Becky y Freen compartieron una ducha matutina, disfrutando de la calidez del agua y la compañía de la otra. Aunque no hablaban mucho, sus miradas y sonrisas cómplices decían más que las palabras. Se secaron con toallas suaves y, finalmente, se prepararon para bajar a desayunar. En el aire flotaba una sensación especial, como si algo estuviera naciendo entre ellas, algo que aún no podían definir con palabras, pero que ambas sentían en lo más profundo de sus corazones. Bajaron juntas las escaleras, listas para un nuevo día.
Cuando Becky y Freen llegaron a la cocina, la tía de Becky ya estaba ocupada preparando el postre. Con una sonrisa cálida, les dio los buenos días.
"Tardaron un poco en bajar", comentó con amabilidad. "Espero que hayan tenido un buen descanso".
Becky asintió con una sonrisa. "Sí, tía, gracias. Freen y yo necesitábamos ese tiempo".
La tía de Becky miró a Freen con interés y simpatía. "Me alegra que estés aquí, Freen. Siéntete como en casa. ¿Les gustaría panqueques? Los hice especialmente para ustedes".
Freen asintió, agradecida por la hospitalidad. "Eso suena delicioso, gracias".
Las tres se sentaron alrededor de la mesa, y mientras disfrutaban del desayuno preparado con cariño, la conversación fluyó de manera alegre. En medio de risas y sonrisas, Freen comenzó a sentirse más cómoda en ese hogar cálido.
A medida que el desayuno avanzaba, Becky y Freen compartieron miradas furtivas que hablaban de una conexión más profunda entre ellas. Aunque aún no habían definido lo que sentían, ambas sabían que algo especial estaba creciendo entre ellas, algo que podría cambiar sus vidas de maneras que aún no podían imaginar.
Mientras observaba a Becky y Freen interactuar en la mesa del desayuno, la tía de Becky no pudo evitar que sus pensamientos se llenaran de preguntas. Las miradas furtivas y las sonrisas compartidas entre las dos jóvenes no pasaron desapercibidas para ella. Su mente comenzó a tejer conjeturas, y se encontró teniendo una conversación silenciosa consigo misma.
"Tal vez están enamoradas", pensó la tía de Becky mientras llevaba una taza de té a sus labios. "Esas miradas y sonrisas no parecen solo amistad. Hay algo más profundo".
Ella recordó cómo había visto a Becky preocuparse y arriesgarse para ayudar a Freen, cómo había insistido en que se quedara en su casa. Había un lazo especial entre ellas, uno que iba más allá de la amistad.
"Si están enamoradas, solo quiero que sean felices", concluyó la tía de Becky mientras continuaba observándolas con cariño. "Lo importante es que se tienen la una a la otra en este momento".
Después del desayuno, Becky decidió ir al mercado local para comprar algunos víveres para la casa. Aunque la tía de Becky le había ofrecido acompañarla, Becky insistió en que se quedara en casa con Freen.
Mientras caminaba por los puestos del mercado, Becky comenzó a sentir una extraña sensación de ser observada. Miraba por encima del hombro constantemente, pero no podía identificar a nadie que pareciera sospechoso. A pesar de ello, la sensación persistía, como si alguien la estuviera siguiendo en las sombras.
El corazón de Becky latía más rápido, y sus pasos se hicieron más rápidos y decididos mientras recogía los alimentos que necesitaba. La idea de que alguien la acechaba la llenaba de ansiedad. ¿Quién podría estar interesado en seguir sus movimientos?
Becky terminó sus compras y se dirigió de regreso a casa, intentando mantener la calma. A medida que se acercaba a su hogar, esperaba que su tía y Freen estuvieran bien. La extraña sensación de ser observada la hacía temer por la seguridad de quienes más le importaban.
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Pasión peligrosa
De TodoEn las callejuelas sombrías de Bangkok, Freen, una misteriosa miembro de la mafia tailandesa, se ve envuelta en una traición mortal que amenaza su vida. Pero el destino la lleva a un inesperado encuentro con Becky, una joven inglesa atrapada en una...