Capítulo 20: Cierre de Cuentas

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El tiempo para la confrontación había llegado. Freen, Becky y Tee se reunieron en la sala de la casa, rodeadas de carpetas y documentos que habían acumulado en el pasado de toda la investigación de la mafia.

Freen estaba decidida a poner fin a la amenaza de los mafiosos que habían atormentado sus vidas durante tanto tiempo. Su mandíbula estaba tensa, pero sus ojos ardían."Hoy es el día", declaró.

Becky asintió, apretando la mano de Freen con fuerza. "Estamos juntas en esto, Freen. No importa lo que enfrentemos, lo superaremos juntas."

Tee, sentada frente a su computadora portátil, estaba ocupada preparando la evidencia que habían recopilado."Tenemos reunido suficiente información para derribar a esos mafiosos de una vez por todas. La policía está lista para actuar."

Colaborar con la policía era la clave. Becky tomó la iniciativa y llamó al detective O'Connor, el oficial de policía que estaba trabajando para capturar a los mafiosos. Cuando llegó, revisó la evidencia y asintió con satisfacción. "Tenemos lo que necesitamos para proceder. Hemos estado esperando esta oportunidad durante mucho tiempo."

La operación estaba en marcha. Los agentes de policía se prepararon para arrestar a los mafiosos en sus múltiples ubicaciones. Freen, Becky y Tee también tenían que actuar rápidamente.

La noche envolvía la casa de Becky en un manto oscuro y silencioso. Las calles estaban desiertas, y solo el suave susurro del viento rompía la tranquilidad. En medio de esta quietud, un evento inquietante estaba a punto de ocurrir.

En la puerta principal de la casa de Becky, un hombre vestido de negro y con el rostro oculto bajo una capucha se acercó sigilosamente. Sostenía en sus manos una nota escrita a mano con una caligrafía siniestra.

Con movimientos precisos, el intruso deslizó la nota debajo de la puerta, dejándola caer en el suelo de la entrada. El papel crujió suavemente al hacer contacto con el suelo de madera, un sonido ominoso en la oscuridad de la noche.

La nota, escrita en tinta negra y trazos firmes, era breve pero lúgubre. Transmitía una clara amenaza hacia Becky y las personas que amaba. Las palabras hablaban de venganza y peligro, dejando en claro que los mafiosos no habían olvidado ni perdonado.

El intruso se alejó rápidamente, desvaneciéndose en la noche como una sombra. Dejó a su paso una sensación de intranquilidad y peligro inminente. La nota había llegado a su destino, y con ella, la amenaza de los mafiosos se hacía aún más tangible y aterradora.

La mañana siguiente, mientras Freen se dirigía a la cocina en busca de una taza de café, notó algo inusual en el suelo de la entrada. Era una pequeña hoja de papel doblada. Se inclinó y la recogió con curiosidad, sin sospechar lo que encontraría.

La nota estaba escrita a mano, y las palabras impresas en tinta negra la llenaron de inquietud. Mientras leía las líneas que transmitían una amenaza amenazante hacia ella, Becky y su seguridad, el corazón de Freen latía con ansiedad.

La sensación de peligro la envolvió, y supo que debía tomar medidas inmediatas para proteger a su amada Becky y a sí misma de esta amenaza de los mafiosos. La confrontación final se acercaba rápidamente, y Freen estaba decidida a enfrentarla con valentía.

Freen, con la nota de amenaza en la mano, se dirigió rápidamente a la comisaría de policía local. Su expresión estaba tensa, y su mente estaba llena de preocupación por la seguridad de Becky y la suya propia. Sabía que debía informar a las autoridades sobre esta amenaza inminente.

Al llegar a la comisaría, Freen buscó al detective que había estado colaborando con ellas desde el principio. Lo encontró en su oficina, revisando algunos informes. Sin perder tiempo, Freen tocó suavemente la puerta y esperó a que el detective la invitara a entrar.

El detective levantó la vista y asintió con una sonrisa de reconocimiento cuando vio a Freen. "Freen, ¿qué te trae por aquí hoy?"

Freen le entregó la nota de amenaza, sus ojos reflejando preocupación. "Detective, encontré esto en mi casa esta mañana. Es una amenaza de los mafiosos que enfrentamos en el pasado. Estoy realmente preocupada por la seguridad de Becky y la mía."

El detective tomó la nota y la examinó detenidamente. Sus cejas se fruncieron mientras leía el contenido. "Esto es serio, Freen. Gracias por traerlo de inmediato. Vamos a tomar medidas para garantizar su seguridad."

Freen asintió con gratitud. "Por favor, haga lo que sea necesario, detective. No puedo permitir que nada le suceda a Becky ni a mí."

El detective asintió con seriedad y comenzó a hacer llamadas y coordinar acciones con sus colegas. Estaba claro que la confrontación final con los mafiosos se estaba acercando, y la policía estaba decidida a proteger a Freen, Becky y Tee de cualquier peligro.

Freen salió de la comisaría con la esperanza de que las autoridades tomarían medidas efectivas para detener a los mafiosos de una vez por todas. Sabía que el camino por delante sería peligroso, pero estaba dispuesta a enfrentarlo, con la certeza de que su amor y su unión eran más fuertes que cualquier amenaza que se interpusiera en su camino.

Sin embargo, los mafiosos no iban a rendirse tan fácilmente. Sabían que sus enemigos se estaban moviendo y estaban dispuestos a hacer cualquier cosa para evitar ser arrestados.

La confrontación final llegó más rápido de lo que esperaban. Un día, mientras estaban en casa Freen, Becky y Tee, escucharon un ruido en la puerta. Era un mensaje claro de de los mafiosos.

Freen, Becky y Tee no tenían más opción que enfrentarlos. Rodearon su casa y se prepararon para un enfrentamiento decisivo. La tensión en el aire era palpable.

El enfrentamiento fue frenético. Hubo persecuciones a alta velocidad por calles estrechas, tiroteos y momentos de pura tensión. Las protagonistas estaban decididas a defenderse y asegurarse de que los mafiosos fueran detenidos.

Finalmente, la policía llegó en su ayuda. Las sirenas y las luces parpadeantes llenaron la noche mientras los agentes arrestaban a los mafiosos. Freen, Becky y Tee observaron con satisfacción cómo sus enemigos eran llevados bajo custodia.

El peligro había pasado, pero las consecuencias de su enfrentamiento resonarían en sus vidas. Sabían que no podían quedarse en su ubicación actual por mucho tiempo. Tenían que mudarse una vez más, comenzar de nuevo y construir sus vidas juntas en otro lugar seguro.

El epílogo de esta parte de su historia estaba escrito en sangre y fuego, pero también estaba lleno de determinación y esperanza. Juntas, habían enfrentado los fantasmas de su pasado y habían ganado. El futuro estaba lleno de posibilidades, y estaban listas para enfrentarlo, unidas en amor y resiliencia.

Pasión peligrosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora