Dudas

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~Capítulo 17

-Hola Alan-le dije nada más llegar a la mesa donde estaba sentado dentro de la cafetería. Me lleve una mano a mi barriga, tenía un flato impresionante, había estado corriendo para poder llegar a la hora.

-Llegas tarde Sarah-me dijo sin mirarme a la cara

-Lo siento pero es que acababa de salir de un castigo. ¡He tenido que estar limpiando las 4 clases de la ESO! Voy a pedirme aunque sea una botella de agua, estoy agotada-me levante para ir a la barra pero Alan me cogió de la muñeca para que me volviera a sentar. Le miré con el ceño fruncido.

-Te he dicho que hemos de hablar, ahora no estoy para que me expliques que has estado castigada. Y ¿en que habíamos quedado Sarah? No te tenías que meter en líos, será peor para llevar a cabo el plan y lo sabes.

-¿Pero qué te pasa? Mis padres no se han enterado porque se han ido a un viaje de negocios, y si e echo el castigo era para que no llamaran a mis padres. ¿Por qué te comportas como un imbécil ahora? ¿Te he hecho algo acaso?

-¡Lo que pasa es que parece que no te tomas en serio el plan!-dijo alzando la voz. Algunas personas se giraron para ver qué pasaba y Alan se aclaró la voz-Sarah, de verdad, todo nos tiene que salir redondo, algo falla y estamos perdidos.

-¿Dices que no me lo tomo enserio? De verdad, paso de hablar contigo si estas de esta manera. Eres un capullo-me levante y otra vez me agarró la muñeca pero me solté de su agarre bruscamente y salí fuera de la cafetería.

¿Qué coño le pasaba? ¿Había hecho algo mal? No, la única cosa era que el niño era subnormal y no tenía remedio.

Empecé a andar camino a mi casa cuando alguien me agarró del brazo girándome. Otra vez Alan.

-¿Qué coño quieres?-pregunte casi gritando-¿Me vas a decir que todo lo hago mal? ¡Para eso no te necesito!

-No espera Sarah. Me comporte mal pero es que estaba enfadado y lo he pagado contigo.

-Me importa una mierda si tú estuvieras enfadado o qué coño te habría pasado, sinceramente. Ahora suéltame, me voy a mi casa.

-Yo también voy para tu casa, a estar con Sandy. Hay que disimular, ya sabes.

-Pues tu por tu camino y yo por el mío.

Alan se colocó en frente mío y me cogió de los dos brazos para que no pudiera moverme.

-Suéltame y apártate de mi camino Alan.

-Por favor, escúchame. Estoy así porque me he enterado que quieren adelantar la boda. A petición de tu hermana. En un momento el plan se ha ido a la mierda. Voy a tu casa a decirle a tu hermana que quiero que sea cuando se dijo.

-¿Y por eso la pagas conmigo? ¡Ah no! Ahora te desahogaras con mi hermana ¿no?

-Cállate Sarah. Sabes que no quiero a tu hermana.

-¡No la quieres pero te la follas! ¿Eso va en el plan? ¿Eh? ¡Dímelo!

La conversación se estaba yendo de tema. ¿Cómo había comenzado a hablar de que si él se follaba a mi hermana o no? A mí eso no me importaba. A sí, que tendría que vivir con él, fuera del país, lejos de todo el mundo.

-Para de decir estupideces Sarah.-me empezó a acariciar la mejilla haciéndome estremecer. ¿Pero qué…?-Sabes lo que pienso

Me aparte antes de perderme en sus ojos verdes. ¡Que tenía novio! ¿Por qué me atraía Alan?

-No, no lo sé, ni me interesa-me solté de él y empecé a caminar-bueno dime, ¿Qué haremos ahora?-dije intentando desviar el tema.

-Haremos lo que te dije. Voy a convencer a tu hermana que aún no me quiero casar hasta la fecha. Ya sabes.

Como dos gotas de aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora