Capítulo 8

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Al cabo de dos minutos aproximadamente, y mientras volvía a la cama para ver cómo iba el pedido al tiempo que lograba escuchar cómo la ducha sonaba acompañada de música guaracha del celular del Jere, vio cómo la notificación de una videollamada entrante emergía en su teléfono celular:

GINO 🧔🏻🛒
móvil

Debatió internamente si era necesario contestarle, considerando las circunstancias en las que se encontraba, y antes de que cortara su emisor la llamada, presionó el botón verde.

- "Buena poh', desaparecido", le dijo Gino al momento en que el Facetime abrió y ambos pudieron verse a través de la cámara. Jairo intuyó que se encontraba en su casa, y posiblemente aburrido sin mucho qué hacer, ya que se lograba ver desde la pantalla el respaldo de madera que tenía la cama del autodenominado '707' junto a un par de almohadas con fundas de color blanco.

- "¿Que sucede, mi hermano?", respondió Jairo saludándolo esbozando una ligera sonrisa y moviendo la mano levantando el dedo pulgar, índice y del medio, mostrando a su vez su tatuaje de serpiente que se había realizado hace años atrás.

- "Hueón, ayer te llamé en la tarde y no me contestaste, ¿qué hueá?", le preguntó Gino mientras se reía y se acomodaba un poco mejor; esto, al mismo tiempo en que Jairo dejaba a su celular en la cama para ir a buscar en su bolso su pack para armarse algunos blunts para la tarde y noche.

- "Nah hermano, me viré este finde a desconectarme", le dijo en voz alta mientras buscaba el estuche en donde tenía todo lo necesario para lo que restaba del día: el moledor, sus cogollos respectivos, los filtros, los blunts de diferentes sabores...¿y posiblemente con Jere?

Jairo no sabía aún qué ocurría con él después de que llegara el pedido del McDonald's, ni tampoco si Jere estaría interesado en continuar con la conversación que habían dejado en una especie de pausa, ¿que pasaba si tras comer debía irse? Ahora que recordaba, éste no le dio una respuesta del todo clara.

Tal vez aún no era momento de preocuparse por aquello, pero si de algo estaba seguro: necesitaba aclarar un par de cosas más con él.

- "¿Y en donde andai?", consultó Gino nuevamente riendo debido a que lo único que veía era el techo blanco de la suite, "pero oye, ponte al celu, ni un brillo mirar el cielo".

- "Oye el culiao', si ya voy", le gritó Jairo colocándose su pantalón rápidamente y el mismo polerón BAPE con el que anduvo conversando horas atrás con quien ahora se encontraba duchándose a metros de él, "espera un rato, hermano".

Tomó su estuche, su celular y se dirigió a abrir el ventanal en una delirante idea de armarlos en el balcón de la suite, considerando que si bien el purificador funcionaba lo suficientemente bien como para que no se sintiera frío y que la atmósfera de la habitación no se sintiera pesada, tenía una necesidad emergente de aspirar un poco de aire fresco, pese a encontrarse en la ciudad más contaminada de Sudamérica.

Al abrir el ventanal, se sorprendió al no sentir un cambio importante de temperatura como había previsto microsegundos antes de darle el movimiento necesario a la manilla para acceder a esa pequeña porción de balcón que tenía la suite: si bien hacía frío, no corría viento ni nada que le impidiera estar un rato afuera conversando con uno de sus amigos más cercanos del género, y quien lo había apoyado durante todos esos meses.

Esta sensación de comodidad inconscientemente lo impulsó rápidamente a dejar con cuidado sus cosas en el barandal, y apoyando el celular frente a él con el estuche, comenzó ágilmente a colocar un par de cogollos en el moledor, aplastarlos y a girarlo mientras veía lo desordenado que tenía su pelo por medio de la videollamada, lo que lo hizo detenerse un segundo en lo que estaba para arreglarse la chasquilla a un lado.

MIRADOR (Jairo Vera x Jere Klein)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora