La vida parecía sonreírles a Freen y Becky después de dejar atrás el oscuro capítulo de la mafia. Freen había sido liberada y, junto con Becky, se esforzaban por construir un futuro juntas. La relación entre ellas se fortalecía con cada día que pasaba, y ambas compartían la emoción de un nuevo comienzo.
Un día soleado, Becky recibió un email en su teléfono. Curiosa, lo abrió y sus ojos se iluminaron al leerlo. Era una propuesta de trabajo en un prestigioso hospital de Inglaterra. Becky siempre había tenido el sueño de trabajar en el Hospital St. Clair, y esta oportunidad parecía hecha a medida para ella.
"¡Freen, mira esto!" exclamó Becky. "Es una oferta de trabajo en un hospital en Inglaterra. ¡Es un sueño hecho realidad!"
Freen sonrió ampliamente, compartiendo la emoción de su amada. "Eso suena increíble, Becky. Tú mereces esto."
Freen observó la pantalla de su teléfono con una mezcla de emociones mientras Becky continuaba hablando sobre la oferta de trabajo en Inglaterra. La idea de que Becky estuviera a miles de kilómetros de distancia la llenaba de tristeza y ansiedad. ¿Qué pasaría con su relación si Becky se mudaba tan lejos?
Becky notó la expresión preocupada en el rostro de Freen y detuvo su entusiasmo. "¿Freen? ¿Pasa algo? Pareces triste."
Freen suspiró profundamente y apartó la mirada de su teléfono. "Becky, estoy feliz por ti, realmente lo estoy. Pero... me preocupa que nos separaremos."
Becky colocó suavemente una mano en la mejilla de Freen y la obligó a mirarla a los ojos. "Oh, tontita. ¿Realmente crees que te dejaría aquí sola? No podría soportarlo. Estaremos juntas, incluso en Inglaterra."
Las palabras de Becky resonaron en el corazón de Freen como una melodía reconfortante. Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero esta vez eran lágrimas de alivio y felicidad. Freen se abrazó a Becky con fuerza, sintiendo el latido de sus corazones sincronizándose.
"Becky, eres lo mejor que me ha pasado en la vida. No importa dónde vayamos, siempre estaré a tu lado", susurró Freen, dejando que sus palabras sellaran su compromiso de amor eterno.
El abrazo entre ellas se hizo más fuerte, y en ese momento, ambas supieron que su amor era más fuerte que cualquier distancia.
Mientras tanto, la tía de Becky, quien había estado apoyándolas desde el principio, no podía ocultar su felicidad. Ver a su sobrina junto a Freen y presenciar su crecimiento profesional le llenaba de alegría. Ella había pasado por momentos difíciles en su vida, y ahora encontraba satisfacción y paz en el éxito de Becky.
Freen miró a Becky con un brillo en los ojos. Sabía que era hora de dar un paso importante en su relación. "Becky, hay algo que quiero que hagamos juntas", comenzó, tomando suavemente la mano de Becky.
Becky asintió con curiosidad. "¿Qué tienes en mente, Freen?"
Freen la llevó en coche hasta un tranquilo cementerio donde las hojas caídas cubrían suavemente el suelo. Caminaron juntas entre las tumbas hasta llegar a una en particular, donde Freen se detuvo. Frente a la lápida, había una fotografía de una mujer sonriente, la madre de Freen.
Con la voz ligeramente quebrada, Freen habló: "Becky, esta es mi madre. Murió hace algunos años, pero siempre ha sido una parte importante de mi vida. Quiero que la conozcas."
Becky se sintió profundamente conmovida por el gesto de Freen. "Estoy honrada de estar aquí contigo, Freen."
Freen se arrodilló frente a la lápida y colocó una mano sobre la superficie fría. "Madre, quiero presentarte a alguien muy especial en mi vida. Esta es Becky, el amor de mi vida. Ella ha sido mi apoyo, mi alegría, y estoy segura de que tú la enviaste a mi lado como un ángel. Becky es increíble, mamá, y quiero que sepas cuánto la quiero."
Becky, emocionada, se acercó a Freen y también tocó la lápida suavemente. "Es un honor conocerte, aunque sea de esta manera, querida. Prometo cuidar de Freen y amarla con todo mi corazón."
Las hojas crujieron bajo sus pies mientras se abrazaban junto a la tumba de la madre de Freen. Freen sintió que una parte de su corazón se sanaba al compartir ese momento con Becky. Sabía que su madre estaría feliz de ver que finalmente había encontrado el amor y la felicidad que tanto merecía.
Freen y Becky de regreso a casa, prepararon una sola maleta y muchos recuerdos. El viaje a Inglaterra se avecinaba, y con él, un futuro lleno de promesas y posibilidades. Mientras doblaban la ropa y organizaban sus pertenencias, sus miradas se encontraron, reflejando todo lo que sentían.
Becky tomó la mano de Freen y la miró con ojos llenos de amor y esperanza. "Freen, estoy emocionada por esta nueva etapa en nuestras vidas. Ir a Inglaterra, comenzar de nuevo juntas, es como un sueño hecho realidad."
Freen sonrió con ternura y asintió. "Lo sé, Becky. Y hay algo que quiero preguntarte." Se arrodilló frente a Becky, sosteniendo una pequeña caja en sus manos temblorosas.
Becky sintió que su corazón latía con fuerza mientras Freen abría la caja, revelando un hermoso anillo. Sus ojos se llenaron de lágrimas de alegría.
"Freen, ¿estás... estás preguntándome si quiero casarme contigo?" Becky apenas podía contener la emoción.
Freen asintió, su voz temblando de emoción. "Sí, Becky, quiero pasar el resto de mi vida contigo. Quiero que seas mi esposa, que compartas cada momento conmigo, que seamos una familia."
Becky abrazó a Freen con fuerza, sin poder evitar las lágrimas de felicidad. "Sí, Freen, sí quiero casarme contigo. Eres el amor de mi vida, y no puedo esperar para compartir cada momento a tu lado."
Se besaron con pasión y amor, sabiendo que su futuro juntas estaba lleno de aventuras, risas y, sobre todo, amor inquebrantable. Con el anillo brillando en el dedo de Becky, se abrazaron con la certeza de que estaban en el camino correcto, listas para enfrentar cualquier desafío que la vida les presentara. Era el comienzo de su vida juntas en Inglaterra, pero también era el comienzo de su amor eterno.
La tía de Becky regresó del mercado, cargada de bolsas llenas de frutas y verduras frescas. Becky estaba esperándola con una sonrisa radiante en el rostro, y sus ojos brillaban de emoción. Cuando su tía notó la felicidad en el rostro de su sobrina, la intriga la invadió.
"Becky, ¿qué es lo que te tiene tan emocionada?" preguntó con cariño.
Becky no pudo contener su alegría y extendió la mano para mostrar el hermoso anillo que Freen le había dado. Los ojos de su tía se abrieron con asombro al ver la deslumbrante joya.
"¡Tía, Freen y yo vamos a casarnos!" exclamó Becky, su voz temblando de emoción. "Ella me propuso matrimonio y, por supuesto, ¡dije que sí!"
Las lágrimas de alegría llenaron los ojos de su tía mientras abrazaba efusivamente a Becky. "¡Oh, querida, estoy tan feliz por ti! ¡Esto es maravilloso!"
Becky y su tía se abrazaron con fuerza, compartiendo un momento de pura felicidad y emoción. Becky sabía que tenía el apoyo incondicional de su tía en esta nueva etapa de su vida junto a Freen.
Becky y Freen pasaron tres días llenos de amor y emoción mientras preparaban todo para su viaje a Inglaterra. Habían decidido que se casarían una vez estuvieran establecidas en su nuevo hogar. Llegó finalmente el día del viaje, y la tía de Becky las acompañó al aeropuerto.
Mientras esperaban en la sala de embarque, Becky miró a Freen y le preguntó con una sonrisa: "¿Estás lista para comenzar esta nueva aventura juntas, mi amor?"
Freen asintió con ternura y tomó la mano de Becky. "Más lista de lo que jamás he estado en mi vida. Contigo a mi lado, el futuro se ve brillante y lleno de posibilidades."
Becky apretó la mano de Freen con cariño y se perdieron en el brillo de sus ojos. Sabían que enfrentarían desafíos juntas, pero estaban decididas a superar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino. Mientras esperaban su vuelo hacia Inglaterra, el destino les deparaba un nuevo capítulo en su historia de amor.
(Continuará...)
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Pasión peligrosa
RandomEn las callejuelas sombrías de Bangkok, Freen, una misteriosa miembro de la mafia tailandesa, se ve envuelta en una traición mortal que amenaza su vida. Pero el destino la lleva a un inesperado encuentro con Becky, una joven inglesa atrapada en una...