianza la mano en su cadera, mirándole con soberbia desde arriba a cada milímetro de sonrojo que se crea en su rostro por las embestidas proporcionadas, que suben asfixiantemente rápido de velocidad.

El menor es consciente de que se correrá rápido si sigue así, pero el ver al altivo de Kim Taehyung lloriqueando por su polla es algo demasiado exquisito.

El ritmo es tan desquiciante que cuando la gran mano de Yoongi se cierra sobre el desatendido miembro del mayor para masturbarlo rápido, deshaciéndolo en un poderoso gemido seguido a los segundos de un fuerte orgasmo que mancha sus cuerpos.

Los labios del pelirosa se estampan con los de Taehyung recogiendo parte del delicioso gemido para embestirlo con violencia hasta que se deja ir, llenando cada parte del agujero del mayor con su esencia.

Es probablemente la sesión más corta de sexo de la vida de ambos, pero es que el orgullo por someter al otro les ha cegado, aun así, se miran hambrientos a los ojos, apenas con unos centímetros de separación después del beso, sonriéndose con malicia antes de volver a enfrascarse en uno nuevo.

Yoongi se sale, recorriendo con sus manos el espectacular cuerpo del mayor, retorciendo sus pezones cuando llega a ellos, recogiendo el gemido en su boca.

Para sorpresa de Taehyung, el pelirosa se para al punto de que se pone de pie, haciéndole poner un puchero por la lejanía y una sonrisa hermosa cuando le ofrece la mano para que se levante, no dudando ni un segundo en cogerla, llegando de nuevo a los apetitosos labios de Yoongi que lo reciben cuando se levanta.

Las manos del más bajito se van al trasero de Taehyung y aprieta, con fuerzas, ganas y casi podría jurar que, con rabia, seguido de un azote que hace eco en la habitación.

Una risilla se cuela entre el beso, Taehyung ha disfrutado demasiado el leve gruñido que ha soltado el menor al estampar su mano contra su trasero, le pica y arde, no puede gustarle más.

Se separa de sus labios para bajar los besos al cuello, dejando una marca que hace con dientes, lengua y mimo, recreándose a cómo el menor aprieta sus hombrías para reactivarse con el roce, todo entre ellos dos es pura magia, se entienden demasiado bien sin conocerse.

Los dientes del mayor se cierran sobre el pezón adorable y rosáceo de Yoongi que grita y gruñe, todavía más cuando el otro es retorcido.

- Bruto – Escupe el pelirosa – Me vas a llenar de marcas a este paso.

- Eso es lo que hago, marcar lo que me pertenece – Canturrea quedándose de rodillas – Y si piensas que soy bruto ahora, espera a tenerme dentro de tu culito, bebé.

Yoongi ahora un gemido cuando la caliente boca del mayor se traga toda su extensión sin darle tiempo a pensar, llevando sus manos al cabello frondoso de Taehyung por inercia, viendo cómo su polla se endurece alrededor de los labios rojizos del hombre al que el día anterior tenía bastante asco.

Ese que le está haciendo la mejor mamada de su corta vida.

La mano grande de Taehyung se cierra en la parte de la base y la otra agarra la nalga izquierda de Yoongi, apretándola con la misma demanda que ha hecho antes él, dejándose hacer por las leves embestidas en su garganta.

Muchos años de experiencia en mamadas le ayudan a no tener arcadas con facilidad, recibiendo cada golpe en su garganta con antelación y una mueca victoriosa.

- El poderoso jefe de Gucci arrodillado a mis pies, comiéndome la polla – Ronronea Yoongi acariciándole el rostro – Quién me lo iba a decir.

En ese momento el orgullo de Taehyung le gana y se saca su miembro de la boca, subiendo con fiereza a su rostro, dejando a Yoongi pequeñito ante la mirada tenebrosa que el mayor le dedica.

- Bebé, lo tolero todo, menos que no entiendas cuál es tu lugar – Susurra en sus labios – El que manda aquí soy yo, tú eres mi empleado.

Yoongi se muerde la lengua en un intento de regañarse mentalmente por haber dicho de más a un hombre que no está acostumbrado a que le lleven la contraria, sin embargo, el piquito dulce que le deja, le sorprende y acelera el corazón, por igual.

- Te perdono por esta vez, eres tan tierno que no puedo evitar hacerlo – Le da otro, que derrite exitosamente a Yoongi – Dame duro, cachorrito.

Tiene bastante claro que odia esa palabra, no lo sabía hasta que se ha parado a pensar que, a todos, los llama igual, sorprendiéndose cuando él no quiere ser parte de todos, sin saber exactamente qué significa eso.

Posa su mirada en el perfecto trasero de Taehyung posicionado en alto para ser penetrado, haciendo rápidamente lo que se le reclama.

Primma donna ☆ YoonTaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora