Capítulo 11: La Investigación

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Freen había decidido adentrarse en el oscuro mundo de la mafia tailandesa. Sabía que esta misión sería peligrosa, pero su determinación no tenía límites. Necesitaba descubrir quién la había traicionado y, al hacerlo, proteger a Becky y a su tía de cualquier amenaza.

Conocía a alguien que podría ayudarla sin dejar rastro. Se trataba de Tee, una amiga con habilidades informáticas extraordinarias. Freen sabía que, con su destreza en el mundo digital, podrían encontrar información valiosa sin alertar a la mafia.

Las horas se convirtieron en días mientras Freen y Tee trabajaban sin descanso. Cada conversación entre ellas era una mezcla de emoción y tensión. Cada pista descubierta las acercaba un paso más a la verdad, pero también aumentaba el peligro. Debatieron sobre cómo proceder y cómo compartir la información de manera segura.

Freen sabía que la investigación se estaba volviendo más peligrosa con cada paso que daban. La mafia tailandesa era un enemigo formidable, y necesitaba toda la ayuda que pudiera conseguir. Decidió hablar con Tee, su amiga hacker, para proponerle una idea que podría acelerar sus esfuerzos.

Llamó a Tee y, con voz grave y decidida, le dijo: "Tee, necesito que vengas a vernos. La situación es cada vez más tensa, y creo que tu habilidad para encontrar información podría ser crucial para nuestra investigación".

Tee, que conocía la seriedad de la situación, aceptó de inmediato. Sabía que trabajar con Freen en este caso era arriesgado, pero también sabía que no podía darle la espalda a una amiga en apuros.

La tía de Becky, que había estado observando la conversación desde el otro lado de la habitación, intervino. "Freen, estoy de acuerdo en que necesitan un lugar seguro para llevar a cabo su investigación. Pueden montar una oficina aquí en casa. Estaré encantada de ayudar en lo que pueda".

Freen asintió agradecida. La ayuda de la tía de Becky era invaluable. Con la oficina en casa, podrían trabajar en un entorno controlado y reducir el riesgo de ser descubiertos por la mafia.

Mientras la conversación continuaba, el suspenso se apoderaba de la habitación. Todos sabían que estaban entrando en un territorio peligroso, pero estaban dispuestos a arriesgarlo todo para desentrañar el misterio que los rodeaba y detener a la mafia tailandesa de una vez por todas.

En medio de esta intensa búsqueda, Freen hizo un descubrimiento sorprendente. Tropezó con unos archivos de audio que contenían voces familiares. Eran conversaciones de la mafia en las que se mencionaban nombres clave y movimientos sospechosos.

Freen sintió una mezcla de emoción y temor. Había encontrado una pista importante, pero también sabía que había desenterrado algo peligroso. Compartió la noticia con Tee, quien estaba igualmente emocionada y preocupada.

A medida que profundizaban en su investigación, el suspenso aumentaba. Se dieron cuenta de que estaban más cerca de la verdad de lo que habían imaginado, pero también de que estaban en una carrera contra el tiempo. La mafia no se detendría ante nada para proteger sus secretos.

Así, Freen y Tee continuaron su investigación en la oscuridad de la noche, desenterrando pistas que los llevarían a enfrentarse cara a cara con la mafia tailandesa y resolver el misterio que rodeaba la traición.

Becky asumió su propio rol en la investigación. Desde la seguridad de su hogar, se sumergió en la investigación en línea, decidida a encontrar cualquier pista que las acercara a la verdad.

Sentada frente a su computadora, Becky tecleaba con rapidez, navegando por sitios web, foros y redes sociales en busca de cualquier indicio relacionado con la mafia. Su mente estaba llena de determinación y preocupación por Freen.

Las risas ocasionales rompían la tensión, ya que el sentido del humor de Becky aportaba un toque de ligereza a la situación. Sin embargo, nunca olvidaban la gravedad y la peligrosidad del asunto.

Una noche, mientras revisaban un foro en línea, Becky encontró un hilo que parecía prometedor. "¡Chicas, creo que esto es importante!", exclamó emocionada.

Freen y Tee se acercaron a la computadora de Becky, y las tres comenzaron a leer el hilo detenidamente. La información que habían estado buscando podría estar a solo unos clics de distancia.

La adrenalina corría por sus venas mientras discutían cómo investigar más a fondo. Sabían que estaban cerca de descubrir algo grande, algo que podría cambiar el rumbo de la investigación y poner en peligro aún más sus vidas.

La tensión en la habitación era palpable, pero también lo era su determinación. Estaban dispuestas a arriesgarlo todo para exponer la verdad y llevar a la mafia tailandesa ante la justicia.

Después de largas horas de investigación, Freen y Becky finalmente se tomaron un merecido descanso. Se miraron con cariño, conscientes de la importancia de fortalecer su amor en medio de la tensión que enfrentaban.

Freen rodeó a Becky con sus brazos y la atrajo hacia sí, compartiendo un abrazo cálido y reconfortante. Sus cuerpos se acoplaron perfectamente, como si estuvieran destinadas a estar juntas.

"Becky", susurró Freen, su voz llena de ternura, "nunca pensé que encontraría a alguien como tú. Eres valiente, inteligente y, sobre todo, increíblemente amorosa".

Becky sonrió, sus ojos brillando con emoción. "Y tú, Freen, has llegado a mi vida como un rayo de luz en medio de la oscuridad. Eres fuerte, apasionada, me encantas".

Freen acercó sus labios a los de Becky en un beso suave pero apasionado. Sus corazones latían al unísono, y el mundo exterior pareció desvanecerse mientras se perdían en ese momento de amor.

Cuando se separaron, sus frentes se tocaron, y Freen susurró: "Becky, te amo. Eres mi razón para seguir adelante, mi fuerza en medio de todo".

Becky acarició la mejilla de Freen con ternura. "Y yo te amo, Freen. Estoy dispuesta a enfrentar cualquier cosa a tu lado, porque esto que siento es lo más valioso que tengo".

Ambas se abrazaron con más fuerza, reconociendo que su amor era una fuente de fortaleza en medio del peligro que estaban llevando a cabo. En ese momento, sabían que estaban dispuestas a luchar juntas, sin importar los obstáculos que se interpusieran en su camino.

Tee había salido del baño y al pasar por la sala de estar, vio a Freen y Becky sentadas juntas en el sofá, sus manos entrelazadas y dándose besos.

Tee levantó las cejas y soltó una risa juguetona. "¡Vaya, vaya! ¿Qué tenemos aquí? Parece que estoy interrumpiendo".

Becky sonrió con complicidad, mientras Freen intentaba mantener una expresión seria. "Tee, no es lo que parece. Estamos en medio de una investigación importante".

Tee se rió entre dientes. "Oh, sí, claro. Investigación. Lo que quieran decir, pero yo veo que están derramando tanta miel aquí que se podría llenar un panal entero".

Freen se unió a la diversión y dejó escapar una risa. "Está bien, Tee, tienes razón. No puedo negar que Becky y yo estamos compartiendo momentos especiales".

Becky asintió, con una sonrisa radiante en el rostro. "Es cierto, pero no te preocupes, Tee, todavía estamos enfocadas".

Tee levantó las manos en señal de rendición. "Está bien, está bien, chicas. No los molestaré más con mis bromas.

Las tres compartieron una risa sincera, recordando que, incluso en medio de la tensión y el peligro, siempre podían encontrar momentos de alegría y complicidad entre ellas. La relación de Freen y Becky, aunque dulce, no las distraería de su objetivo principal.

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