Capítulo 4 (Parte 1)

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Tras haberle contestado fríamente '1104' en la conversación, Jairo sintió que debía apresurarse en arreglarse si quería verse relativamente decente. Si bien los 'voy llegando' del Jere solían interpretarse en el pasado como que recién iba saliendo de donde estuviera en ese momento, el interés que éste presentó en la conversación durante la noche le hacía inferir que tal vez llegaría - por primera vez en términos de junta - a la hora.

Pese a haber salido hacía escasos segundos, no le tomó más de siete minutos secarse y colocarse los primeros bóxers y calcetines que encontró en su pequeña maleta, una polera negra, unos jeans grises, zapatillas blancas y uno de sus polerones al que le tenía cariño: un BAPE moteado con un estampado en la capucha de tiburón. No había pensado mucho en qué colocarse, más que mal, considerando la hora, todo apuntaba a que conversarían afuera del hotel o acordarían en qué auto hablar las cosas: todo lo que tenía que ver con bares, en la comuna en la que se encontraba el hotel, estaría cerrado o bien, con algún o alguna fan que correría el rumor de que se habían juntado, por lo que consideraba mucho más prudente una de esas dos opciones. Se dirigió al baño a secarse lo que le restaba de su pelo platinado mientras se lavaba los dientes y revisaba su celular por si, por esas casualidades, le habían escrito nuevamente. No había ningún tipo de notificación, lo que lo hizo pensar que habían cosas que nunca iban a cambiar, pese a los meses de no tener contacto. Una de ellas era él llegando tarde.

Fue en ese momento en que el sonido del teléfono de la habitación sonó, lo que hizo que Jairo llegara a saltar por lo fuerte que estaba configurado el tono del teléfono fijo, más aún que había cortado la música de su celular y estaba en silencio arreglándose y pensando en las posibles respuestas que dar en la conversación. Tiró la toalla con la que se estaba secando cerca del lavamanos, casi pasando a llevar los dos vasos que se encontraban allí impolutos, y se enjuagó rápidamente la boca en el lavamanos para ir a contestar el teléfono, el cual ya iba por su tercer tono.

- "¿Diga?", fue lo primero que se lo ocurrió decir a Jairo al contestar y colocarse el auricular.

- "Muy buenas noches. Disculpando la hora, le estamos llamando aquí, desde recepción, para informarle que don Jeremías Tobar acaba de llegar", dijo la voz amigable de una chica la cual, pese a la hora, sonaba muchísimo más animada y despierta que él, a lo que se le sumaba un tono de respeto y cortesía propio de la cartera hotelera en la que se encontraba. Independiente de aquello, y por un par de segundos, Jairo quedó en silencio pensando en qué responder, ya que aún sentía que toda esta situación era irreal. "Menos mal que la hueá de finde era para descansar", pasó fugazmente por su cabeza ese pensamiento antes de aclarar su garganta para responderle a la recepcionista si es que podía esperar en recepción, que bajaría pronto.

- "Dígale que si-

- "Discúlpeme un segundo...", interrumpió la chica, escuchándose a lo lejos una breve conversación entre quien parecía ser la voz de su visitante y la recepcionista, "me pregunta si puede subir a la habitación, ¿lo permite?".

Que esa opción no estuviese dentro de su repertorio de ideas ya semi-planificadas hizo que su pierna volviese a estar intranquila, al igual que su ritmo cardiaco, ¿qué era este nerviosismo constante de volver a ver al Jere? ¿Debía tener la conversación en la suite? Por una parte, no sonaba tan mala la idea, más que mal, no es que pudieran salir a algún lado, y todo apuntaba a que, si no preguntó la recepcionista por el estacionamiento, posiblemente no haya venido en auto, ¿alguien entonces lo vino a dejar? Podría preguntarle eventualmente, pero ahora había una respuesta que dar.

MIRADOR (Jairo Vera x Jere Klein)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora