Se colocó la capucha de su polerón, y sólo atinó a decirle una pequeña frase mientras tomaba la tarjeta de la habitación y se dirigía hacia la puerta principal de la misma para ir a buscar el pedido:
- "Las perdí todas conmigo si te moví de aquí".
Su tono de voz relativamente tembloroso al decir aquello lo tomó por sorpresa, sin embargo, su paso decidido de salir pronto de esa habitación y de la tensión que éste sentía no sólo allí, sino que también en su mente, lo llevó a dejar la puerta de la suite sin cerrar al momento de evadir la presencia del Jere por un rato. Necesitaba un tiempo a solas para estabilizarse antes de volver a verlo y conversar lo que tenía que conversar.
En su mente, corría el constante pensamiento intrusivo de que Gino ya estaría hablando con alguien de la escena contándole lo 'inédito' que le había ocurrido en la videollamada, y no por una cuestión de mala volá' o por querer hacerle algún tipo de daño, sino porque conocía lo hocicón que era su amigo, y lo difícil que le era cerrar la boca en algunas circunstancias. A pesar de ello, sabía que esto podría salirse de control, colocándose imaginativamente en el peor de los escenarios: que empezaran a hablar de ellos, que salieran rumores, y con ello, comentarios homofóbicos como solía leer cuando se referían al Jere y la ausencia de polola o alguna pelá' desde que se comenzó a hacerse famoso.
Caminó por el extenso pasillo alfombrado de un color rojo oscuro del piso 11, llegando al frontis del ascensor, y presionando el botón para que el elevador recibiera la instrucción de subir, no tuvo más remedio que esperar impacientemente mientras desbloqueaba su celular, desactivaba el Modo Avión, y con una de sus manos intentaba llamar al Gino, ahora sin la preocupación de que el Jere apareciera de improvisto.
Sentía su cuerpo, especialmente su cuello y hombros, con bastante rigidez, tomando consciencia de su estado ansioso al fijarse cómo su zapatilla izquierda estaba constantemente golpeando el suelo, ¿en qué momento se había colocado calzado? Debió haber sido mientras buscaba las cosas para preparar los blunts. En el intertanto en que el ascensor subía progresivamente, veía su celular y el contacto del Mella en una llamada saliente en altavoz que sólo emitía el tono de marcada, sin mayor respuesta, a la par que metía su mano disponible en uno de los bolsillos del polerón, recordando que había guardado el primer blunt en uno de éstos, más no lograba recordar en qué momento se había dejado también un encendedor.
Sin duda las ganas de fumar y olvidar este rollo mental iban cada vez en aumento, así como también su ansiedad de lo que podría pasar si alguien se enteraba de esta junta que él mismo había aceptado.
Definitivamente, este no era el fin de semana que tenía en mente.
- "Oe perro culiao', ¿por qué ahora vení a hacerme show después de todo lo que hablamo'?", escuchó a lo lejos la voz del Jere, desviando la mirada de su celular hacia donde estaba ubicada la habitación suite en la cual, antes de la videollamada del Gino, estaba todo relativamente bien, fluyendo.
Jere venía caminando a un paso más rápido que lo usual, acompañado con una cara de enojo y tristeza, sus ojos principalmente eran quienes delataban su estado anímico y Jairo podía sentir el daño que le había provocado al menor, sabiendo ahora cuáles eran los sentimientos de éste, y viceversa. Al llegar a él, vio cómo ese enojo se tradujo a un segundo empuje en lo que iba la tarde, sólo que Jairo atinó a no retroceder, tomándole el brazo para que no intentara hacer algo que implicara otra agresión y acercando su cuerpo lo suficiente para susurrarle al oído una advertencia.
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MIRADOR (Jairo Vera x Jere Klein)
General Fiction"Son las seis de la mañana, y no estás en tu cama...". Cruza repentinamente, por la mente del Jairo, el inicio de una de sus canciones segundos antes de abrir la puerta de la habitación del hotel a quien era uno de sus mejores amigos...¿qué hace él...