MIRADOR (Jairo Vera x Jere Klein)

Capítulo 6 (Parte 1)

El aire helado de la madrugada inundaba cada célula del cuerpo de ambos, pese a lo relativamente abrigados que se encontraban en el balcón, y tras cada exhalación del humo que botaban del fino, se escabullía el vapor mismo de sus alientos producto de la baja temperatura en la que estaban. Sin siquiera conversarlo, ambos estaban de acuerdo en que era mejor acabarse pronto lo que estaban fumando y entrar nuevamente a la suite, la cual seguía climatizada. Jere sintió cómo Jairo volteó ligeramente su cabeza y posicionó su mirada hacia su rostro, y pese a que ambos andaban con capucha, lograban verse el uno al otro.

- "¿Yo te gusto o no, culiao'?"

Tras finalizar esa frase, lo único que Jairo esperaba en su fuero interno era una respuesta honesta por parte del Jere para intentar entender los motivos por los cuales habían ocurrido todas esas interacciones en el mirador con él: ¿todo había sido en contexto de hueveo, de calentura? ¿porqué entonces ambos se veían tan afectados en la actualidad? ¿qué es lo que realmente quería llegar con todo esto? ¿porqué le había venido ese ataque de pánico al sentirlo cerca de su cuello?

Pese a lo conflictuado que podía estar con sus propios pensamientos y sentimientos, su interior esperaba una respuesta, alguna base con la cual pudiese dar el pie para explorar y entenderse mejor, ¿esperaba una respuesta honesta, o esperaba una respuesta positiva? Pese a ello, ninguna de sus posibles opciones se dieron.

- "¿Qué hueá estai' diciendo, sapo y la conchetumare'?", le dijo Jere con un tono completamente diferente al que había mantenido durante toda la madrugada, un tono de voz que Jairo sólo recordaba haberle oído al momento en que habían tenido aquella pelea ese día en los premios de La Junta. Junto con aquellas palabras, le acompañó para sorpresa de éste un empuje fuerte por parte del menor a su hombro izquierdo, haciéndolo retroceder ligeramente y que ambos se quedaran mirando el uno al otro. Jere tenía una mirada como incitándolo a una discusión más allá de lo verbal en el balcón, "¿voh' creí que soy hueco acaso?".

- "Te estoy haciendo solo una pregunta, culiao', no me tirí la pelá", atinó a contestar Jairo, no queriendo entrar en un conflicto mayor. Ya era demasiado el conflicto que tenía consigo mismo, de todas sus preguntas sin responder, y de los sentimientos confusos y reprimidos que tenía con quien tenía al frente como para entrar ahora a los golpes con él. La diferencia de aquella pelea del año pasado y de posiblemente ahora es que todo apuntaba a que esta última no era una pelea maqueteada ni por marketing, por lo que podía ocurrir cualquier cosa.

- "No digái' esa hueá de nuevo, perro culiao'", le respondió Jere, buscando darle otro empujón a quien minutos antes había ido a buscar al balcón; sin embargo Jairo, pese a que la mezcla de alcohol, codeína y blunt estaba generando efectos colaterales en su cerebro, logró anticipar su movimiento, lo que le permitió tomarle la muñeca antes de que le empujara una vez más el hombro, notando lo fría que se encontraba la piel del Jere, el cual parecía no haberse inmutado cuando le agarró la mano.

Fue en ese entonces en que el mayor de los dos pudo ver mejor el rostro de su ex amigo, el cual, independientemente de las luces que se encontraban alrededor del sector cercano al Parque Araucano y que iluminaban vagamente el balcón en el que ambos se encontraban, se notaba considerablemente más blanco que de costumbre.

- "Oye hermano, ¿estái bien? Estái más pálido que la chucha", le dijo Jairo bajando su brazo pero sin soltarle la muñeca a Jere, siendo consciente cada vez más de la diferencia de temperatura entre ambos y emergiendo de su interior preocupación por quien tenia al frente suyo, lo que hizo que se le acercara un poco más.

- "Suéltame, no me toquí", respondió Jere de forma ahogada, desviando la mirada y utilizando fuerza suficiente para liberarse de la mano de Jairo, lo que si bien hizo que éste lo soltara, generó una reacción inadecuada en su movimiento, perdiendo un poco el equilibro, cuestión que fue evidente para el otro.