Capítulo 15: Libertad

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Becky se negó a rendirse. Desde el momento en que Freen fue arrestada, había estado decidida a hacer todo lo que estuviera a su alcance para demostrar la inocencia de su amada. Contrató a los mejores abogados de la ciudad, quienes se pusieron manos a la obra para construir una defensa sólida.

Los días se convirtieron en semanas, y las semanas en meses mientras Becky y su equipo de abogados trabajaban incansablemente para reunir pruebas que respaldaran la colaboración de Freen con la policía. Investigaron los registros telefónicos, entrevistaron a testigos y recopilaron documentos que demostraban su participación activa en la lucha contra la mafia tailandesa.

El juicio de Freen finalmente llegó, y el tribunal estaba lleno de espectadores ansiosos por conocer el veredicto. Becky, sentada en la primera fila, apretó con fuerza las manos mientras esperaba nerviosa el inicio del juicio.

El abogado defensor de Freen se levantó y presentó su caso ante el tribunal. Detalló la peligrosa colaboración de Freen con la policía, arriesgando su vida para ayudar a desmantelar la mafia. Presentó pruebas contundentes de su contribución en la captura de varios miembros clave de la organización criminal.

La fiscalía, por otro lado, intentó pintar a Freen como cómplice de la mafia, argumentando que su participación había sido un acto de traición. Presentaron testigos que afirmaron haberla visto interactuar con miembros de la mafia en el pasado.

El juicio se convirtió en una batalla legal feroz, con argumentos apasionados de ambas partes y una atención mediática intensa. Becky no se perdió ni un solo día del juicio, apoyando a Freen desde el principio hasta el final.

Finalmente, llegó el día en que el jurado se retiró a deliberar. Becky esperaba con ansias el veredicto, rezando por un resultado favorable. Mientras tanto, Freen estaba detenida en la prisión, con la esperanza de que todo el esfuerzo que Becky había puesto en su defensa no fuera en vano.

Días después, el jurado anunció su veredicto: Freen era inocente de los cargos de complicidad con la mafia tailandesa. El tribunal reconoció su valiente colaboración con la policía y su contribución a la captura de los criminales.

Becky se desmoronó en lágrimas de alegría cuando escuchó el veredicto. Finalmente, su amada sería liberada.

El sol del atardecer teñía el cielo de tonos cálidos mientras Becky esperaba pacientemente fuera de la prisión. El corazón le latía con fuerza, lleno de emoción y anticipación. A su lado, Tee y su tía estaban igualmente ansiosas, listas para dar la bienvenida a Freen en su regreso a la libertad.

Finalmente, las puertas de la prisión se abrieron, y Becky contuvo la respiración mientras veía a Freen caminar hacia ella. Freen llevaba una expresión serena en el rostro, pero sus ojos brillaban de alegría al ver a Becky esperándola.

Sin poder contenerse más, Becky corrió hacia Freen, el ramo de flores en sus manos brillando con colores vivos. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, Becky lanzó sus brazos alrededor de Freen en un abrazo apasionado y emocional.

Las lágrimas de felicidad llenaron los ojos de Becky mientras apretaba a Freen contra su pecho. "Freen, estás de vuelta", susurró con emoción, sin poder evitar la sonrisa que se formaba en su rostro.

Freen correspondió al abrazo con la misma intensidad, sintiendo el amor y la felicidad que fluían entre ellas. Sus labios se encontraron en un beso apasionado, un beso que sellaba su amor y su triunfo sobre la adversidad.

Tee y la tía de Becky miraron con alegría mientras las dos mujeres se abrazaban y se besaban. Era un momento de felicidad y celebración, un momento en el que finalmente podían mirar hacia el futuro con esperanza y amor.

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