Sentada en su silla de escritorio, tratando de terminar su tesis, con horas de sueño acumulados y un cansancio extremo, se encuentra la pelinegra Park Jihyo. Sus ojos les ardían, su cuerpo rogaba un descanso. La computadora mostraba el documento con más de veinte mill palabras, apenas y llegaba a la mitad de lo que había planeado.
A su espalda escuchó la voz de su novia pidiéndole que descanse, que regresara a la cama. Sin hacer caso, estiró su cuerpo y reanudó su trabajo. Unos minutos después fue interrumpida.
—Jihyo~ son las tres de la mañana —susurra Sana, parándose al lado de la pelinegra. —Debes descansar.
Jihyo se quitó sus gafas y frotó sus cansados ojos.
—Lo sé, Sana. —Con ayuda de la silla giró hasta encontrarse con su pareja. —Pero debo terminarlo pronto, no tengo tiempo en el día.
—Se lo mucho que estás ocupada, pero debes descansar. No quiero que te enfermes. —dicho eso peinó los cabellos negros de su novia, esta pasó a abrazar su cintura y posar su cabeza en su abdomen. —Vamos a la cama ¿sí? —le propuso Sana tiernamente.
Jihyo bajó la pantalla de su computadora y se levantó, dejándose guiar por la rubia hasta la cama que compartían.
Jihyo se acomodó abrazando el cálido y suave cuerpo de su novia, sintiendo como su cuerpo se relajaba y el cansancio trataba de irse. No supo cuando tiempo estuvo en brazos de la rubia porque al cerrar sus ojos se durmió completamente.
A la mañana, después de unas horas de sueño, Jihyo despertó sola. Palpó con su mano en busca de su chofer, pero solo encontró las almohadas.
Abrió sus ojos, y respiró hondo antes de levantarse.
Eran las siete de la mañana, tenía una hora exacta para llegar a su trabajo, bostezando se levantó y fue al cuarto de baño, luego, por lo que estaba escuchando, se dirigió a la cocina donde su novia se encontraban preparando el desayuno.
—Buenos días, cariño~ —saludó Sana al verla llegar.
Jihyo sonrió y acercándose le dió un beso de buenos días.
—Buenos días ¿Saldrás hoy? —preguntó Jihyo, sentándose en un silla de la isla.
Sana dejó un plato con tostadas frente a la pelinegra.
—Sí, saldré con Mina. Iremos a comprar el regalo de cumpleaños para Nayeon —respondió, dejando dos tasas en la isla y sirviendo un poco de café para ambas.
—Cierto, el cumpleaños de Nayeon —la más baja suspiró, últimamente estaba tan ocupada como para recordar los cumpleaños de sus amigas.
—¿Pediste permiso para este sábado? —Sana supo que Jihyo no había pedido permiso para salir temprano del trabajo, por la expresión que puso.
—Lo siento, lo siento. Hoy mismo hablaré con el jefe. —dijo haciendo esa expresión inocente que a Sana no le agradaba.
—Llevamos planeado esta fiesta hace semanas, no podemos faltar —la rubia frunció sus cejas en disgusto.
Jihyo se levantó y se acercó a su novia. —¿Estás enojada? ¿Tan temprano? —trató de bromear mientras le abrazaba.
Pero el silencio de Sana era mortal, alertando a Jihyo.
—Ya amor, pediré permiso e iremos a la fiesta —viendo que el abrazo no funcionaba , tomó entre sus manos su rostro. —Mira esas cejitas tan unidas, no puede permitir eso —dicho eso comenzó a besar cada parte del rostro de Sana.
La rubia la empujó tratando de liberarse, pero Jihyo es más fuerte y no se dejó apartar.
—¡Yah! No estoy enojada —dijo Sana con una media sonrisa.
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The Great Escape ❥ Minayeon/Sahyo
FanfictionNadie está preparado para el inicio del apocalipsis zombie. Sana y Jihyo están dispuestas a permanecer juntas, sin embargo, a veces las decisiones que pensaron para bien resultan ser lo contrario. Mientras, Mina y Nayeon deciden ir por su propio ca...