Como dos gotas de agua

Te quiero

~Capítulo 19

Aviso: Contiene escenas de adultos (no muy fuertes)

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-¿Estas nerviosa?-me susurró al oído Federico que estaba detrás de mí. Me giré para quedar delante de él. Oh dios que guapo estaba con la túnica negra y el típico gorro de graduación.

-Un poco-dije haciendo una sonrisa forzada.

Federico miró a ambos lados y se acercó a mí para darme un beso rápido en la comisura de los labios y con disimulo entrelazar su mano con la mía.

-Dentro de poco ya tendremos oficialmente la ESO sacada, no te pongas nerviosa.

Asentí sonriendo aun nerviosamente. Los nervios me mataban. ¡Ya acababa la ESO! Ese día era el de la graduación y como tradición en mi instituto, nos daban unas túnicas negras con el típico gorro de graduación, que era un poco…feo, por así decirlo. ¡Me hacía la cabeza más grande! Eso era frustrante pero bueno…que se le hará, con tal que me dé la graduación.

Nuestro director subió al escenario que habían montado el día antes a la graduación en el centro del patio. Poco a poco desenrede los dedos de Federico con los míos y con nervios me giré para escuchar el discurso del Director.

-Bueno, queridas familias y amigos que hoy acompañan a estos muchachos a un día muy importante para ellos, primero de todo quiero decir gracias por venir-¿Cómo le habían dado a este el puesto de director? ¡Si no sabía ni cómo hacer un discurso!-Después…eh…-rebusco un papel y fue hacia una mesa donde reposaban nuestros queridos certificados-Vamos a dar los certificados de graduación-Penoso. La única palabra que se podía decir. ¿Ya está? ¿Ese era el discursito? ¡Venga ya! ¡Vaya timo!

Empezaron a llamar por orden de lista y yo, fui de las últimas por mi nombre-sí, siempre se acostumbra a decir lista por el primer apellido, pero mi instituto era…por así decirlo, especial.-A Federico fue uno de los primeros en llamarlos y nada más que se lo dieron se giró hacia donde yo estaba en la fila para subir su brazo con certificado en la mano y hacerme su guiño. Le devolví el guiño y seguí esperando hasta que digieran mi nombre.

-Sarah-dijo por fin el director.

Subí las escaleras con torpeza-con suerte no me caí-y llegué hasta donde el director tenía en su mano mi certificado. Me lo dio con una sonrisa en la cara para después decirme:

-Eres muy buena alumna, llegaras muy lejos.

Esas palabras me llenaron de orgullo al saber que reconocía mi esfuerzo durante todos esos años para sacar la mejor nota posible. Sonreí ampliamente y agarré con fuerza mi certificado para después hacer el mismo gesto que había hecho Federico y divisé como mi madre se levantaba de la silla para aplaudir mucho más que todas las personas que habían ido allí mientras soltaba algunas lagrimillas.

Bajé las escaleras con rapidez y fui hacia el rincón donde habíamos quedado Federico y yo. Cuando llegué lo encontré sentado en el suelo mirando el certificado con una sonrisa en la boca. Me quedé unos segundos observándolo y cuando me vio se levantó y yo corrí hacia el para abrazarle con fuerza.

-Te quiero-me dijo Federico besando mi pelo.

Me aparté un poco para mirarlo a los ojos sin acabar el abrazo.

-Por fin tenemos la ESO-sonreí tontamente.

-Sí, pero ahora…tendrás que…-no le deje terminar y ajunté mis labios con los suyos. No quería que siguiera, sabía lo que iba a decir y nadie me iba arruinar ese día que había sido tan importante y que había anhelado. No lo permitiría.